El sistema electoral que rige los comicios al Parlamento de Galicia del próximo 18 de febrero se basa en las mismas reglas de proporcionalidad corregida que en el modelo español priman a las provincias menos pobladas y al partido más votado.

Por eso el precio en sufragios de un diputado o diputada por Lugo o por Ourense es casi la mitad del de uno o una por A Coruña o por Pontevedra.

En las últimas autonómicas, en 2020, mientras cada uno de los nueve escaños que el PP obtuvo por Lugo le costó 9.918 votos, al PSOE cada uno de los cuatro que logró por A Coruña le valieron 22.241.

El BNG pagó 19.000 votos por escaño en A Coruña -obtuvo siete- y 18.000 por Pontevedra -seis-, cuando al PP los ocho que ganó en Ourense sólo le costaron 10.300 sufragios cada uno.

Ley D'Hont

A la desproporcionalidad que resulta de aplicar la Ley D'Hont para el reparto de escaños, se añade además la barrera legal del 5% de sufragios válidos que debe obtener cualquier lista en una circunscripción para entrar en ese reparto.

Así, la coalición de Podemos, Esquerda Unida, Anova y las mareas se quedó en 2020 sin escaño pese a tener 23.757 votos -el 4,43%- en A Coruña y 20.772 en Pontevedra -4,6%-

En la primera de esas provincias, Vox tuvo 11.359 votos y tampoco entró en el reparto. En la segunda le sucedió lo mismo con 8.867 sufragios.

El Parlamento de Galicia tiene 75 escaños que la ley electoral de Galicia distribuye entregando directamente diez a cada una de las cuatro provincias, repartiendo los 35 restantes en función de su población: 25 para A Coruña, 22 para Pontevedra, 14 para Lugo y 14 para Ourense.

Ourense y Lugo, el 23% del censo y el 37% de escaños

Entre las dos últimas provincias suman 520.000 de electores. Son el 23% del censo electoral de residentes pero eligen al 37% del los miembros Parlamento- de A Coruña (923.000) y Pontevedra (773.522) tienen mas del 76% del censo, pero solo el 63% de los escaños.

Si el reparto fuera proporcional puro, a las provincias interiores les corresponderían sólo nueve diputadas a cada una, frente las 31 que tendría A Coruña y las 26 de Pontevedra.

La distorsión que aplica la Ley D'Hont benefició al PP en 2020 con cuatro escaños, uno por provincia, en perjuicio del PSOE.

Los populares se llevaron el último diputado por Pontevedra en disputa con el PSOE por sólo 96 votos. Los socialistas también se quedaron a 1.291 sufragios del último escaño por Lugo y a 4.267 del último por Pontevedra.

Jácome amenaza dos escaños del PP

En Ourense la distancia fue de 9.377 votos, aunque en esa circunscripción ha entrado ahora en escena la Democracia Ourensana (DO) del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que podría arrebatarle hasta dos actas al PP  en esa provincia y hacerse con la llave del Gobierno de la Xunta.

En las últimas municipales, el pasado 28 de mayo, DO fue la lista más votada en la capital provincial con el 33,8% de los votos, y obtuvo un 10,9% en el global de la provincia.

Si se repitieran los resultados de aquellas elecciones locales, Jácome tendría asegurado un escaño en detrimento del PP, y estaría a menos de 1.200 votos de arrebatarle otro. Si sucediera así, cada acta le costaría apenas 10.000 sufragios.

La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) da al PP de Alfonso Rueda entre 36 y 38 diputados, al borde de perder la mayoría absoluta que heredó de Feijóo; entre 20 y 23 al BNG de Ana Pontón y entre 15 y 17 al PSOE de José Ramón Gómez Besteiro.

El CIS da a Sumar (Marta Lois) entre cero y dos escaños, y a DO -su cabeza de lista es Armando Ojea.-, entre cero y uno.