"Vox no busca gobernar, sólo busca destruir". El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, ha alertado este miércoles del objetivo que mueve a la formación de ultraderecha, y que pasa por inocular entre la "clase trabajadora" la idea de que "todos los políticos son iguales". 

"Una frase mágica", decía Rufián, algo "tan peligroso como falaz", que sólo busca extender "la desesperanza y la abstención" en la izquierda. En su intervención en la moción de censura, en la que Santiago Abascal ha hecho algunas apelaciones a las clases trabajadoras, el portavoz de ERC ha alertado de que "si votas a Vox, es como si fueras una oveja votando a lobos", y ha incidido en que todos los políticos no son iguales: "Anguita no fue lo mismo que Aznar"; "Yolanda Díaz jamás será lo mismo que Ayuso", apostillaba. 

Así, Rufián ha acusado a Abascal de haber hecho "todo un manual para todos los cuñados fachas de este país" con su intervención de la mañana, si bien ha alertado de que "los frikys" como Vox, "sin credibilidad" hoy por hoy, pueden ser los gobernantes del mañana -como Trump o Bolsonaro-.​

A su juicio, PP y Ciudadanos se comportan como "gremlins", mientras Vox "es el agua", que "simplifica, multiplica y embrutece a la derecha". Son, decía, los "matones" de PP y Ciudadanos. A todos ellos les achacaba que manejen la cifra de muertos durante la pandemia "como si fuera la prima de riesgo", y de promover la "guerra judicial" contra quienes piensan distinto: "Guerra judicial, fachas en la calle y mentiras en la tele",  apuntaba.

​A su vez , frente a los dogmas de la derecha, ha afirmado que toca "explicar que las vacunas curan" o que "ETA ya no existe". También que Vox es mucho más que un partido de "fachas, machistas o racistas": "Es una enorme maquinaria mediática, policial y judicial", "tremendamente amoral", "engrasada y financiada de resentimientos y odio hasta ahora nunca representados en política". 

En la línea, ha criticado el "odio y bilis" evidenciados en la cámara, como se proponía Vox. "Con la que está cayendo, los hijos de Trump y Blas Piñar nos están haciendo perder el tiempo", apuntaba, incidendo en que habría sido mejor no contestarles, y que Abascal y el diputado Ignacio Garriga "se hubieran quedado solos hablando". "Silenciar al fascismo no es censura, es autoprotección", apuntaba.

En última instancia, Rufián ha reclamado al PSOE que sea valiente, -"Este fascismo no necesita su hipocresía"-, y le ha afeado que "de sus miedos y sus complejos vive la ultraderecha en este país desde hace 40 años".