Pedro Sánchez defendió en el Congreso un plan de regeneración democrática enfocado en los medios de comunicación, pero ¿en qué consiste esto? ¿Hay algún riesgo para la libertad de información, como denuncian los medios de la ultraderecha?

Lo primero que debemos decir es que Sánchez hizo referencia al Reglamento Europeo de Libertad de Medios de Comunicación. Este reglamento fue aprobado por el Parlamento Europeo el 13 de marzo. Y debe aplicarse en su integridad en todos los países de la Unión Europea a partir del 8 de agosto de 2025. ¿Pero qué dice esta legislación, criticada especialmente por los sectores ultras?

El punto más importante, sobre transparencia

El punto más importante es el reflejado en el artículo 6 y tiene que ver con la transparencia. Los medios de comunicación deberán dar a conocer de forma sencilla y directa quiénes son sus dueños. Es decir, las personas o empresas que tengan el poder económico suficiente para influir sobre el funcionamiento del medio. También deberán publicar sus ingresos por publicidad estatal y publicidad de administraciones públicas de terceros países. Este, el de la transparencia, es el punto más importante.

El artículo 4 busca defender la independencia de los medios. Los estados no podrán interferir ni influir en las decisiones editoriales de los medios de comunicación. Para ello, los Gobiernos no podrán obligar a los medios a revelar sus fuentes ni instalar programas de vigilancia en los dispositivos de los periodistas.

Otro artículo importante es el 5. En él se concreta que los estados deben establecer procedimientos transparentes en la elección de las cúpulas de los medios públicos. Estos mecanismos deben garantizar la pluralidad informativa y deben estar libres de la influencia política de los gobiernos.

Concentración mediática

El reglamento también incluye en su artículo 22 un marco para que los Estados miembros evalúen las fusiones en el sector de los medios de comunicación. Esto es, evitar que las concentraciones en el mercado de los medios puedan tener repercusiones negativas en el pluralismo y la independencia editorial.

Y otro artículo a destacar es el artículo 24, el relativo a los sistemas de medición de audiencia. El reglamento señala que estos medidores deben seguir principios de transparencia, imparcialidad e inclusividad. El objetivo es que los medios privados no hinchen sus audiencias con mecanismos poco fiables como bots o con un bombardeo de clickbytes.

Se sospecha que medios como El Español, Ok Diario, The Objective, Voz Populi o El Debate puedan incurrir en estas prácticas.
Algo que pudimos ver en la encuesta del CIS de Estudio sobre audiencias de medios de comunicación social. Con una muestra de 27.433 entrevistas, el trabajo otorga puestos más bajos a los medios mencionados frente al medidor oficial de medios digitales GFK.

Estos son algunos de los puntos más importantes del reglamento europeo y que el Gobierno quiere materializar en la legislación española. De hecho, cabe remarcar que el reglamento no afectará a la posibilidad de que los Estados miembros puedan adoptar medidas más detalladas o más estrictas para proteger el pluralismo, la transparencia y la independencia periodística.