Un hombre de 34 años fue condenado la pasada semana a más de 10 años de prisión por llevar a cabo un ciberataque contra un hospital en Massachusetts (EEUU) en 2014, en nombre de Anonymous como parte de #OpJustina: un movimiento para apoyar a una adolescente en una mediática disputa de custodia entre sus padres y el Estado.

Hace más de cuatro años, Martin Gottesfeld llevó a cabo ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS) contra el Boston Children's Hospital (BCH) y la Red de Apoyo Juvenil y Familiar de Wayside (Wayside Youth & Family Support Network), un centro de tratamiento sin fines de lucro que ofrece consejos de salud mental para niños, adultos jóvenes y familias en el estado de Massachusetts.

En abril de 2014, este ingeniero utilizó una botnet de más de 40.000 máquinas bajo su control para llevar a cabo los ataques DDoS que no sólo bloquearon los sistemas del BCH durante dos semanas —por unos daños que el hospital calculó en más de 600.000 dólares— sino que también tumbaron los sitios de otros hospitales en el área médica de Longwood.

Asimismo, el ataque paralizó la actividad de la Red de Apoyo Juvenil y Familiar de Wayside durante más de una semana, lo que hizo que la instalación gastara 18.000 dólares para volver a ponerse en marcha.

Además de los 121 meses de prisión, el juez de distrito Nathaniel Gorton ordenó a Gottesfeld el pago de 443.000 dólares como compensación por los daños que causó a las instalaciones, informa Reuters.

Gottesfeld está encarcelado desde 2016 cuando fue detenido en Miami mientras él y su esposa intentaran huir en un pequeño bote, que luego fue rescatado luego por un crucero cerca de la costa de Cuba.

Proteger a Justina Pelletier

El hombre fue procesado en agosto del año pasado y un jurado federal lo declaró culpable de varios cargos, entre ellos de conspiración para dañar intencionalmente ordenadores protegidos.

Gottesfeld, quien no se arrepiente de sus actos y planea recurrir la sentencia,  çllevó a cabo los ataques para protestar por los supuestos abusos contra una adolescente, Justina Pelletier, quien fue objeto de una batalla judicial de custodia entre sus padres y el Estado de Massachusetts.

La disputa tuvo que ver sobre el diagnóstico de la joven; en primer lugar, un juez otorgó la custodia del adolescente al estado de Massachusetts, tras determinar que sus problemas de salud eran de naturaleza psiquiátrica y creía que sus padres estaban interfiriendo en su tratamiento.

Fue trasladada a la Red de Apoyo para Jóvenes y Familias de Wayside. No obstante, poco más de un año más tarde fue de nuevo entregada a sus padres por orden judicial.