Este sábado se cumplen 103 años del nacimiento del escritor e intelectual Julio Cortázar. Nació de padres argentinos en un barrio del sur de Bruselas, en el mismo mes en que Bélgica fue invadida por los alemanes en el marco de la I Guerra Mundial. Posteriormente, vivieron en Suiza y en Barcelona antes de que la familia cruzase el Atlántico para residir en Argentina.

 A los nueve años leía tanto que llegó a preocupar a sus padres, y pronto comenzó también a escribir. Trabajó como maestro, para después colaborar con diversas revistas y comenzar a trabajar como traductor mientras se publicaban sus primeros cuentos.

Opuesto al Gobierno de Perón, Cortazar decidió en 1951 trasladarse a París, donde residió hasta su muerte. Tras un viaje a Cuba en 1963 ya nunca dejó interesarse por la política latinoamericana. Ese mismo año se publicó su inolvidable novela Rayuela, un verdadero clásico de la literatura en castellano, aunque, para muchos lectores, no son menos importantes los relatos que escribió durante toda su vida, y que marcaron la escritura de una época con su particular estilo.

Donó los derechos de autor de sus obras para ayudar a presos políticos de varios países. En 1970 viajó a Chile para apoyar a Salvador Allende. Un año después,  protestó junto a destacados intelectuales por la persecución del Gobierno cubano contra el poeta Heberto Padilla, que llevó a que se desilusionase con Cuba.

En 1974 donó el dinero del prestigioso premio Médicis étranger de literatura a la resistencia chilena contra la dictadura. En 1981 opta por la nacionalidad francesa, rechazando la argentina en protesta por la dictadura militar. Julio Cortázar murió de leucemia en París el 12 de febrero de 1984.