El exseleccionador de fútbol Javier Clemente advirtió al presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol, Juan Padrón, de que se estaban comprando votos de las federaciones territoriales para las elecciones en la RFEF: "Son votos, son votos comprados, ¡joder Juan!..., apoyos comprados".

En el auto del juez, Santiago Pedraz, que ha enviado a prisión sin fianza al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, y a su hijo Gorka por un posible perjuicio de millones de euros a las arcas del organismo, figura una conversación del pasado 3 de junio entre Clemente y Padrón sobre el favorecimiento a la Federación Murciana de Fútbol (FFRM).

Clemente le dice a Padrón: "Pues, ¿ha entrado el de Murcia? ¿Te dije yo que entraba el de Murcia? Ya le han metido al de Murcia también, le han metido al de Bilbao, al caradura del de Bilbao, el de Murcia, el otro, han metido a muchos más".

Y añade: "Son votos, son votos comprados, ¡joder Juan!..., apoyos comprados; decir, 'amén, amén, amén', por llevarse unos dineros".

En otro momento de la conversación, el exentrenador de la Selección española de fútbol le dice a Padrón que el tesorero de la RFEF, Juan Luis Larrea, está preocupado por tener que pagar 300.000 euros a la Federación Cántabra (FCAF) para unos campos que nunca serán de la federación sino del ayuntamiento.

A lo que Padrón le responde que Villar no va sino a lo de él, que le importa "tres cojones" la Federación.

Además, el presidente de la Federación Cántabra de Fútbol, José Ángel Peláez, comunicó a Ángel María Villar que disponía de 5,2 millones de euros del presupuesto de la Federación Española de Fútbol "para lo que se te ponga de los huevos".

El auto del juez detalla excesos en los nombramientos de la Junta Directiva de la federación, de manera que Villar "se garantiza la mayoría necesaria" para ser reelegido y la concesión de beneficios como contraprestación para el favorecimiento del presidente.

En este último aspecto, el juez indica que Villar concedió "beneficios a algunos de los presidentes de las federaciones en cuyo ámbito no tenía asegurado el apoyo, disponiendo del patrimonio ajeno que administra, esto es, el de la RFEF".

En concreto, favoreció a dos federaciones territoriales en particular: la de Murcia (FFRM) y la de Cantabria (FCAF) y "en un pasado cercano el investigado habría favorecido económicamente de manera singular" a la de Madrid (FFM) y Ceuta (FFCE), cobrando "esos favores" en forma de apoyo a su candidatura para la presidencia a la RFEF.