Público
Público

Carlos Umaña, Nobel de la Paz: "Es el momento de mayor riesgo para una guerra nuclear a gran escala de la Historia"

Carlos Umaña, miembro de la dirección de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), Premio Nobel de la Paz en 2017.
Carlos Umaña, miembro de la dirección de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), Premio Nobel de la Paz en 2017. Jairo Vargas

Carlos Umaña es un médico costarricense al que los azares de la vida le han llevado a convertirse en uno de los grandes referentes en el movimiento por el desarme nuclear. Es presidente de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, que obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1985. También es parte de la directiva de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), que recibió el mismo galardón en 2017 por promover e impulsar la adhesión de países al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), suscrito por más de 120 estados. Recibe a Público en la sede de Greenpeace en Madrid, una de las organizaciones que forma parte de la Alianza por el Desarme Nuclear, que busca que España firme el TPAN y que se ha presentado el martes en el Ateneo de Madrid.

¿En qué momento nos encontramos en cuanto a la amenaza nuclear?

Estamos en el momento de mayor riesgo de la Historia de una guerra nuclear a gran escala, según ha razonado el grupo de expertos del Boletín de Científicos Atómicos en su Reloj del Apocalipsis. Se debe no solo a la actual guerra de Ucrania sino también a otros tres factores. El primero lo componen la inestabilidad, las declaraciones y las amenazas a la ligera que hacen los líderes de los países con armas nucleares. El segundo es la crisis climática, que genera inestabilidad, competencia por recursos y, por tanto, conflictos nacionales e internacionales. El tercero es la posibilidad de detonaciones accidentales de armamento nuclear. Se han documentado muchísimos accidentes: solo en Estados Unidos hay registrados más de mil. No detonaciones, pero casi. Ocurre cuando se transportan misiles, pero también cuando los sistemas de alerta máxima se activan por cosas que no son bombardeos. Eso me preocupa mucho.

¿Entonces una falsa alarma nos puede llevar a la guerra nuclear?

"Algunos expertos que dicen que la guerra nuclear más probable no es una intencional, sino una accidental"

Sí. De hecho, hay algunos expertos que dicen que la guerra nuclear más probable no es una intencional, sino una accidental. Las alarmas se han disparado por muchas veces por alguna tormenta solar, por globos meteorológicos o incluso por bandadas de gansos. Las personas que vigilan esos sistemas de alarma tienen que interpretar que son falsas alarmas, pero cuando estamos en guerra, esas interpretaciones humanas pueden variar y tomarse malas decisiones. Ya ni siquiera cabe cuestionar lo cuerdo que sea Vladimir Putin. La disuasión nuclear está fundamentada sobre el principio de que la amenaza es creíble y que ese escenario de destrucción total no interesa a nadie. Tenemos que estar así de cerca del precipicio para que funcione esa lógica. Es una locura.

¿Por qué vieron necesario impulsar un Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares si ya existía un Tratado de No Proliferación que sí está firmado por varias potencias nucleares, entre ellas, EEUU y Rusia?

El tratado de no proliferación entró en vigor en 1970 como reacción a la crisis de los misiles en Cuba de 1967, cuando la gente vivió una amenaza existencial. En ese momento, el Reloj del Apocalipsis estaba a menos de 12 minutos, ahora estamos a menos 90 segundos. Está clarísimo que este tratado por sí solo no va a conducir al desarme nuclear. Sus últimas dos conferencias de revisión han sido un fracaso porque no se ha podido siquiera concebir un documento de consenso.

¿No ha servido para que se reduzcan los arsenales nucleares?

Ha habido una tendencia a reducir los arsenales nucleares, pero tiene más que ver con tratados bilaterales START. El Tratado de No Proliferación reconoce a cinco estados nucleares y el resto son no nucleares, con obligaciones distintas. Más bien sirve para reforzar esa idea de que las armas nucleares son necesarias para la seguridad y la estabilidad, crea un apartheid nuclear. El Tratado de Prohibición que impulsamos es una prohibición universal de las armas nucleares para absolutamente todos los países.

Pero ninguna potencia nuclear lo ha firmado.

Todavía. Todos los cambios de paradigma empiezan con mucha resistencia. Estamos pasando ahora por las etapas de la verdad de Schopenhauer: primero la burla, luego la resistencia y luego la aceptación. Al principio nos llamaban hippies y en los foros internacionales apenas se mencionaba la palabra prohibición, pero en tres años se empezó a negociar este tratado. Es un sueño pacifista.

Ha presentado en España la Alianza por el Desarme Nuclear, que busca que el país se adhiera el tratado por la prohibición. Pedro Sánchez se comprometió a firmarlo, pero nunca se hizo. ¿En qué estado se encuentra la posible adhesión de España?

"España ahora no quiere tener nada de controversia con la OTAN ni con Europa"

En 2018 se hizo ese compromiso, pero hubo resistencia por parte de los Ministerios de Exteriores y de Defensa. La Alianza es una agrupación de movimientos de base que busca formar una masa crítica para concienciar sobre las consecuencias humanitarias de un ataque nuclear y para que haya un impulso para que España se sume al TPAN. Pero actualmente el Gobierno no está dispuesto a apoyar el tratado, ni siquiera a asistir como observador a las reuniones de Estados parte, cosa que sí hacen otros países de la OTAN como Alemania, Países Bajos o Noruega. España ahora no quiere tener nada de controversia con la OTAN ni con Europa. Ha habido una respuesta muy militarista de todo el mundo a raíz de la guerra en Ucrania, sobre todo por la OTAN. Y hay una mala interpretación de que este militarismo también implica un apoyo incondicional a disuadir del uso de armas nucleares, pero más bien es al revés. Las armas nucleares fueron lo que posibilitaron la guerra de Ucrania. Putin invadió lanzando la amenaza de que si algún país se involucraba directamente tendría consecuencias como nunca se han visto en la historia, en referencia a las armas nucleares.

¿Cómo afecta la guerra en Ucrania a la amenaza nuclear?

"Los aliados nucleares no condenan el uso de armas nucleares, solo su uso por parte de Putin. Es hipócrita y absurdo"

Ha elevado el riesgo de guerra nuclear, pero el impacto tiene una lectura positiva y otra negativa. La gente está siendo más consciente del riesgo nuclear. Llevamos ya dos generaciones de personas que no han vivido esa amenaza existencial y ahora está despertando y viendo realmente la cara de una amenaza con la que se ha convivido muchísimos años. Pero también se ha puesto más cuesta arriba el apoyo al tratado de prohibición, porque se difunde el discurso de que las armas nucleares son necesarias como contrapeso. Los aliados nucleares no condenan el uso de armas nucleares, sino el uso por parte de Putin. Es hipócrita y absurdo decir que unos son responsables para tenerlas, pero otros no. No se trata de seguridad, sino de mostrar un poder, un privilegio.

Además de Rusia ¿qué otros países preocupan por su desarrollo nuclear?

"El fomento de la hegemonía nuclear como doctrina de seguridad para los países es una enfermedad"

Se ven con preocupación el caso de Corea del Norte o el de Irán. Cada vez más países tienen capacidad para fabricar armas nucleares, y esa capacidad se saca justamente de la tecnología para obtener energía nuclear. Así lo consiguieron India y Pakistán. Cuantos más Estados tengan estas armas, más va aumentando el riesgo para el mundo. Pero esto es el síntoma de una enfermedad, el fomento de la hegemonía nuclear como doctrina de seguridad para los países.

¿Cree que en este contexto es posible llegar a un escenario como el de la crisis de los misiles de Cuba?

"Ya vivimos de forma cotidiana un escenario de amenaza nuclear como el de la crisis de los misiles"

Ese escenario ya lo estamos viviendo de forma cotidiana. Cuando estalló la guerra de Ucrania, muchos de los que trabajamos por el desarme padecimos lo que llamamos "ansiedad nuclear", porque somos muy conscientes del riesgo. Robert McNamara, secretario de Estado para Kennedy durante la crisis de los misiles en Cuba, dijo que en ese momento no estalló una guerra nuclear simplemente por suerte. Ahora vivimos un contexto en el que la posibilidad de reaccionar ante estas situaciones es muchísimo más alta y rápida y donde los sistemas de alerta están automatizados. Si se cruza el umbral de una detonación es muy fácil llegar a una guerra a gran escala.

La crisis nuclear y la climática son, según usted, las dos amenazas más acuciantes para el planeta . Afirma que no se puede atajar una si no se acaba con la otra. ¿Por qué?

"Al año se invierten 116.000 millones de dólares armas nucleares"

Porque las armas nucleares son ya una enorme amenaza para el medio ambiente. Pero también porque el mantenimiento y modernización de los arsenales consume muchos recursos: 116.000 millones de dólares anuales es lo que se invierte en armas nucleares; además de recursos humanos, políticos, científicos y tecnológicos. Yendo hacia un mundo libre de armas nucleares fortalecemos el régimen multilateral entre países, necesario para luchar contra el cambio climático, y también liberamos recursos científicos y económicos para abordar soluciones a la crisis climática.

¿Qué ha pensado cuando la cumbre del G7, que ha prometido más recursos para la guerra en Ucrania, se ha celebrado en Hiroshima, que fue arrasada por una bomba atómica de EEUU?

No es casual que se haya celebrado en Hiroshima. Japón todavía no ha firmado el TPAN, pero tiene una clara intención retórica en ese sentido al fijar allí la cumbre. Pero frente a ese avance, la declaración del G7 fue una completa decepción, sirvió para profundizar en el militarismo y no para buscar avances hacia la paz. No esperaba avances en esta cumbre, pero sirve para que la gente vea qué efectos reales tienen las armas nucleares.

¿Recibir un Nobel de la Paz ha abierto muchas puertas a que los países firmen el TPAN?

Muchísimo. En determinados espacios, como en reuniones de la ONU, cambia totalmente la relación cuando eres un activista con un Nobel. También nos estábamos quedando sin fondos y, cuando nos dieron el premio en 2017 se solucionó por completo esta situación. Tenemos mucha más legitimidad internacional ahora. Esta Alianza por el Desarme Nuclear en España es parte de todos esos esfuerzos que condujeron al premio Nobel.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias