Espacios verdes, fuentes ornamentales, limpieza urbana y de vehículos, e instalaciones deportivas. Estos son los elementos en los que se centra el protocolo de actuación por situación de sequía de Barcelona que la Agencia Catalana del Agua ha decretado ante la escasez actual de recursos hídricos.

La medida, activada en fase de alerta, afecta a la cuenca del Ter-Llobregat, que alimenta la ciudad. El objetivo no es otro que reducir el consumo de agua un 5% en usos domiciliarios, comerciales, industriales y recreativos y hasta un 30% en aquellos usos recreativos que impliquen riego.

Consumo inferior a la media española

La capital catalana se halla plenamente preparada para tomar cartas en el asunto de la sequía. De hecho, desde el último episodio de sequía -entre mayo de 2007 y diciembre de 2008-, los servicios municipales barceloneses ya han conseguido reducir un 11% el consumo anual de agua gracias al refuerzo de las políticas de optimización y ahorro de agua. Una medida que ha favorecido asimismo la sustitución de los consumos de agua potable (se ha reducido el uso un 18%) por agua freática (se usa un 51% más).

Otro de los hitos de la ciudad es contar con un consumo medio de 106 litros de agua por habitante y día, muy inferior a la media española, que se sitúa en 140. Se trata de una muestra de la resiliencia cosechada estos últimos años que, de rebote, evita tener que adoptar afectaciones relevantes en los hogares a la hora de hacer frente a la sequía.

Jardines, espacios verdes y fuentes

El protocolo adoptado actualmente por la Agencia Catalana del Agua sí que implica, sin embargo, algunos cambios. En los jardines y espacios verdes se producirá un paro en las plantaciones, excepto en aquellas que se hallen en el vivero, y el riego se restringirá a dos días a la semana -miércoles y sábados en aquellas viviendas con numeración par y jueves y domingos en las impares-. Se destinará al riego un máximo de 450m3 de agua por hectárea y mes.

También se ha decidido prohibir llenar las fuentes ornamentales y los lagos artificiales con agua potable, así como parar los manantiales de aquellas fuentes ornamentales no conectados a agua procedente de recursos alternativos. Como única excepción, en los lagos artificiales se permitirá el uso de agua potable estrictamente imprescindible para mantener la vida acuática.

Limpieza urbana e instalaciones deportivas

A raíz de la entrada en vigor del actual protocolo para luchar contra la sequía, la limpieza de calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas y similares de la ciudad condal por parte de los servicios municipales se realizará con el mínimo gasto de agua, evitando cuando sea posible usar agua potable.

En el marco del protocolo también se ha determinado que todos los equipos con vehículos cisterna (80%) carguen solo agua freática, mientras que el resto podrán mantener la carga de los depósitos con agua potable. Asimismo, se revisarán los difusores de bajo consumo en todos los equipos y se prohibirán tanto el uso del agua para eliminar polvo y materia en suspensión en el aire como la limpieza de calles, pavimentos y terrazas usando mangueras de agua por parte de los particulares.

Por último, en lo que respecta a instalaciones deportivas y piscinas, el nuevo protocolo establece que el riego de campos de césped y demás superficies deportivas adopte las mismas limitaciones que en los jardines, priorizando en todo momento el consumo de recursos hídricos alternativos y evitándose en tiempo de lluvia. También prohibirá llenar piscinas, salvo contadas excepciones.