Público
Público

El PSOE bloquea la regulación de la publicidad de alimentos para niños que impulsa Garzón

Ministerios  socialistas no ven claros aspectos esenciales del real decreto en el que trabaja Consumo.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, a su llegada a una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados. E.P./Jesús Hellín
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, a su llegada a una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados. E.P./Jesús Hellín. Jesús Hellín / EUROPA PRESS

Ministerios controlados por el PSOE no ven claros aspectos esenciales de la regulación de la publicidad de alimentos para niños que impulsa el departamento de Consumo de Alberto Garzón (IU), según ha podido saber Público.

Hace un año, el ministro anunció que un Real Decreto aprobaría un nuevo marco regulatorio después de que, según Garzón, el sistema de autorregulación vigente desde 2005 se mostrara "insuficiente". En un comunicado, Consumo afirmaba que así lo aconsejaban los datos de sobrepeso y obesidad en los niños, "de los que la publicidad es una de las causas".

Sin embargo, ministerios del PSOE, durante este año de tramitación de la norma, en los que han tenido que manifestar su posición al respecto del borrador de Real Decreto, redactado por Consumo, consideran fundamentalmente que el sistema de autocontrol de la publicidad –el llamado código PAOS– que rige hoy en día, debe primar, además de defender que la regulación, tal y como está, podría perjudicar a un sector, el de la alimentación, al que hay que acompañar y cuidar por ser estratégico para el país.

Con ello, según las fuentes consultadas por Público, lo que sucede es que ahora el Real Decreto (que debe aprobarse en Consejo de Ministros) está bloqueado y no puede culminar su tramitación, porque necesita para salir adelante de los informes favorables de los diferentes actores, incluidos los socialistas, que en el Ejecutivo tienen competencias sobre la materia.

En este momento, no hay regulación sobre este tema y todo está en manos de lo que decidan las empresas que asumen unas reglas básicas de autorregulación. Consumo, en su comunicado de hace un año, recordaba que lo que se pretende es seguir las recomendaciones de los organismos internacionales, como la OMS, y asimilar la normativa española a la de países "como Reino Unido, Portugal y Noruega". "Los menores son personas consumidoras vulnerables y tenemos la obligación de protegerles frente a la publicidad", señaló el ministro entonces.

Regular la publicidad sobre los alimentos a menores es un asunto que goza de cierto grado de consenso social –una buena alimentación de la infancia es, por ejemplo, también una de las causas por las que aboga el ya retirado baloncestista Pau Gasol, campeón de la NBA y medallista olímpico– y, desde luego, entre los expertos.

Uno de los últimos estudios serios sobre este asunto, elaborado por la Agencia Española de Nutrición y Seguridad Alimentaria –el conocido como informe ALADINO 2019– reveló que cuatro de cada diez niños y niñas de entre 6 y 9 años tiene exceso de peso, de los que el 23,3% está en niveles de sobrepeso y el 17,3% sufre obesidad.

En cuanto al género, el sobrepeso es más prevalente en niñas, mientras que la obesidad lo es en niños. "Es una cifra que compromete seriamente la salud pública, en general, y los derechos de los menores y su desarrollo individual, en particular. Estos datos, corroborados por la OMS, sitúan a España entre los países de la Unión Europea con mayor prevalencia de obesidad infantil", se puede leer en la exposición de motivos del Real Decreto ahora paralizado.

En cuanto a la calidad de la alimentación de los chavales, el estudio Aladino detalla que un 76,2% de los escolares ha de mejorarla. Y agrega que aunque ha aumentado el consumo de fruta respecto a años anteriores, solo un 20,1% de los escolares la consume habitualmente en el desayuno.

Exposición a la publicidad

Aunque las causas de la obesidad son variadas y complejas, "existe suficiente evidencia científica –se lee en la exposición de motivos del Real Decreto– que demuestra que la publicidad de alimentos influye en sus preferencias y hábitos alimentarios, especialmente en las del público infantil". En su informe de 2018 titulado Tackling Food Marketing to Children in a Digital World: Transdisciplinary Perspectives, la OMS afirmó taxativamente: "Hay una evidencia inequívoca de que la obesidad infantil está influida por el marketing de alimentos y bebidas no alcohólicas altas en grasas saturadas, sal y/o azúcares libres".

En otros países de la UE, el panorama es similar. Según estudios recientes que se han hecho, por ejemplo, en Francia, la mitad de la publicidad que ven en ese país los menores es de productos poco saludables. En Francia, en el año 2018 el gasto en publicidad para negocios de alimentos, bebidas y catering en todos los medios del país alcanzó los 1.100 millones de euros.

"Un informe –se añade en la exposición de motivos– publicado por la Comisión Europea en 2021 y titulado Study on the exposure of children to linear, non-linear and online marketing of foods high in fat, salt or sugar concluye que, en promedio, un niño en la Unión Europea de entre 4 y 17 años estuvo expuesto en 2017 a 4,7 anuncios por día de alimentos y bebidas altas en azúcar, sal o grasas, o de restaurantes de comida rápida en medios audiovisuales lineales. Y que el 75% de los anuncios y el 70% de los impactos de los anuncios de alimentos y bebidas fueron para marcas o productos altos en sal, azúcar o grasas. En el caso de los servicios online, el porcentaje de ese tipo de anuncios mostrados a menores de 18 años era del 64%".

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias