A pesar de la fuerte oposición del territorio al parque eólico marino experimental de Roses (Costa Brava), tanto por el impacto ambiental como visual, el proyecto sigue avanzando. Ayuntamientos y vecinos de la zona denuncian que se están realizando pruebas para enterrar el cableado eléctrico de alta tensión proveniente de los aerogeneradores sin la autorización de los consistorios y en contra de la voluntad de propietarios.

El Ayuntamiento de Ventalló, uno de los municipios más afectados por la línea de evacuación de 16 kilómetros, denegó la autorización a la empresa responsable de la instalación del cable por falta de documentación, como el proyecto definitivo o el informe de impacto ambiental de esta línea. Pero a pesar de no tener el premiso, han seguido con las intervenciones. El concejal de conservación y mantenimiento de caminos rurales y energía, Joan Albert Teixidor, lamenta que se sienten menospreciados por el Govern y que no se les tiene en cuenta "para nada".

Teixidor explica que varios vecinos del pueblo les han alertado de que furgonetas y camiones de la empresa Geoplaning han entrado en sus fincas sin su permiso y han empezado a agujerear los terrenos. También lo han hecho en caminos públicos, tal y como ha podido comprobar el propio Teixidor, cuando "ha pillado in fraganti a algunos operarios haciendo trabajos por la zona".

"Es muy grave que vayan entrando en las fincas sin el permiso municipal ni de los propietarios, con una prepotencia total", lamenta. "Nos hemos puesto en contacto con los Mossos d'Esquadra, pero no quieren saber nada, dicen que no es competencia suya", asegura Teixidor, que lo ha dejado en manos del servicio jurídico del Ayuntamiento.

Ante la falta de información por parte de la Generalitat, los afectados se han movilizado a través de la plataforma "No al Plemcat", que se presentará el próximo 9 de noviembre. Ya han convocado una marcha en la rotonda de Viladamat, en la oficina de turismo de L'Escala y en la playa el Riuet.

El proyecto afectará terrenos agrícolas

Se trata del parque eólico marino experimental que quiere poner en funcionamiento la Generalitat en la costa del Estartit para probar prototipos de aerogeneradores, mejorarlos y recoger datos sobre el terreno con el objetivo de reducir al máximo el impacto medioambiental del futuro parque del Golfo de Roses que prevé el plan de ordenación del espacio marítimo (POEM), aprobado por el Gobierno español hace más de un año, entre las islas Medes y el cabo de Creus.

El proyecto del Govern, llamado Plemcat, prevé instalar tres aerogeneradores con una potencia unitaria de 15 MW a 25 kilómetros del litoral, conectados a una nueva subestación en Vilaür a través de una línea de evacuación terrestre subterránea de 16 kilómetros que atravesará 254 fincas de Ventalló, Armentera, Sant Mori, Sant Pere Pescador, Vilaür y L'Escala. Tiene un coste de 80 millones y la previsión es que el año que viene empiecen las obras y sea una realidad el 2026.

De estos 16 kilómetros de trazado terrestre subterráneo, un tercio pasará por caminos de titularidad pública, dos terceras partes por fincas agrícolas y, en 13 casos, cruzará cultivos de por medio.

En este sentido, más allá del impacto visual de los aerogeneradores, Teixidor alerta que este cableado estropeará los terrenos agrícolas de los agricultores de la zona. El sindicato Unió de Pagesos ya avisó que la perforación podría provocar la entrada de agua salada en el acuífero del Fluvià y salinizar los cultivos. "El 90% de quienes vivimos en esta zona trabajan en el sector agrario", explica Teixidor.

Teixidor deja claro que el Ayuntamiento está en contra de este proyecto concreto, pero no de los parques eólicos: "Estamos a favor de las renovables, pero con el consenso del territorio", ha dicho. "Nosotros estamos dispuestos a negociar el proyecto para que no afecte a los propietarios de las fincas, pero nos han dejado totalmente a un lado", lamenta Teixidor.