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Sánchez vuelve al Congreso casi un mes después con los frentes abiertos de Palestina, Milei y los ataques a su esposa

El presidente del Gobierno se enfrenta a una macrocomparecencia 'multitema' en la que rendirá cuentas ante los distintos grupos en vísperas de la campaña para las elecciones europeas.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, a la llegada de un acto oficial este martes, día 21 de mayo. Eduardo Parra / Europa Press

Este miércoles, día 22 de mayo, hace casi un mes de aquel 24 de abril en el que Pedro Sánchez sorprendió a la ciudadanía con una carta con la que avisaba de un período de cinco días de reflexión. Aquel día también fue la última vez —hasta este miércoles— en que se sometió al control del Congreso de los Diputados. La semana electoral catalana y varios festivos han retrasado la cita de Sánchez con la Cámara. Sobre la mesa, el reconocimiento del Estado palestino, el conflicto con la Argentina de Javier Milei o los ataques contra Begoña Gómez.

Los temas antiguos se mezclan con los de rabiosa actualidad. Se esperan muchas respuestas por parte del presidente del Gobierno. La estructura del Pleno se dividirá en tres partes: la comparecencia de Pedro Sánchez, las preguntas de control al Gobierno y las interpelaciones. En cualquier caso, el peso informativo se concentrará, en especial, en la primera, que será kilométrica. Cada grupo contará con 20 minutos en una intervención inicial y con siete más en una segunda. El tiempo de Sánchez será ilimitado. 

Sánchez empezará a comparecer a las 9 de la mañana con cuatro temas como columna vertebral de su actuación. Dará cuenta de la negociación sobre el encaje de Gibraltar en la Unión Europea (UE) que José Manuel Albares, ministro de Exteriores español, mantiene con Bruselas, Reino Unido y Fabian Picardo, ministro presidente de Gibraltar. Además, también informará sobre la última reunión extraordinaria del Consejo Europeo, celebrada el 17 y 18 de abril, y de las conclusiones de la gira que le llevó por varios países de la UE.

El presidente del Ejecutivo ya adelantó, en otro orden de cosas, que será este miércoles cuando pondrá fecha del reconocimiento por parte de España del Estado palestino. Es probable que lo haga durante los primeros compases de la comparecencia. Con ello, sellará su papel preponderante en Europa con respecto a la solución de dos Estados.

También es de esperar que sea durante este apartado de política exterior cuando Sánchez entre en el terreno pantanoso de la crisis diplomática abierta con Argentina tras el ataque de Javier Milei a Begoña Gómez, esposa de Sánchez. El presidente argentino la llamó "corrupta" en el acto que organizó Vox en Madrid como pistoletazo de salida de la campaña de la extrema derecha de cara a las elecciones europeas. Durante la jornada de este martes, España retiró de forma permanente a la embajadora argentina, inaugurando un nuevo escenario en la disputas entre ambos países.

Socialistas y populares coinciden en una cosa: consideran la confrontación de España con Argentina un problema de primer orden, aunque por cosas distintas.

Con la retirada de la embajadora, el PSOE ha demostrado que otorga a las palabras de Milei contra Begoña Gómez la categoría de problema de Estado. Fuentes del PP, por su parte, tachan de "sobreactuación" el movimiento: "La política exterior de un país no se puede decidir conforme a los impulsos de una sola persona". 

El PSOE defiende la posición de Sánchez como uno de los principales diques europeos contra la extrema derecha. Lo ha dicho Patxi López, portavoz socialista. Agrandan el círculo. Es un problema que, consideran, va mucho más allá de la salida de tono de Milei en Madrid y critican al PP por su tibieza. Lo cierto es que los de Feijóo solo han condenado las palabras de Milei con la boca pequeña y ni siquiera a través de la figura de su líder nacional, sino que fue Esteban González Pons, vicesecretario de Acción Internacional de los populares, quien lo hizo. Por lo demás, culpan al Ejecutivo español por haber acusado a Milei "de drogarse". Es uno de los puntos calientes de este miércoles.

El PP lleva el asunto de Begoña Gómez al Congreso

Sánchez vuelve al Congreso y, como ocurrió en el —por qué no decirlo— histórico día de la carta, volverá a recibir preguntas sobre Begoña Gómez. De hecho, es el cuarto punto de su comparecencia, a petición del Partido Popular. En este caso, Sánchez tiene el viento a favor, toda vez que la Guardia Civil ya ha dicho que no aprecia delito de tráfico de influencias en la actuación de la esposa de Sánchez.

De todas formas, no se atisba en el PP la más mínima intención de rebajar la presión y será una de sus principales armas arrojadizas. No solo en la comparecencia, también en la fase de preguntas de control. Todo ello, en vísperas de la campaña electoral para las elecciones al Parlamento Europeo, que empieza la noche del jueves al viernes.

Tensiones entre los socios de Gobierno

Tampoco están precisamente tranquilas las aguas entre los dos socios de Gobierno, al menos, en el Congreso. Es cierto que el Consejo de Ministros aprobó, este martes, tanto la reforma del subsidio por desempleo, como la prohibición del despido por incapacidad, pero en la Cámara Baja no se están acabando de entender los grupos parlamentarios del PSOE y de Sumar.

Para muestra, dos desencuentros. Sumar votó en contra en la sesión del martes a la prohibición del proxenetismo que propone el PSOE vía proposición de ley. La consideran "punitivista, insuficiente, incompleta y electoralista". Tampoco apoyarán la reforma de la ley del suelo. Más allá de las incompatibilidades políticas o ideológicas, es destacable que, según ha trascendido, apenas haya habido conversaciones entre ambos grupos para tratar de llegar a un acuerdo.

En Sumar, además, ha generado una cierta incomodidad que los cinco días de reflexión de Sánchez no hayan traído cambios. En las filas de los de Yolanda Díaz piden menos gestos y más acción.

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