No hay decisión tomada sobre la fecha de la investidura de Pedro Sánchez y no se tomará, al menos, hasta el regreso del presidente del Gobierno en funciones del Consejo Europeo del 30 de junio, según informaron fuentes del Ejecutivo.

Será en esos primeros días de julio cuando el presidente, con su equipo de confianza, tomé la decisión de cuándo dar el paso, esperando conocer ya las posibilidades reales que tiene de que salga adelante la moción de censura.

Las fuentes consultadas indican que todo está muy abierto, pero lo más probable es que dicha investidura sea la segunda o tercera semana del mes de julio, ya que el presidente ve necesario poner en marcha eso que él mismo llegó a denominar “el reloj de la democracia” para que arranque la nueva legislatura o, en el peor de los casos, se repitan elecciones.

Por esas fechas se debe saber ya si es posible el acuerdo con Podemos, la única pieza que falta por encajar en el puzzle. Se da por hecho que ERC o, incluso, Bildu, facilitarán con su abstención la investidura de Sánchez, “y no es porque lo digamos nosotros, es lo que dicen ellos mismos”, precisan desde La Moncloa.

NI al PSOE ni a Sánchez les gusta que la investidura salga por esa vía pero, aunque mantendrán la presión hasta el último momento, se da casi por descartada una abstención del PP o de Ciudadanos, que no están sufriendo ni la presión social o mediática que padecieron los socialistas en el 2016 con la investidura de Mariano Rajoy.

Por ello, la pelota está en el tejado de Podemos y la decisión que tome. En principio, parece firme que la oferta del candidato socialista es cerrada y definitiva. No va a haber un acuerdo en el que Sánchez se comprometa a incluir a miembros de Podemos en el Consejo de Ministros. Eso sí, otras fuentes apuntan a que, posteriormente, el presidente sí podría tener un gesto con la formación morada incluyendo a alguien de sus filas, pero a quién él designe. “Eso podría ser, pero sólo es una mera hipótesis y sólo dependerá del presidente”; afirma un dirigente socialista al ser preguntado por esta posibilidad.

Lo que sí parece que está decidido es que no será obstáculo que Podemos vote en contra de Sánchez para aplazar la fecha de la investidura. Sánchez está decidido a que todo el mundo “se retrate” en el pleno, con los argumentos de que no hay otra alternativa y que el PSOE fue, con gran diferencia, la fuerzas más votada en todas las elecciones.

Lo que ya se ha fijado es que el último Consejo de Ministros antes del verano será el 2 de julio, y la duda está en si todavía será en funciones o habrá nuevos ministros y ministras, aunque la mayoría repetirán en el cargo.