Ya son un total de 7.939 las personas que han sido detenidas en el país, según ha informado el Ministerio de Interior de Kazajistán a través de sus canales de comunicación por la red social Telegram, recoge la agencia rusa de noticias Sputnik. Entre los arrestos más recientes, destaca el de más de 200 sospechosos en las inmediaciones de dos mercados de la ciudad de Almaty, a los que se les confiscaron cinco vehículos y otros objetos robados, así como dos armas de fuego y dos armas blancas.

Asimismo, al menos 164 personas han muerto y más de 1.300 han resultado heridas en los violentos disturbios ocurridos en la última semana en el país. Un total de 103 corresponden a Almaty, la ciudad más poblada de Kazajistán y epicentro de las protestas. Entre ellos hay dos menores de edad y 16 funcionarios del Estado. Le siguen las provincias de Kizilorda y Zhambil, con 21 y 10 fallecidos, respectivamente.

Para hacer frente a la situación, el presidente Kasim Jomart Tokayev ordenó aplicar el estado de emergencia y un toque de queda entre las 23 y las 7 horas. Medidas restrictivas que resultaron insuficientes para el mandatario, quien, pocos días después ordenó disparar "a matar" contra cualquier elemento violento y anunció un paquete de reformas en respuesta a las demandas de los manifestantes pacíficos con el fin de apaciguar el ánimo popular.

El secretario de Estado, Erlan Karin, ha vinculado las revueltas a una "conspiración de fuerzas internas con ciertas fuerzas externas" poniendo el foco sobre la presunta participación de criminales en las protestas y el uso de métodos de guerra informativa para generar una "situación muy crítica". "Había que tomar medidas contundentes y el presidente lo ha hecho", declaraba para la cadena de televisión Jabar 24. 

Además, ha manifestado su desacuerdo con aquellos que aluden a una posible
"revolución de colores" (movilizaciones contra líderes políticos autoritarios en las antiguas repúblicas soviéticas), argumentando que la situación del Gobierno actual difiere mucho de las circunstancias políticas de aquel otro momento.

Respecto al clima de tensión y violencia registrado en las últimas jornadas en el país, Karin ha defendido que las autoridades del país se han enfrentado a un "ataque terrorista híbrido" cuyo objetivo era la "desestabilización y un golpe de Estado".