El partido de extrema derecha Vox se ha abierto este domingo a apoyar una hipotética investidura del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, sin exigir a cambio entrar en el Gobierno, todo con tal de evitar que Pedro Sánchez vuelva a conformar un Ejecutivo de coalición progresista. 

El comunicado de Vox mete presión a Feijóo pero, sin embargo, al presidente popular siguen sin darle los números para poder sacar adelante su investidura, ya que practicamente ningún otro partido con representación parlamentaria ha manifestado su intención de apoyarle.

Los de Abascal se han mostrado hasta ahora inflexibles en los gobiernos autonómicos en los que ha pactado acuerdos con el PP tras las elecciones del pasado 28 de mayo. En todos, ha exigido su cuota de poder en forma de vicepresidencias y consejerías, como ha sido el caso en el País Valencià, Extremadura y esta semana Aragón. Comunidades que se une a la que inició los gobiernos entre PP y Vox, Castilla y León.

El PP ha cedido desde entonces a las tesis de Vox y en algunas de ellas ya hay medidas de la extrema derecha que se están aplicando como la supresión de minutos de silencio por víctimas de violencia machista, retirada de banderas LGBTI+ o la censura de actos culturales.

"No seremos un obstáculo para evitar un Gobierno de destrucción nacional", ha subrayado la formación liderada por Santiago Abascal en el comunicado, en el que ha asegurado que sus 33 diputados en el Congreso respaldarían "una mayoría constitucional".

El movimiento de Vox es para Feijóo "un avance" que implica "reconocer la victoria" y lo ha enmarcado "en el ámbito de constitucionalismo".

Los "enemigos de España"

Vox insiste en demonizar y tildar de "enemigos de España" a los partidos que conformaron el bloque de la investidura y dice estar preocupado por la posibilidad de que Sánchez sea investido presidente "con los apoyos de el prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont, Bildu, PNV y ERC, cuya secretaria general fugada en Suiza, Marta Rovira, es la encargada de negociar con el PSOE dicho acuerdo".

Para la formación de ultraderecha, un Gobierno con estos apoyos "constituiría una grave amenaza al orden constitucional y a la convivencia" ya que consideran que existiría "la posibilidad de que Sánchez incluso concediera un referéndum de autodeterminación", lo que supondría "un golpe de estado promovido por el propio gobierno que probablemente conllevaría una ruptura de la convivencia y la paz social".

"Ya en la pasada legislatura Sánchez indultó a los golpistas condenados por el Tribunal Supremo por los delitos de sedición y malversación, y posteriormente reformó el código penal para eliminar la sedición y rebajar el de malversación. Todo ello como peaje a ERC, uno de sus socios durante la legislatura. Ahora, que necesita el apoyo activo de Junts y Bildu, el simple inicio de negociaciones con esas fuerzas constituye una grave amenaza a los fundamentos del orden constitucional", prosiguen.

El PSOE y el propio Sánchez han reiterado en múltiples ocasiones que nunca propiciará un referéndum de autodeterminación en Catalunya.

"Así, los 33 diputados de Vox apoyarían una mayoría constitucional en la cámara baja que permita formar un gobierno que evite dichas amenazas. Vox no será la excusa de nadie ni el impedimento para evitar un gobierno de quienes pretenden destruir los fundamentos de la Constitución", finalizan.