Salvador Illa, candidato del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), ganará las elecciones del 12 de mayo salvo giro monumental y podrá negociar para formar un tripartito de izquierdas con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Comuns-Sumar. Es la información que arroja el último estudio de Key Data para Público previo a los comicios. El bloque independentista, en cambio, no sumaría los suficientes escaños como para alcanzar la mayoría absoluta, aunque los dos o tres que conseguiría Aliança Catalana pueden ser decisivos.

El PSC escalaría hasta los 40 escaños, con alrededor de un 28,5% de los votos de los catalanes. Es una primera posición con distancia respecto a Junts per Catalunya, que conseguiría 33 escaños y el 21% de los votos. ERC se quedaría con 26 asientos en el Parlament de Catalunya y el 17,3% de apoyo de los catalanes, aunque los de Pere Aragonès tendrían la llave maestra de ese eventual tripartito de izquierdas, un escenario que también dibuja el último sondeo del CIS.

Con los cinco escaños que, según el estudio de Key Data, lograría Comuns-Sumar (5,5% de los votos), ese pacto de las izquierdas sumaría 71, suficientes para gobernar en un Parlament cuya mayoría absoluta se sitúa en los 68 escaños.

Los datos dicen, entonces, que ERC y Comuns podrían hacer president a Salvador Illa, aunque su investidura iría precedida de un arduo proceso de negociación, toda vez que no será tarea fácil para el PSC lograr un entendimiento con ERC. En una rueda de prensa ofrecida en la sede de la Agencia EFE la mañana de este lunes, el hasta ahora president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha evitado colocarse en el marco de un posible apoyo a Illa. Ha situado la posibilidad de acordar un Govern con el socialista en la misma escala de probabilidades que hacerlo con Carles Puigdemont, candidato de Junts per Catalunya. Aragonès, con todo, ha insistido en que trabaja para su reelección.

A medida que pasan los días, el dirigente de Esquerra va adquiriendo importancia en el tablero político no tanto por sus posibilidades de ganar —que son, según los pronósticos, prácticamente nulas—, ni tan siquiera por la probabilidad de que quede por delante de Puigdemont, sino porque su compatibilidad para sumar tanto en un eje de izquierdas, como en un eje independentista lo convierten en clave.

Los números, en principio, solo darían a Aragonès para investir a Illa y no a Puigdemont, pero son pocos los escaños que alejan a los independentistas de alcanzar la ansiada mayoría absoluta. En concreto, los 33 de Junts, los 26 de ERC y los seis que da Key Data a la CUP situarían a dicho bloque en los 65 escaños, a solo tres del éxito.

En ese punto, aparece un actor incómodo para las formaciones mencionadas, Aliança Catalana. El partido independentista de extrema derecha, encabezado por la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, obtendría entre dos y tres escaños, según el presente estudio. En caso de alcanzar esos tres apoyos, se abriría la posibilidad de un Govern independentista, aunque ERC y la CUP ya han avisado de que no negociarán nada con dicho partido.

De todas formas, al tratarse de una formación nueva y sin antecedentes en este tipo de circunstancias, no se puede descartar que, dada su declarada sensibilidad independentista, pudiera apoyar un Gobierno de Carles Puigdemont desde fuera y, por tanto, impedir que Salvador Illa sea investido president de la Generalitat y, con ello, cerrar el paso a un Govern conformado por tres fuerzas de izquierdas totalmente contrarias al ideario de Aliança Catalana.

El PP devora a Ciudadanos

Más allá de los partidos que pelearán por el bastón de mando, otra gran conclusión del estudio de Key Data es la certificación del adiós de Ciudadanos a la política autonómica catalana. Con un 0,6% de los votos, la formación naranja se quedaría sin representación en el Parlament. Si se confirman los pronósticos, habrá perdido 36 escaños en siete años, los que logró en 2017 con Inés Arrimadas a la cabeza. Tampoco lograría representación Alhora, el partido que crearon Jordi Graupera y Clara Ponsatí.

El gran beneficiado de la debacle de Ciudadanos será el Partido Popular (PP), que obtendría entre 12 y 13 escaños (9,3% de los votos). La formación, a la que representa Alejandro Fernández en Catalunya, se colocaría como cuarta fuerza autonómica, por delante de Vox, que perdería un escaño con respecto a las pasadas elecciones y se quedaría en diez. El partido de extrema derecha cedería terreno al PP, pero mantendría el 7,3% del apoyo de los votantes.

La última semana de campaña será importante. Alrededor de un cuarto de la población catalana se declara indecisa con respecto a quién votará. En unas elecciones con unos números tan ajustados, los partidos esprintarán para quedarse los últimos escaños en juego. Nadie quiere pronunciar las palabras "repetición electoral", pero nadie lo descarta. Es un escenario plausible. A la luz de los números que refleja el estudio de Key Data, la única opción clara para evitarlo será el tripartito de izquierdas.