El Ministerio de Sanidad va a presentar este lunes 9 de mayo la línea telefónica 024 de atención a la prevención del suicidio. El pasado 23 de febrero, el Gobierno anunció que este teléfono sería privatizado por lo que su gestión correrá a cargo de la Cruz Roja. 

Este número será gratuito, anónimo y confidencial, tal como adelantó la Dirección General de Salud Pública en una resolución del pasado 10 de febrero. El acto será presidido por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y en él intervendrán la autora del libro Te nombro, Dolors López, la subdirectora del Área de Conocimiento de Salud de Cruz Roja, Fátima Cabello, y el presidente de la Confederación Salud Mental España, Nel González.

Este teléfono se pondrá en marcha después de las peticiones de numerosos colectivos, asociaciones y partidos que pedían esta medida para mejorar la atención a la salud mental en España. Una necesidad que se ha visto agravada tras los efectos negativos causados por la pandemia entre la ciudadanía.

Este número no obstante lleva anunciado desde el 9 de diciembre, cuando el Boletín Oficial del Estado (BOE) informó de la atribución del 024 a esta línea telefónica, por lo que lleva casi cuatro meses inactivo. Esta medida forma parte del Plan de Acción 2021-2024 de Salud Mental, que el Gobierno dotó con 100 millones de euros. 

El suicidio, una de las diez principales causas de muerte

En los últimos años se han realizado diversos estudios relacionados con el suicidio. El Instituto Nacional de Estadística (INE) puso de manifiesto que el suicidio es una de las diez principales causas de muerte en España.

La Fundación de Ayuda a Niños y Niñas y Adolescentes en Riesgo también alertó de que en su línea telefónica se han multiplicado casi por 20 las condcutas de suicidio en la última década y las relacionadas con autolesiones lo han hecho por 56.

De igual manera, el pasado abril un grupo de expertos evidenció ante el Senado que 11 personas se suicidan cada día en nuestro país y 220 lo intenta. Además, los ponentes alertaron de que la curva no consigue doblegarse y se mantiene con unas cifras dramáticas de casi 4.000 fallecidos en 2020.