El Partido Popular de Galicia ha asentado sus últimas mayorías absolutas en su fortaleza en las zonas interiores, especialmente en las provincias de Ourense y Lugo, mientras que la izquierda cementa la suya en las grandes ciudades y villas medianas del eje atlántico, que cruza A Coruña y Pontevedra, sobre el que se asienta el área más poblada y desarrollada de la comunidad.

Las dos primeras eligen a casi cuatro de cada diez diputados del Parlamento de Galicia -son 75 en total, con la mayoría absoluta en 38-pese a que entre ambas suman poco más de dos de cada diez electores -2,1 millones el próximo 28 de febrero-. Es en ellas donde el PP tiene sus mejores resultados en todas las elecciones.

Los populares, que ahora lidera Alfonso Rueda, obtuvieron en Ourense y Lugo un 41% y un 44% del voto, respectivamente, en las municipales de mayo pasado, frente al 37% de apoyos en A Coruña y Pontevedra; y alrededor de un 50% en las generales de julio, frente al 43% y el 40% que registraron en A Coruña y Pontevedra en esos mismo comicios.

El PP escogió precisamente Ourense para su reunión interparlamentaria de hace dos domingos- "Este acto había que celebrarlo aquí, dijo"-, y Lugo para presentar su programa electoral el pasado sábado.

Tres candidatos el mismo día 

Ese mismo día, la candidata del BNG, Ana Pontón, se paseó por las calles y mercados del casco antiguo de la ciudad, y el del PSOE, José Ramón Gómez Besteiro, mitineó en la Facultad de Veterinaria del campus lucense acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Los tres candidatos conocen la importancia de esa plaza, donde suele bailar un último escaño que acostumbra a caer, aunque no siempre, del lado del PP. Rueda, pontevedrés de nacimiento y obra, juega a la defensiva en la provincia. Pero tanto Pontón como Besteiro son lucenses -la líder nacionalista, de Sarria, a media hora en coche de la ciudad, y el del PSOE, de la capital-.

El aspirante socialista llamó en el mitin del sábado a evitar "la resignación", dirigiéndose al electorado indeciso al que también apeló Sánchez: "Abstenerse significa que gobierne el PP", añadió el presidente del Gobierno, consciente de que la desmovilización en Lugo y Ourense -un 52% y un 56% respectivamente en las últimas autonómicas del verano del 2020- beneficia a los populares.

En aquellos comicios, cuando Alberto Núñez Feijóo obtuvo su cuarta mayoría absoluta con 42 diputados, el PP rondó el 54% de votos válidos en Lugo y Ourense, pero no llegó al 50% en las provincias atlánticas. El expresidente de la Xunta y hoy líder del PP estatal se llevó entonces el 64% de los escaños en disputa en Lugo y el 57% de los de Ourense, por el 53% de A Coruña y el 50% de Pontevedra.

El 64% de los escaños de Ourense con el 54% de votos

El BNG, por contra, obtuvo 13 de sus 19 asientos por las dos últimas provincias, donde el PSOE ganó 9 de sus 14 actas.

Si el reparto provincial de diputados hubiera sido directamente proporcional a la población, sin las correcciones que la ley electoral gallega dispone para garantizar una representación mínima a cada provincia -entrega diez escaños a cada una con independencia del número de electores con el que cuenten-, Feijóo habría tenido dos diputados menos. El PSOE habría tenido dos más; mientras que el BNG habría mantenido sus 19.

De las siete grandes ciudades de Galicia el PP sólo gobierna en Ferrol, donde en las elecciones locales del 28M no llegó al 43% de los votos. En el resto de urbes del eje atlántico, en A Coruña fue apenas el 30%, en Santiago el 38% y en Pontevedra el 39%.En Vigo, los populares no llegaron al 19%.

En Lugo ciudad, en cambio, el PP obtuvo el 43,7% -al borde de la mayoría absoluta que sí sumaron PSOE y BNG- . Y en Ourense capital, con el 25%, sólo se vio superado por la Democracia Ourensana de Gonzalo Pérez Jácome, a la que apoya para que éste mantenga la Alcaldía en minoría y a la que las encuestas dan la posibilidad de ganarle hasta dos escaños al PP el 18F, que podrían ser claves para inclinar la Xunta del lado conservador.

Un 25% de apoyos para el BNG en el eje atlántico

En las últimas autonómicas, el BNG obtuvo un 25% de apoyos en Pontevedra y un 24% en A Coruña, mientras que en Lugo no llegó al 22% ni en Ourense, al 20%. Los nacionalistas de Ana Pontón gobiernan en 36 municipios, de los que 28 están en las provincias atlánticas y sólo ocho en las dos interiores.

Uno de ellos es la capital autonómica, Santiago, la única ciudad del eje atlántico sin vistas al mar y que Pontón ha venido eligiendo desde hace meses para sus principales actos de precampaña. El último, la convención nacional del Bloque el pasado domingo. La posibilidad de desalojar al PP de la Xunta, dijo ese día, está "a un puñado de votos que pueden cambiar la historia de este país".

En cuanto al PSOE, tuvo cerca de 200.000 votos en A Coruña y Pontevedra en las autonómicas de 2020 y menos de 60.000 en Lugo y Ourense.

En las municipales de 2023, el 76% de los votos socialistas en Galicia se contabilizaron en las provincias atlánticas, que también agruparon idéntico porcentaje de apoyos a Pedro Sánchez en la comunidad el pasado 23J.

En cuanto a Sumar y a Podemos, también disputan sus posibilidades en estas elecciones en el eje atlántico. El partido de Yolanda Díaz y su candidata, Marta Lois, que obtuvo un escaño por A Coruña y otro por Pontevedra, no llegó a 20.000 votos en Lugo y Ourense por más de 150.000 en aquéllas provincias.

Por su parte, la formación de Ione Belarra, Borja San Ramón e Isabel Faraldo -la aspirante a la Xunta- aliada con Anova y Esquerda Unida en las autonómicas de 2020, apenas superó el 2% de sufragios en las provincias interiores, cuando en las otras dos se quedó al borde del mínimo del 5% que les habrían permitido entrar entonces en el Parlamento de Galicia.