Este fin de semana se generó una gran conversación en redes a raíz de la entrevista que dio la periodista María Ramírez en el diario El Mundo. El titular elegido por el periódico de Joaquín Manso fue: "Pablo Iglesias confunde la política y el periodismo". 

María Ramírez es una periodista formada en el CEU San Pablo, la Universidad de Columbia de Nueva York y la Universidad de Harvard. Trabajó durante 15 años en El Mundo para el que fue corresponsal en Nueva York y Bruselas. 
También para Univisión; El Español, del que fue cofundadora; y para Politibot, un bot de información "sin sesgo ideológico". Actualmente es subdirectora de eldiario.es 

Aunque tampoco podemos dejar de mencionar que Ramírez es hija de uno de los grandes nombres del periodismo español… María Ramírez es hija del que fuera fundador y director del diario El Mundo y el digital El Español, Pedro J. Ramírez. De hecho, María Ramírez, trabajó en ambos medios cuando su padre todavía ocupaba los cargos de dirección. 

Fijémonos en lo que dijo María Ramírez durante la entrevista en El Mundo. Lo que dijo textualmente fue que el error de Pablo Iglesias, que "confunde la política y el periodismo y al reportero con el tertuliano". Es decir, lo que sostiene María Ramírez es que política y periodismo, reporteros y tertulianos, son instancias separadas entre sí. 

En matemáticas, uno de los métodos lógicos para demostrar la falsedad de una proposición o frase, es el método por contraejemplo. Este método demostrativo se utiliza en concreto para hipótesis construidas mediante un cuantificador universal, es decir sirve para probar la falsedad de hipótesis que se refieren a todos los elementos de un conjunto dado. 

Lo explico: en nuestro caso concreto, tenemos la proposición de Ramírez, que dice que se confunde el periodismo y la política, simplificando que "los periodistas no son políticos" . En este caso la proposición se refiere a todos los elementos de un conjunto dado, el de los periodistas, por lo que estamos ante un caso de un cuantificador universal y podemos utilizar el método de contraejemplo para probar la falsedad de esta frase. 

Es decir, basta encontrar un único contraejemplo, de un periodista con vínculos con la política, para desmontar lo que vamos a llamar la "hipótesis Ramírez". 

Como hemos contado en La Base en programas anteriores son múltiples los casos de periodistas han ocupado cargos políticos, o de políticos que han acabado cobrando sueldo en grandes medios de comunicación. Os voy a dar algunos ejemplos:

- Angélica Rubio, antes de ser la directora de 'El Plural', fue directora general de Coordinación Informativa de la Secretaría General de Comunicación del Gobierno de Zapatero. 

- El director editorial de ‘El Periódico’, Juan Tapia, fue asesor del ministro de Economía Miguel Boyer, en el primer gobierno formado por Felipe González.

- El actual presidente del PNV, Andoni Ortuzar, fue jefe de política de 'Deia' y director de la radio pública vasca.

- El director de ‘La Razón’, Francisco Marhuenda, fue diputado del PP y jefe de Gabinete de Mariano Rajoy.

- La exministra de Ciencia e Innovación del gobierno de Zapatero, Cristina Garmendia, forma actualmente parte del consejo de administración de Mediaset.

- El expresidente socialista Felipe González tuvo (y dicen que mantiene) un sitio reservado en las reuniones del consejo editorial de PRISA.

- Pilar Rahola, colaboradora habitual de 'La Vanguardia', TV3 y Rac1, fue dirigente de Esquerra.

- Luis Herrero, presentador de EsRadio y columnista de Libertad Digital y 'ABC', fue eurodiputado del Partido Popular.

- El europarlamentario de Vox, Hermann Tertsch, es presidente del consejo editorial del panfleto ultraderechista 'La Gaceta de la Iberosfera' y fue corresponsal internacional en 'El País'. 

Y así podríamos seguir con decenas de ejemplos. Os doy unos pocos más:
Pablo Montesinos, encargado de cubrir al PP desde 'Libertad Digital', acabó de diputado y vicesecretario de Comunicación del Partido Popular de Casado. 
Mientras que el antes presentador de 'Noticias Cuatro', Miguel Ángel Oliver, acabó de secretario de Estado de comunicación de Pedro Sánchez. 

Además, el president de la Comunidat Valenciana, el socialista Ximo Puig y los expresidentes de la Generalitat de Catalunya y de Navarra, Carles Puidgemont y Uxue Barkos, también dieron el salto de trabajar en periódicos a la primera línea de la política. 

Por su parte, el exdiputado de Junts, Eduard Pujol, fue antes director general de RAC1 y director de contenidos de la televisión del Futbol Club Barcelona. 

Para terminar, quería señalar que esta promiscuidad entre política e información, no es un fenómeno estrictamente español y se da en otros países. Es decir, que los vínculos entre política y periodismo, en contra de lo que sostiene la "hipótesis Ramírez", no sólo son válidos en nuestro país, sino que tienen además carácter de universalidad. 

Vamos a dar sólo 5 ejemplos, que creo que son suficientemente significativos para ilustrarlo:

En Europa el caso más flagrante es el de Silvio Berlusconi, que se alzó políticamente apoyándose en el capital económico y social que construyó como magnate televisivo. Su principal instrumento para ganar y retener el poder fue su control de Mediaset, uno de los principales medios de comunicación italianos.

Pero el de Berlusconi no es el único caso. En Francia, el candidato ultraderechista Eric Zemmour, que aspiraba a competir con Marine Le Pen por la derecha, se hizo conocido como polemista en radios y televisiones.

Al otro lado del Atlántico, el caso más conocido es el de Donald Trump. Un magnate del audiovisual que acabó de presidente de Estados Unidos. Pero también el expresidente chileno, Sebastián Piñera, hizo el mismo viaje: de propietario de la televisión Chilevisión a ocupar la presidencia de la República.

En Argentina, uno de los referentes de la extrema derecha, es el actual diputado Javier Milei. Actualmente es una de las 30 personas más influyentes de Argentina, y esto lo consiguió en gran medida gracias a su trayectoria previa como "analista y tertuliano" durante el gobierno de Macri.