El PSOE y Unidas Podemos han reactivado la maquinaria para despejar cuanto antes algunas incógnitas relativas a la constitución de la comisión Kitchen en el Congreso. Tal y como ha confirmado la portavoz del grupo socialista en la Cámara Baja, Adriana Lastra, se reunirá en la tarde de este miércoles con Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, para avanzar en cuestiones como la composición, las comparecencias y los trabajos de la comisión de investigación, cuya creación fue aprobada por el Pleno de la Cámara Baja el pasado 1 de octubre. 

En cuanto a las comparecencias, fuentes socialistas señalan que están a favor de que el excomisario José Manuel Villarejo, en prisión provisional desde hace tres años por el caso Tándem e imputado en otros procesos judiciales, y el expresidente del Gobierno y expresidente del PP Mariano Rajoy sean citados a comparecer en dicho órgano, que investigará políticamente el presunto uso que el PP hizo de los fondos reservados para destruir pruebas incriminatorias. No así con Pablo Casado, actual líder del grupo conservador. 

En este sentido, la propia Lastra ha apuntado en rueda de prensa que su grupo propondrá a "todas las personas que puedan haber tenido vinculación directa" con la pieza Kitchen -enmarcada en la macrocausa Tándem o Caso Villarejo-, incluida "buena parte de las direcciones que ha tenido el PP", dando a entender que sí se citará a Rajoy, pero no a Casado.

Sin embargo, su socio de Gobierno, Unidas Podemos, entiende que el actual presidente del PP también debe comparecer en la comisión para explicar este caso, ya que "no se trata de manzanas podridas sino de una política de partido". Así, Echenique ha asegurado en rueda de prensa que, además de Casado, su grupo propondrá los nombres de Villarejo, porque "es más que evidente que formó parte de esta trama" al liderar presuntamente la policía paralela que realizó los trabajos encargados por la cúpula del Ministerio de Interior, y el de Rajoy, por ser el presidente del partido y del Gobierno durante el supuesto espionaje orquestado por el departamento de Jorge Fernández Díaz a instancias del PP.

En una entrevista concedida a El País hace unas semanas, el excomisario aseguró que PP y PSOE se habían "puesto de acuerdo" para que no acuda a declarar en la comisión ante la presunta existencia de grabaciones que podrían salpicar a los Gobiernos socialistas anteriores, tal y como indicó Villarejo. 

En cuanto a la presidencia de la comisión, fuentes socialistas han mostrado su predisposición a que este cargo sea ostentado por algún miembro de este grupo. Y, sobre la constitución de este órgano, estas mismas fuentes sostienen que podría estar lista para antes de final de año, aunque esto depende de las negociaciones de los partidos que sostienen al Gobierno con el resto de grupos. 

PSOE y Unidas Podemos presentaron el pasado 10 de septiembre una iniciativa para que el Congreso investigue el operativo supuestamente desplegado desde Interior para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas. El Pleno de la Cámara aprobó la creación de la comisión el pasado 1 de octubre por una amplia mayoría. Sin embargo, no se había llevado a cabo ninguna negociación hasta ahora debido a la "apretada agenda parlamentaria" -según han defendido fuentes socialistas- de los últimos dos meses con la moción de censura fallida de Vox, el debate sobre la prórroga del estado de alarma hasta mayo y el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021, que se remitió al Senado el pasado jueves.