José Luis Rodríguez Zapatero ha lanzado una pregunta, un reto y una afirmación sobre la Ley de Amnistía en la presentación del libro Crónica de la España que dialoga (Navona, 2024), que ha tenido lugar este lunes, 10 de abril. La que más ha resonado en el auditorio, la Cátedra Mayor del Ateneo de Madrid, ha sido, no obstante, la afirmación: "La amnistía es paz y es muy buena para España". Así ha respondido el expresidente del Gobierno a la periodista Ana Pastor, encargada de moderar el diálogo entre el propio Zapatero y el también periodista Màrius Carol, coautor del libro.

Si esa ha sido la afirmación, la pregunta no ha sido menos ambiciosa. "¿Conocen alguna democracia que prohíba las amnistías?", ha planteado el expresidente socialista, que se ha destacado entre las filas de la formación por ser uno de los pesos pesados más partidarios de la norma de olvido penal que pactó el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con Junts per Catalunya y Esquerra Republicana (ERC) para desencallar la investidura.

Las defensas de Zapatero en ese sentido han sido constantes en los últimos meses. Este lunes, sin embargo, se ha permitido la licencia de retar a todos los asistentes al acto, que ha consistido en un diálogo entre Pastor, él mismo y Màrius Carol, quien fuera director de La Vanguardia entre 2013 y 2020. "¿En cinco años, nos citamos para hablar de esto?", ha bromeado, aunque sin renunciar ni un momento a la solemnidad que confiere al momento político que atraviesa Catalunya: "La amnistía es un test para nuestra democracia".

Sin embargo, el libro que ha publicado recientemente la editorial Navona recorre muchas más sendas que la de la amnistía y la política catalana, aunque el expresidente ha dado una pista más esa clave. Más allá del vaticinio que hace de la victoria del candidato socialista Salvador Illa, avisa: "El tono que veamos la campaña nos va a dar pistas sobre el futuro de Catalunya", ha dicho.

El fin de ETA, Gaza, el futuro de las democracias y de occidente, la relación entre el propio Zapatero y José María Aznar o la batallita que vivió a raíz del célebre "¿Por qué no te callas?" que espetó el rey emérito al expresidente venezolano Hugo Chávez protagonizan algunos de los capítulos del volumen y también se han abierto un hueco en la conversación de este lunes, que ha comenzado con un sentido recuerdo de Zapatero a su abuelo, fusilado durante el franquismo.

Zapatero, ante los conflictos

La retirada de las tropas de Iraq y el genocidio en Gaza ha acaparado, también, buena parte del tiempo del diálogo. Zapatero ha hablado con vehemencia delante de varios ministros del Gobierno de Sánchez —María Jesús Montero, Félix Bolaños o Pilar Alegría— y de otros del suyo, como José Blanco, de las primeras horas que pasó con el traje de presidente del Ejecutivo, en marzo de 2004. Ha reconocido que aquellos pasos los dio con una "concentración" máxima en la retirada de las tropas de Iraq y ha contado, a modo casi de anécdota, que José Bono, su ministro de Defensa, "tenía un cronograma con el minuto a minuto de todo lo que íbamos a hacer".

También ha dicho que nunca le impresionó más de lo lógico la figura del presidente estadounidense George W. Bush ni la reacción que podía llegar a producirle la decisión de retirar las tropas. "No me sentí para nada intimidado", ha zanjado, al tiempo que ha aseverado que, hoy por hoy, volvería a tomar aquella decisión.

"Es un imperativo para todos los demócratas hacer una defensa de la paz", ha resumido. Una sentencia que vale tanto para su postura con Iraq, como para la que mantiene actualmente en lo referente al genocidio en Gaza. "¿Hasta dónde va a llegar Israel?", se ha preguntado. El expresidente ha señalado la importancia del papel que juega Estados Unidos y le exige determinación.

Imposible, en cualquier caso, no hablar del fin de ETA. Zapatero ha reivindicado, en entrevistas en varios medios de comunicación, que los últimos días de la banda terrorista se vivieron durante su Gobierno y que tanto su propio trabajo como de su equipo fueron los que, en última instancia, pusieron el punto y final a la actividad armada de ETA. Hoy, sin embargo, ha abierto el foco y ha reivindicado que eso es algo que "se tiene que celebrar de manera colectiva", aludiendo a la actitud acusadora del actual Partido Popular.

Casi con un cierto pudor por revelar cuestiones que, hasta el día de hoy, se han mantenido en secreto, ha hablado de alguno de los momentos más duros que vivió en plena negociación con la banda terrorista. Uno de ellos, la amenaza de Thierry, uno de los líderes de ETA, que aseguró que había colocado varias bombas y que las activaría si no podría hablar con él. Zapatero se fio de Alfredo Pérez Rubalcaba y declinó. Reconoce que fue una de las noches en que "no pudo pegar ojo".

Zapatero, sobre Sánchez

Zapatero ha sido duro con la oposición que hace el PP de Alberto Núñez Feijóo. "Esta etapa pasará a la historia como la que tuvo una oposición más deslegitimadora y que no ayudó en nada [al Gobierno]". En ese sentido, ha asegurado que la estrategia de los populares durante su etapa en La Moncloa nunca pasó por los grados de agresividad y deslealtad de la actual. 

Pero augura una legislatura larga y ve fuerte a Sánchez, de quien destaca su "determinación y fortaleza mental", capaces de conducir a un Partido Socialista que Zapatero entiende como la formación que, históricamente, ha sido capaz de "unir nacionalismos". En esa historia sitúa el expresidente el capítulo de la amnistía.