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Rajoy, Rivera, Iglesias o Díaz: los líderes políticos a los que ha sobrevivido Sánchez 

El presidente ha visto la retirada de la primera línea de varios dirigentes relevantes en diferentes espacios políticos. El último caso es de la vicepresidenta segunda, que ha abandonado la coordinación de Sumar aunque no deja el Ejecutivo. 

Pedro Sánchez, a su llegada al Congreso este miércoles.
Pedro Sánchez, a su llegada al Congreso este miércoles. Eduardo Parra / Europa Press

Pedro Sánchez llegó a la secretaría general del PSOE en el año 2014. El actual Pedro Sánchez, el que ganó las primarias a Susana Díaz y todo el aparato político y mediático socialista, llegó en 2017. A partir de ahí, con la publicación de su libro Manual de Resistencia, la capacidad de adaptación del líder socialista ha sido una de sus señas de identidad. En un contexto muy cambiante a nivel político, es de los pocos dirigentes que ha resistido tantos años en primera fila. 

Hace una década el PSOE estaba en una situación muy diferente. En la oposición y con un partido al que le tocaba reconstruirse. La irrupción de Podemos, por un lado, y Ciudadanos por otro, iba a poner patas arriba el tablero político. En aquellos años tomaron especial protagonismo dos dirigentes que hoy ya no están en la primera línea, al contrario que Sánchez. 

El primero que apareció en escena fue Pablo Iglesias. Con una fuerza nueva consiguió cinco eurodiputados en mayo de 2014. Su presencia fue creciendo y en diciembre de 2015, en las elecciones generales, Podemos estuvo a punto de superar al PSOE, quedando a poco más de 300.000 votos. La relación entre ambos partidos, por cuestiones obvias, eran tensas en esos momentos. Los socialistas no aceptaban gobernar con Podemos y eligieron pactar con Ciudadanos (Cs) y presionar a la fuerza morada. La investidura de Sánchez fracasó y se convocaron nuevas elecciones para junio de 2015. 

El protagonista esos meses fue Albert Rivera. Su formación había irrumpido con fuerza en los comicios de 2015, con 40 diputados. Meses después Sánchez firmó junto a él un acuerdo de coalición para formar un "Gobierno reformista y de progreso". La negativa de Podemos la impidió. A partir de ahí la historia de Sánchez se precipitó. Se repitieron elecciones, los socialistas cayeron y se encontraron con la disyuntiva de apoyar mediante abstención, una investidura de Mariano Rajoy respaldada también por Cs. 

Sánchez se negó, dimitió y volvió para ganar unas primarias heroicas en 2017. Reconstruyó el partido y al año siguiente presentó una moción de censura, gracias a la participación de la izquierda y los partidos independentistas, contra un Rajoy acorralado por la corrupción. El expresidente del Gobierno fue la primera "víctima" estatal del líder socialista. Su imagen saliendo del Congreso o atrincherado en un restaurante cercano han pasado a la historia política de este país. 

El siguiente punto relevante de la historia de Sánchez con otros líderes llegó tras las elecciones de noviembre de 2019. Cs tuvo una debacle electoral, pasando de los 57 escaños que habían obtenido en abril a solo 10. Rivera, tras los resultados de abril, se negó a pactar con un PSOE que todavía no estaba por la labor de acercarse a Unidas Podemos. Los números le daban suficiente fuerza a PSOE y Cs como para formar coalición. Pero eso no llegó. Rivera dimitió como líder del partido naranja. Llegaba la segunda "víctima" de Sánchez. 

A finales de 2019, y tras años de tira y afloja, se firmó un histórico pacto de coalición de Gobierno entre Unidas Podemos y el PSOE. Se selló con un abrazo entre Sánchez e Iglesias. El líder de la fuerza morada se convertía en vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030. En 2020, pocas semanas después de la formación de Gobierno, estalló una pandemia mundial que iba a marcar el rumbo del Ejecutivo. 

Iglesias decidió al año siguiente abandonar sus responsabilidades en el Gobierno para ser candidato en la Comunidad de Madrid. Salvó los muebles y mantuvo a su partido en la Asamblea, pero esa misma noche dimitió de todas sus responsabilidades y dio un paso al lado. Otra víctima más. Desde entonces se ha dedicado a labores comunicativas, primero en Público con el programa La Base y luego en su propio proyecto, Canal Red. 

Pablo Casado y su salida del PP 

Mientras tanto, el líder del PP que sustituyó a Rajoy, Pablo Casado, no terminaba de despegar. El ciclón de Isabel Díaz Ayuso y sus buenos resultados en Madrid opacaban al líder de los populares. La guerra soterrada entre Génova y la Puerta del Sol comenzó a visibilizarse a partir de otoño de 2021. Pero se aceleró sobremanera desde comienzo de 2022. 

El foco mediático se puso en el hermano de Ayuso y las comisiones que se llevó durante la pandemia mediante diferentes contratos. Y Casado decidió entrar en él. Para la historia quedará una entrevista realizada en la Cadena Cope el 18 de febrero de 2022 donde pronunció la siguiente frase: "La cuestión es si es entendible que el 1 de abril, cuando morían en España 700 personas, se puede contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros de beneficio por vender mascarillas".

La guerra era ya total y la trama incluía presuntos espionajes y cuchillos muy afilados. Todo desembocó en la salida forzada de Casado del liderazgo del PP. Antes lo había hecho Teo García Egea, su mano derecha. Casado se convertía en un un nuevo dirigente al que Sánchez ha resistido. Se produjeron manifestaciones en apoyo a Ayuso y rechazo a Casado a las puertas de Génova. Los barones del PP maniobraron y auparon al entonces presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

El último terremoto político en cuanto a liderazgos alrededor de Sánchez ha sido el de Yolanda Díaz. Si bien en su caso continúa al lado del presidente del Gobierno como vicepresidenta segunda y ministra de Empleo, ha dimitido de la coordinación de Sumar. Los socialistas recibieron la noticia con una mezcla de preocupación y oportunidad. Al mismo tiempo, cerraron filas con Sumar para garantizar la estabilidad del Ejecutivo. 

Otros líderes muy presentes estos últimos años y que también han salido de la primera línea son Alberto Garzón o Inés Arrimadas. El primero de ellos compartió Consejo de Ministros con Sánchez en la primera legislatura de la coalición progresista. El pasado año decidió retirarse de la vida política. Arrimadas, sucesora de Rivera al frente de Cs, dejó la política en junio de 2023 tras los malísimos resultados de su formación, que progresivamente ha perdido casi toda su representación institucional. 

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