La petición de la comparecencia en el Congreso era por el siguiente motivo: Explicar "el nuevo partenariado para el siglo XXI que estableció en su visita a Rabat y las consecuencias que ello ha ocasionado en la relación con Argelia". Pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado mencionar casi en todo momento esta segunda parte. En su intervención inicial no ha dicho nada sobre cómo se encuentran las relaciones bilaterales con el país argelino. Sí que ha concedido, en su réplica a Ferrán Bel (PDeCAT) que "no hay problemas en relación con Argelia y el suministro de gas". Y ya. 

Desde el giro realizado por Sánchez sobre el Sáhara Occidental, las relaciones con Argelia se han enturbiado. Moncloa ha tratado de minimizar el impacto, especialmente en el tema del suministro del gas. Pero las autoridades argelinas han dejado patente en varias ocasiones su malestar. "Es un socio sólido y fiable con el que queremos tener las mejores relaciones", repiten de manera habitual en el Gobierno. 

Argelia tampoco ha sido un tema destacado para el resto de fuerzas parlamentarias, más allá de lo mencionado por Bel. Una de las excepciones ha sido el Partido Popular (PP), grupo que impulsó la comparecencia de este miércoles. Su portavoz, Cuca Gamarra, ha apremiado al presidente del Gobierno a "arreglar el estropicio de las relaciones con Argelia que está afectando a nuestras relaciones comerciales". 

También se ha preguntado por este asunto desde el PNV. Su portavoz, Aitor Esteban, ha destacado también las posibles consecuencias imprevisibles que puede tener la decisión del Gobierno. La portavoz de Cs, Inés Arrimadas, también ha afeado a Sánchez causar un problema diplomático con Argelia. Y Santiago Abascal, líder de la ultraderecha de Vox, ha calificado de "fracasada" la relación con este país. 

Este miércoles El Confidencial ha publicado que Argelia ha instado a sus operadores económicos a dejar de importar productos españoles. Los argelinos son tradicionalmente aliados del Frente Polisario y de la causa saharaui. No en vano, acogen en su territorio a miles de refugiados que se instalaron hace 45 años en los campamentos de Tinduf. A su vez, la tensión y enemistad con Marruecos es histórica.

El pasado día 24 de abril, el presidente argelino, Abdelmayid Tebune, criticaba en televisión a Sánchez. "Lo que ha hecho España es inaceptable, éticamente e históricamente", declaró sobre "su responsabilidad, que perdura en el Sáhara Occidental ante la legalidad internacional".