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Un Parlament controlado por el independentismo da paso a la negociación para una incierta investidura de Illa

La cámara catalana se pone en marcha con el expreso de Junts Josep Rull al frente y una Mesa de mayoría soberanista, pero todos los partidos lo desvinculan de las conversaciones para la presidencia de la Generalitat, que tienen a Illa como principal aspirante y a ERC como fuerza clave.

Anna Navarro Descals, de Junts, y el recién elegido presidente del Parlament de Catalunya, Josep Rull, durante el pleno del 10 de junio de 2024, en Barcelona.
Anna Navarro Descals, de Junts, y el recién elegido presidente del Parlament de Catalunya, Josep Rull, durante el pleno del 10 de junio de 2024, en Barcelona. Lorena Sopêna / Europa Press

La primera incógnita de la nueva legislatura catalana ya está resuelta, aunque se ha mantenido hasta prácticamente el mismo momento de las votaciones. El nuevo Parlament de Catalunya de la XV legislatura arranca con Josep Rull, de Junts, en la presidencia y una Mesa de mayoría independentista, con dos miembros de Junts, dos de ERC y tres del PSC.

Los socialistas no han podido, o no han querido, neutralizar esta mayoría independentista, que requería el voto del PP, además de apretar el acelerador jurídico para forzar la anulación de los votos de Carles Puigdemont y Lluís Puig prohibidos por el Tribunal Constitucional.

El rechazo de ERC a una Mesa del Parlament controlada por el tripartito de izquierdas, junto al PSC y los Comuns, incluso con la renuncia a ejercer la presidencia de la cámara por parte de los republicanos que el PSC estaba dispuesto a ceder, dejaba poco margen para evitar la mayoría independentista. Y según qué movimientos de los socialistas podían hipotecar definitivamente la negociación del PSC con Esquerra para la investidura de Salvador Illa. Que no está garantizada ni mucho menos, pero que pactar con el PP la Mesa y lidiar en los tribunales contra los diputados independentistas podía hacer descarrilar antes de empezar a negociar.

De esta forma, una vez superada la compleja constitución del Parlament de Catalunya, una de las más inciertas y disputadas de su historia, se abre paso el nudo gordiano de la legislatura. Que no es otro que la investidura del 133 president de la Generalitat. De entrada, el único que tiene opciones reales es Salvador Illa, después de la victoria del PSC en las elecciones del 12 de mayo. Pero con solo 42 diputados, muy lejos de los 68 de la mayoría absoluta, nada tiene garantizado el jefe de los socialistas catalanes.

El PSC necesita a ERC para la investidura 

El PSC depende, para conseguir la mayoría necesaria para la investidura, de cerrar un acuerdo con ERC y los Comuns. De no conseguirlo dependería aritméticamente de la suma con el PP y Vox, acuerdo que es prácticamente imposible.

Los socialistas siempre han dejado claro que hablarán con todos los grupos excepto la extrema derecha. Y el PP y Vox no parecen tener ningún incentivo en dar sus votos a los socialistas, con los que están duramente enfrentados y a los que acusan de "cómplices de los independentistas". Así pues, el concurso de ERC se prefigura decisivo.

Fuentes de ERC aseguran que estarán en la oposición

La composición de mayoría independentista de la Mesa del Parlament, y con presidencia de Junts, impactará sin duda en el desarrollo de esta segunda etapa negociadora hacia la investidura del 133 president de la Generalitat. Pero todos los grupos consultados, empezando por ERC, aseguran que son dos escenarios distintos. Y advierten de que la negociación para la constitución del Parlament no tiene ninguna conexión con la de la investidura.

"Ahora empieza una nueva negociación, y veremos qué está dispuesto a poner sobre la mesa cada aspirante y qué posibilidades tiene. Nosotros tenemos unas condiciones explicitadas y firmes que se tendrán que atender, pero la responsabilidad ahora mismo recae en el PSC y Junts, que fueron las fuerzas más votadas. Nosotros estaremos en la oposición", asegura un miembro de la dirección de Esquerra.

Investiduras, dos para Illa y una para Puigdemont 

La primera decisión que deberá tomar el nuevo presidente del Parlament, Josep Rull, es designar la primera investidura que ha de realizarse antes del 25 de junio. La protagonice quien la protagonice, será fallida con toda seguridad, dado que no se prevé a tan corto plazo ningún posible acuerdo que garantice la mayoría necesaria antes de esa fecha.

La primera decisión que deberá tomar Josep Rull es designar la primera investidura antes del 25 de junio

La composición final que ha tenido la Mesa del Parlament, con mayoría independentista, permite pensar que se formalizará la petición de Carles Puigdemont de poder optar a una investidura. "Las votaciones de este lunes para constituir el Parlament avalan lo que hemos defendido, hay una mayoría independentista superior a la que pueden aglutinar los socialistas", asegura un miembro de la dirección de Junts y peso pesado en el grupo parlamentario. "La investidura de Puigdemont y su aspiración a presidir la Generalitat son absolutamente legítimas", remata.

Aunque hay poca información al respecto, algunos diputados de Junts comentaban en el Parlament que lo más prudente para Puigdemont sería que la investidura se celebre a finales de verano, para dar tiempo a que se aplique la ley de amnistía. No se puede olvidar que, de momento, Puigdemont tiene una orden de búsqueda y captura en vigor del Tribunal Supremo y que los jueces disponen de dos meses para decidir sobre la aplicación de la ley.

Con estos comentarios resonando, todo apunta a que Salvador Illa podría ser el designado para una investidura fallida el 25 de junio, que ponga en marcha el cronómetro y active el periodo de dos meses de intensas negociaciones para llegar a un acuerdo de investidura y evitar la convocatoria automática de nuevas elecciones.

Al final de este periodo, que tiene como límite el 25 de agosto, es cuando se podría celebrar la investidura de Puigdemont, que con toda seguridad también sería fallida ya que, aunque tenga el apoyo de ERC y la CUP, en este caso –a diferencia del sistema de voto nominal de la constitución del Parlament– requiere mayoría absoluta o más votos favorables que negativos. Y por tanto requeriría la abstención del PSC, cosa que ya está totalmente descartada.

Las condiciones de ERC para la investidura 

Todo ello lleva a una segunda investidura de Illa a finales de agosto, que dependerá del proceso negociador que comenzará a partir de este martes, que será complejo y en el que se prevé un posible acuerdo in extremis, si es que llega a darse.

Sin duda, la composición de la Mesa del Parlament, después de un nuevo acuerdo independentista, acentuará la presión desde Junts sobre ERC. Los postconvergentes persiguen evitar la investidura de Salvador Illa, tal como ya avanzó Público

ERC pone dos condiciones para una posible investidura de Illa: financiación "singular" y referéndum 

A pesar de ello, ERC se abre a "mover la posición" en las negociaciones para investir al candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat. Pero pone como condición que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, "mueva ficha" respecto a la "financiación justa y singular" para Catalunya.

ERC fija dos grandes condiciones para estudiar una investidura de Illa: una propuesta de financiación "singular" para Catalunya y una hoja de ruta "clara" para celebrar un referéndum acordado. Aunque los republicanos no renuncian a ninguno de los dos temas, dirigentes de ERC como la secretaria general, Marta Rovira, ponen el foco en la financiación.

Rovira asegura que los republicanos "sólo" moverán "la posición" si es "para favorecer a la gente". "Si Illa quiere nuestros votos, sepa que pondremos a las personas en el centro", remarca, añadiendo que para conseguir "mejores hospitales y escuelas" es necesario que Catalunya pueda "recaudar impuestos". 

El frente independentista resucita, a pesar de todo

El independentismo ha mostrado este lunes capacidad de maniobra en la compleja y diversa política catalana, a pesar de los notables retrocesos electorales en todo este ciclo electoral y después de haber perdido la mayoría en el Parlament tras más de una década de procés.

Fuentes de Esquerra dicen que no tienen ningún acuerdo con Junts

Y es evidente que tener un expreso político como presidente del Parlament tiene un gran simbolismo. Pero ello no quiere decir que se haya trabado una estrategia conjunta para la legislatura y mucho menos respecto a la investidura presidencial. Según fuentes de la dirección de Esquerra, "no tenemos ningún acuerdo con Junts al respecto, ERC podrá sobre la mesa de negociación sus condiciones y será soberana en sus decisiones y la militancia decidirá".

Un tema, el de la militancia de ERC, nada menor. Habrá que ver qué pesa más en su decisión en la consulta a las bases, que marcará si la legislatura fructifica con Illa de president de la Generalitat o embarranca con nuevas elecciones en octubre. Y la corriente contraria a la investidura de un socialista que genera la entente independentista en la constitución del Parlament de este lunes no es despreciable.

Los dirigentes de ERC y del PSC tendrán que esforzarse muy a fondo para poner sobre la mesa de la militancia de Esquerra una propuesta que ilusione más que el frente independentista que una vez más Junts ha conseguido forjar este lunes en el Parlament. A pesar de años de ataques y reproches contra ERC que llegaron al clímax con el abandono del Govern conjunto presidido por Pere Aragonès.

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