A diferencia del año pasado, esta Nochevieja, aquellos que deseen despedir esta temporada en la Puerta del Sol, tendrán la posibilidad de hacerlo, pero con una reducción de aforo a 7.000 personas. Así lo ha explicado, la delegada de Portavoz, Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, acompañada por la Vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.

Una imagen totalmente opuesta a las Campanadas del 2020, que destacaban por la ausencia del público y los acordes del piano tocados por el compositor Nacho Cano, en su concierto como homenaje a los afectos por la pandemia.

De esta forma, los ciudadanos podrán volver al lugar más emblemático para celebrar la despedida de fin de año gracias a un dispositivo que se establecerá por parte del Samur – Protección Civil y la Policía Nacional durante esa noche, para asegurar la salud de los ciudadanos ante el incremento de contagios de coronavirus en la zona.

Este dispositivo contará con cuatro filtros en diferentes puntos de la plaza, con dos de ellos controlados por la Policía Nacional y otros dos por la Policía Municipal. Y, además, habrá unidades de drones y de megafonía para avisar a aquellos civiles que no respeten las distancias de seguridad, así como el aviso con carteles de cuando se haya alcanzado este mismo aforo.

Sí a la cabalgata

Las uvas y las preuvas se mantienen, pero también lo hará la famosa Cabalgata de Reyes del día 5 de enero. La delegada ha confirmado la celebración de este día tan especial y ha indicado que "en estos momentos se está trabajando con el escenario de la cabalgata tradicional, extendida a lo largo de la ciudad de Madrid.

También, la portavoz ha añadido que “los niños de Madrid, que tan mal lo han pasado como sus padres y abuelos, merecen tener un día especial” y que, por ello, se mantiene debido a esta mayor extensión de espacio y el dispositivo que establecerán sobre la zona. "Con todo el cuidado y con todo el cariño, pero sí vamos a celebrar esa cabalgata", afirma la portavoz

Críticas al uso obligatorio de la mascarilla

Esta situación calificada por la portavoz como “convencional” tras un importante aumento de contagios en la región madrileña, ha conllevado al Ayuntamiento de Madrid a reducir el aforo a un 60% de lo que se permitió en 2019 con 18.000 personas. Tal y como se establece en el recién decreto del uso obligado en exteriores para garantizar la distancia interpersonal y el uso obligatorio de la mascarilla.

Pese a ello, tanto la vicealcaldesa de Madrid como la delegada de Seguridad se han mostrado en contra de la efectividad de este uso obligado en exteriores. Y Villacís ha censurado que se tomen medidas en base a la opinión pública y tachado de “lo más populista” que ha visto desde el inicio de la pandemia.

También, la responsable de seguridad ha criticado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por imponer su uso obligatorio para“parecer que hace algo” en la “Conferencia de Presidentes.“Nos hemos visto solos en la gestión de esta pandemia; no parece que sea la solución; vamos a hacer cumplir la normativa", lamenta Inmaculada Sanz.