Óscar, un independentista catalán, es la última víctima del sexpionaje de la Policía Nacional en Catalunya. María, su pareja durante tres años, era una agente que lo sedujo para sacarle información.

Este caso, denunciado por el movimiento independentista, se suma a otros tres, como el de un policía infiltrado en los movimientos sociales de Barcelona que fue denunciado por cinco mujeres.

Esta práctica, consistente en introducir a un topo en un determinado colectivo para averiguar sus actividades y sus acciones desde dentro, ha sido considerado como una forma de guerra sucia y hasta ha provocado roces entre ERC y el Gobierno.

La Directa ha desvelado este viernes que un activista de Girona, pendiente de juicio por el corte de vías del tren de alta velocidad en el marco de las protestas del primer aniversario del 1-O, mantuvo una relación con la supuesta policía.

Así lo asegura el movimiento independentista gerundense, que ha denunciado que el Estado recurra a esta estrategia, en este caso protagonizada por una supuesta policía de la promoción de 2019.

Su objetivo era conseguir información sobre el activismo independentista, antirracista y por el derecho a la vivienda en Girona y Salt, según la investigación de los periodistas Jesús Rodríguez, Gemma Garcia y David Bou.

El caso de Óscar es similar a los de otras personas independentistas, quienes se han manifestado este viernes ante la Subdelegación del Gobierno de Girona y han anunciado que emprenderán acciones legales.

En la protesta, donde se exhibieron carteles con la cara de la supuesta agente de la Policía Nacional, participaron el alcalde de la ciudad, Lluc Salellas (Guanyem), Gemma Geis (Junts) y Quim Ayats (ERC).