La ultraderecha de Vox ha querido ser protagonista de los primeros minutos de la sesión de este jueves en el Congreso de los Diputados. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comenzado a las 9.00 su comparecencia, a petición propia, para informar sobre las medidas contra la crisis energética. A los dos minutos de comenzar, un nutrido grupo de parlamentarios del partido que lidera Santiago Abascal ha entrado de golpe en el hemiciclo. 

La presidenta del Congreso, Meritxel Batet, ha llamado al orden entonces a los diputados ultraderechistas y les ha pedido que guardaran silencio. Sánchez ha interrumpido unos segundos su intervención. En sus asientos sí estaban desde primera hora tanto Abascal como el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. 

La acción coordinada de Vox se ha producido un día después de que la derecha azuzara una polémica sobre el protocolo seguido este miércoles por Sánchez. El líder del Ejecutivo se retrasó brevemente en su llegada al Paseo de la Castellana, algo que provocó que el rey Felipe VI y la reina Letizia tuvieran que esperar unos segundos en su coche. 

Sánchez justificó este miércoles el retraso señalando que él cumplió con los tiempos marcados por la organización del evento. "He salido a menos cuarto, cuando me han dicho", respondió al ser preguntado por los periodistas en el transcurso de la recepción que al finalizar el desfile ha tenido lugar en el Palacio Real. 

Como viene siendo habitual con todos los Gobiernos del PSOE, un grupo de ciudadanos insultó y abucheó al presidente. Según las interpretaciones de la derecha, Sánchez trató de frenar el impacto de estas críticas con el retraso en su llegada.