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Sanidad pública Andalucía Cerca de 80.000 personas, según los sindicatos, se manifiestan para exigir una "sanidad pública de calidad" en Andalucía

Las protestas convocadas en las ocho capitales andaluzas por organizaciones sindicales y sociales, y apoyadas por toda la izquierda, muestran el hartazgo con las colas en las puertas de los centros de salud, las listas de espera y la falta de profesionales.

Manifestación a favor de la sanidad pública de Sevilla
Manifestación a favor de la sanidad pública de Sevilla. Santiago F. Reviejo

Más de 78.000 personas, según los sindicatos convocantes (CCOO y UGT), algo más de 19.000, según estimaciones de la Policía Nacional, se han manifestado este sábado en las ocho capitales de Andalucía para exigir una "sanidad pública de calidad", lema central de la protesta, y denunciar el deterioro que ha sufrido la atención a los pacientes tras las sucesivas olas de la pandemia, con el Gobierno del PP y Ciudadanos al mando de la gestión.

Una buena parte de la sociedad andaluza, representada por los principales sindicatos, mareas blancas sanitarias, organizaciones de consumidores, personas mayores, de cooperación e incluso de memoria histórica y democrática que han convocado la protesta, se ha echado a la calle harta de las colas en las puertas de los centros de salud para conseguir una cita, las listas de espera y la falta de profesionales para garantizar una atención adecuada. Y a las manifestaciones se han sumado todos los partidos de la cada vez más extensa izquierda andaluza: PSOE, Unidas Podemos, Adelante Andalucía y Más País.

En Sevilla, unas 25.000 personas, según los convocantes, 5.000 según la Policía Nacional, han partido desde la Plaza de San Francisco, junto al ayuntamiento de la ciudad, hasta el Palacio de San Telmo, sede de la presidencia de la Junta. Al frente, las dos secretarias regionales de CCOO y UGT, Nuria López y Carmen Castilla, respectivamente. "Hay un gran clamor popular que pide al Gobierno andaluz que dé soluciones a los problemas del sistema sanitario público, que se han visto agravados por sus políticas corrosivas", dijo la dirigente de Comisiones antes de comenzar la marcha. "El pueblo está hoy en la calle defendiendo la sanidad pública, que sufre las decisiones políticas de un gobierno que no ha dedicado los 2.300 millones de euros de superávit que tuvo en el presupuesto del año pasado a mejorar la sanidad", subrayó la responsable de UGT.

A la cabecera de la manifestación de Sevilla, Juan Espadas aseguró que el sistema sanitario público "se está cayendo" en esta comunidad

A la cabecera de la manifestación de Sevilla se sumó el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, quien aseguró que el sistema sanitario público "se está cayendo" en esta comunidad, no sólo por culpa de la pandemia de la covid-19, también por "un gobierno de la derecha que no cree en la sanidad pública y que apuesta por una atención mediocre para favorecer a la privada".

La presencia de Espadas y de otros líderes de las formaciones políticas de izquierda en las manifestaciones de las ocho provincias andaluzas ha sido aprovechada por el consejero de Salud y Familias de la Junta, Jesús Aguirre, para intentar denostar la protesta. "Son movilizaciones que no son sociales, son políticas", ha dicho, para luego afirmar que "aquéllos que se esconden detrás de la pancarta son los causantes del deterioro del Sistema Sanitario Público de Andalucía hasta 2019", año en el que empezó a gobernar el PP en coalición con Ciudadanos y el apoyo de Vox.

Amplia participación en el resto de las capitales

En Málaga, la segunda capital andaluza en población, se han manifestado unas 25.000 personas, según los sindicatos, 2.500 según la Policía Nacional, desde la Alameda de Colón hasta la Plaza de la Constitución, con la presencia prevista del coordinador de IU en Andalucía, Toni Valero. Y en Cádiz, con la asistencia de la portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, la manifestación transcurrió hasta la Plaza de España con la participación de unas 10.000 personas, según las cifras aportadas por las organizaciones convocantes, 2.000, de acuerdo con los cálculos de la Policía Nacional.

Por su parte, en Granada la manifestación concluyó ante la sede de la Delegación del Gobierno andaluz en esa provincia, con 10.000 asistentes, según las fuerzas convocantes, y 4.000, según la Policía. En Córdoba, donde tenía previsto participar la secretaria general de Podemos Andalucía, Martina Velarde, otras 4.000 personas se manifestaron por una sanidad pública de calidad, según los sindicatos, la mitad, según las estimaciones policiales. En la capital de Jaén, la protesta transcurrió también sin incidentes hasta su conclusión en la Plaza de las Batallas, con una asistencia de 3.500 personas, dicen los convocantes, y un millar, calculan las fuentes policiales. En Almería, unas 2.500 personas, según los sindicatos, 800, según la Policía, han marchado hasta la Plaza de las Velas, y en Huelva, entre 3.500 y 1.800 personas, según las diferentes fuentes, se han manifestado por el centro de la capital onubense hasta la Plaza de las Monjas.

"Profundas deficiencias y debilidades del sistema andaluz"

La pandemia "ha puesto en evidencia las profundas deficiencias y debilidades del sistema sanitario público andaluz y, por supuesto, la ineficiente gestión que ha realizado y sigue realizando el actual gobierno andaluz, que daña al servicio público, obviando su deber de acogerse a los principios que rigen nuestro Estatuto de Autonomía", subrayan en el comunicado conjunto que han hecho las organizaciones convocantes de las manifestaciones en las ocho provincias andaluzas.

Esta situación propicia, a juicio de estas organizaciones, que Andalucía sea la comunidad autónoma con el menor gasto en sanidad pública por habitante, que su Atención Primaria se encuentre "absolutamente colapsada" y haya sufrido un deterioro de los valores "que la hicieron grande y apreciada por la ciudadanía", con "colas interminables a las puertas de los centros" y listas de espera que llegan a las 720.000 personas, el triple que en Catalunya o Madrid, comunidades con menor población.

Según los datos que manejan las Mareas Blancas, la sanidad pública andaluza acumula desde 2010 unos recortes presupuestarios de más de 15.000 millones de euros

Según los datos que manejan las Mareas Blancas, un movimiento formado fundamentalmente por profesionales sanitarios jubilados y en activo, la sanidad pública andaluza acumula desde 2010 unos recortes presupuestarios de más de 15.000 millones de euros, que contrastan con el crecimiento de la población y, sobre todo, de la de más de 64 años. Para recuperar todo ese dinero perdido, su presupuesto en una década, estiman, debería de ser al menos de 14.500 millones cada año.

Una mayor inversión es la que permitiría, a juicio de la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas, que vuelva a haber una Atención Primaria presencial con una demora máxima de dos días y una consulta de una duración media de doce minutos por paciente, que se recuperen las urgencias en las zonas rurales, se retomen los programas de medicina comunitaria y preventiva abandonados, y se vuelvan a abrir los centros de especialidades y al menos 20 hospitales en horario de tarde.

Manifestantes en Sevilla en defensa de la sanidad pública andaluza.
Manifestantes en Sevilla en defensa de la sanidad pública andaluza. Santiago F. Reviejo

Aumento del peso de la sanidad privada en Andalucía

En las manifestaciones de este sábado también ha habido críticas a un creciente aumento de la sanidad privada, propulsada a raíz del deterioro que ha sufrido la pública durante la pandemia. Las mareas blancas sostienen que la gestión de la Junta ha propiciado que ya haya 1,7 millones de ciudadanos que tengan pólizas de seguro médico privado, aparte de haber incrementado los fondos destinados a conciertos con empresas del sector para prestar servicios sanitarios a la ciudadanía. Las organizaciones convocantes de la protesta aseguran que "el Gobierno andaluz actual ha incrementado el presupuesto de la asistencia sanitaria con medios ajenos en un 43% en un año (2021-2022), intentando transformar la sanidad pública en un negocio".

Las manifestaciones de este sábado en toda la comunidad constatan que las cañas sobre las que se subió el PP en la oposición para alcanzar la presidencia de la Junta de Andalucía, en coalición con Ciudadanos y con el apoyo de Vox, se han vuelto definitivamente lanzas contra su gestión. Los populares toman ahora de la misma medicina que utilizaron en sus años de oposición para cargar contra el deterioro de la llamada joya de la corona, que era como se denominaba a la sanidad pública andaluza en los tiempos boyantes de gobierno socialista previos a los recortes de la crisis económica.

Los populares toman ahora de la misma medicina que utilizaron en sus años de oposición para cargar contra el deterioro de la sanidad pública

El que se autodenomina Gobierno del cambio empezó su andadura en 2019 con medidas de choque para intentar taponar las heridas: un plan para reducir las listas de espera de las intervenciones quirúrgicas y otro para garantizar un mínimo de seis meses en la contratación de personal sanitario. A ello añadieron el lanzamiento de una salva de polémicas denuncias contra la gestión de los anteriores ejecutivos socialistas, a los que acusaron de haber falseado las listas de espera quirúrgicas, reduciendo el número de pacientes, y las de las vacunas de la gripe, aumentando el número de beneficiarios.

Pero la munición duró poco, apenas el primer trimestre del nuevo gobierno. Al poco tiempo, las heridas volvieron a abrirse debido al creciente malestar de personal y usuarios por el empeoramiento de la situación de la sanidad pública. Y todo se desbordó con las sucesivas olas de la pandemia y la decisión de no renovar el pasado mes de octubre a 8.000 profesionales sanitarios a los que se había contratado como refuerzo para afrontar las embestidas de la covid en los hospitales andaluces.

Falta de profesionales que se van a otras comunidades

Casi desde el comienzo de la pandemia, en marzo de 2020, los problemas de la sanidad pública andaluza han ido aflorando con frecuentes protestas de los diferentes colectivos profesionales, unas veces la enfermería, otras la medicina, otras todos a la vez, descontentos con las penurias de un sistema superado por la propagación del coronavirus. La falta de suficientes profesionales en el área de la medicina ha sido uno de esos descosidos que se han ido agrandando sin cesar, hasta el punto de que la Junta tuvo que cerrar a finales del pasado diciembre la unidad de hospitalización de salud mental de Osuna (Sevilla) porque no encontraba especialistas para suplir las bajas.

El Informe de Demografía Médica que elabora el Consejo Andaluz de Médicos (CAM) reveló en su último estudio, referente al año 2020, la falta de médicos especialistas en esta comunidad, la cual atribuye, fundamentalmente, a la escasez de oferta de plazas MIR para formar a nuevos facultativos y a razones retributivas, es decir, a los más bajos salarios que perciben los profesionales en Andalucía en comparación con otras comunidades autónomas. Según este informe, 474 médicos andaluces se fueron a trabajar en 2020 a otras comunidades y 49 al extranjero.

El Estudio Comparativo de las Retribuciones de los Médicos de Atención Primaria en España entre 2009 y 2018, elaborado por la Organización Médica Colegial, que representa a los facultativos colegiados de toda España, revela que el sueldo neto de los profesionales andaluces, sin contar las guardias, era en el último año de los más bajos del país en todas las tablas y estaba entre 148 y 509 euros por debajo del salario medio neto estatal, que se situaba entre 2.449 y 3.539 euros.

Uno de los compromisos electorales de Juan Manuel Moreno Bonilla fue, precisamente, la mejora retributiva de los médicos andaluces

Uno de los compromisos electorales de Juan Manuel Moreno Bonilla cuando se presentó como candidato del PP a la presidencia de la Junta fue, precisamente, la mejora retributiva de los médicos andaluces y su equiparación salarial con el resto de las comunidades autónomas. El ahora presidente andaluz llegó a decir en campaña electoral que había que tomar medidas para "evitar el éxodo de talento y capital humano a otras comunidades autónomas", y "revisar los salarios para dignificarlos y equipararlos con la media española". Sin embargo, tres años después, y a punto de terminar su mandato, no ha habido ninguna equiparación salarial. Todo se quedó en otra promesa electoral.

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