El Ministerio de Trabajo ha puesto este martes su "última" propuesta encima de la mesa que aborda la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas con el objetivo de convencer a la patronal. Desde hace unos días, los de Yolanda Díaz avisaban de que este foro estaba en su recta final y aseguraban que, si la patronal no quería negociar ni pactar un texto, pasarían a la fase de aprobación en el Gobierno y de tramitación parlamentaria sin la firma de los representantes de los empresarios.

Tras una reunión de alrededor de tres horas, Trabajo ha avanzado cuál es su última propuesta para tratar de recabar la firma de una patronal que, denunciaba la propia Díaz hace días, no ha respondido a los anteriores documentos presentados por el Gobierno.

Tras ofrecer criterios de flexibilidad para que todas las empresas se pudieran adaptar a la reducción de la jornada, y tras ofrecer bonificar a las pequeñas empresas las cotizaciones de las nuevas contrataciones que sean necesarias para cubrir el tiempo de trabajo que pudiera quedar vacante con la reducción, Trabajo se abre ahora a dar ayudas directas a las microempresas.

En concreto, la propuesta se basa en dar ayudas directas de hasta 6.000 euros a las empresas que tengan menos de cinco trabajadores (microempresas), y a las pequeñas empresas de los sectores del comercio, la hostelería, las peluquerías, la limpieza o la agricultura, los sectores que presentan la mayor brecha, ha explicado Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo, con la jornada de 37,5 horas y los que están más cerca de la jornada máxima legal.

Estas ayudas directas servirían para digitalizar las empresas, ayudarlas a implementar el nuevo registro horario digital e interoperable por parte de la Inspección de Trabajo y para facilitarles la apertura de "nuevos modelos de negocio, como el comercio online".

Una reunión definitiva el 11 de noviembre

Pérez Rey ha anunciado durante una rueda de prensa posterior a la reunión que el Ministerio de Trabajo ha emplazado a los agentes sociales a una próxima reunión el día 11 de noviembre que, previsiblemente, será la última tripartita. El secretario de Estado ha explicado que el Gobierno espera "un sí o un no" de sindicatos y de patronales.

Si la patronal acepta el acuerdo, se abriría un nuevo proceso de trabajo técnico (como ha sucedido con el resto de mesas, como la de la reforma laboral o la de la regulación de las plataformas digitales), pero con el compromiso firmado de rebajar la jornada a 37,5 horas en 2025, implementar un registro horario accesible para la Inspección de Trabajo y regular el denominado derecho a la desconexión digital.

Si los representantes de los empresarios dan un "no", Pérez Rey ha avanzado que buscarían un acuerdo lo más rápido posible con los sindicatos, pero ha advertido que, lógicamente, "en ese intento la geometría de la propuesta que está ahora en la mesa cambiará; y es muy probable que algunos de los elementos que podrían servir para que la patronal pudiera entrar en el acuerdo, si no lo hace, queden fuera".

El secretario de Estado ha recordado que la negociación dura ya 10 meses repartidos en 13 reuniones entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal, y que en todo este tiempo los representantes de los empresarios nunca han traído un documento "que nos permitiera ver cuál es su posición real".

"Es hora de que los que representan a las pequeñas empresas y a los autónomos, la mayor parte de las empresas que hay en nuestro país, se centren en la representación, no en la política, no en qué partido o personas están detrás de una medida que quiere toda la ciudadanía española", ha asegurado Pérez Rey.

Los sindicatos han evidenciado su malestar por lo que consideran de facto "un bloqueo" que el Ministerio de Trabajo está permitiendo en sus intentos de atraer a la patronal al acuerdo. "No puede ser que una parte esté bloqueando permanentemente; este proceso no da más de sí", han dicho.

CCOO ha avanzado que  van "a valorar esa propuesta en el supuesto de que pudiera haber un acuerdo tripartito; pero si no fuera posible, ajustaríamos los elementos en materia de registro de jornada y de desconexión digital tienen que ajustarse, y lo pondríamos en marcha lo más pronto posible".