Varios cientos de personas han participado este sábado en la primera de las marchas convocadas contra el Consejo Europeo, que se reunirá la próxima semana en Granada. Se trata de una manifestación contra las políticas "austericidas", que reclama una Europa más social y que se ha desarrollado sin incidentes.

La Cumbre Social Granada, integrada por más de una treintena de organizaciones sociales, sindicales y políticas, aprovecha desde este sábado la celebración de la cumbre europea, que reunirá a 44 jefes de Estado, para pedir a la Unión Europea que ponga el acento en las clases desfavorecidas y los derechos humanos.

Los colectivos sociales y vecinales, junto a sindicatos y partidos políticos, buscan llenar las calles como alternativa a la cumbre y defender así que "otra Europa es posible". Según han informado a Efe los convocantes, pretenden labrar una Europa de libertad y justicia que diga no a las guerras actuales y que sea "rebelde, solidaria y verde".

La Cumbre Social ha estrenado así la primera de sus grandes movilizaciones, a la que se sumará una concentración prevista también para este sábado en la plaza de las Pasiegas.

Con un ambiente festivo y reivindicativo, participantes llegados desde diferentes puntos de Andalucía y de otras regiones del país han coreado consignas contra las bases de la OTAN en Rota, los desahucios y las políticas migratorias que se cobran muertes a diario.

También se han visto pancartas por la sanidad pública, contra la especulación, en defensa de entorno y de Sierra Nevada y para exigir entornos seguros para el colectivo LGTBI+.

A esta manifestación se sumará la convocada para el próximo jueves 5 de octubre con el lema "Granada no es una foto", en alusión a la foto oficial que se tomarán los jefes de Estado y representantes gubernamentales que acudan a la cumbre.

En la marcha de este sábado se ha activado por primera vez una red de observadores de los derechos, voluntarios identificados con chalecos distintivos, que vigilarán las concentraciones, marchas y actos similares vinculados a la cumbre europea para controlar posibles vulneraciones de derechos.