La protestas ciudadanas por la sentencia del 'procés' ha puesto un nuevo nombre sobre el tablero catalán: Tsunami Democràtic. Ha sido la plataforma encargada de organizar y coordinar las diferentes movilizaciones y protestas que, desde que a las 9 de la mañana se ha conocido la sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo sobre el 'procés', han tomado las calles y plazas de Catalunya, además de la protesta en el aeropuerto barcelonés de El Prat, provocando la cancelación de más de 100 vuelos.

Este movimiento, que cuenta con apenas un mes y medio de vida, nació bajo el paragüas de los partidos y organizaciones independentistas. De hecho, su concepción coincide en el tiempo con la celebración de un congreso en Ginebra 8Suiza) de estas fuerzas. Al poco tiempo, figuras políticas de primer orden daban la bienvenida al movimiento, como se puede observar en las cuentas de Twitter de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont.

En su manifiesto fundacional ya vislumbraban la sentencia del 'procés' como una fecha señalada para retomar "la lucha no violenta y la desobediencia civil" tras un tiempo donde la "desilusión y la desorientación" provocadas por la "represión" que había debilitado la capacidad de movilización del sector independentista en los últimos tiempos. 

Y durante el primer día de movilizaciones en Catalunya tras conocer la sentencia se han mostrado como un elemento absolutamente vertebrador de las protestas, gracias a su capacidad de difusión en canales como Telegram, donde su canal ya acumula 178.000 seguidores, mientras que su cuenta en Twitter cuenta con 111.000. 

Organizados de arriba a abajo y sin cara visible 

Su sorprendente papel protagonista en las protestas contrasta con lo poco que se conoce de sus organizadores, que han apostado por una forma de comunicación vertical, de arriba a abajo, para dar forma a la jornada vivida en el día de hoy en Catalunya. Según ha publicado La Vanguardia, se trata de un proceder muy similar a la que el independentismo ya utilizó para poder llevar las urnas a los lugares de votación en el referéndum del 1 de octubre de 2017.

El anonimato es un aspecto clave para su funcionamiento. Los coordinadores en los diferentes niveles de organización desconocen las identidades de los que llevan las riendas de Tsunami Democràtic, más allá de aquellas personas con las que tienen contacto directo. Esa ausencia de una figura reconocible, a diferencia de plataformas como Òmnium Cultural o la ANC, estaría ideada para blindar de posibles responsabilidades penales a esa cúpula dirigente que decide la forma en la que se realizan las protestas.