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Jueces, fiscales y policías, amenazados Villarejo cambia de estrategia y se lanza a una venganza contra los que le han 'traicionado'

El excomisario encarcelado está en el origen de las filtraciones de nuevas grabaciones que comprometen a la ministra de Justicia y al exmagistrado Baltasar Garzón. Cunde el temor entre policías, fiscales, jueces y políticos de que aparezcan más audios de sus conversaciones con Villarejo en el nuevo medio digital recién creado para cumplir sus amenazas

Los comisarios Salamanca y Villarejo, con sus respectivas esposas, cuando el ministro Fernández Díaz les impuso la medalla roja, en 2012.

Hasta ahora, el excomisario José Manuel Villarejo Pérez se había limitado a advertir una y otra vez al juez, desde la cárcel, de que la difusión de los materiales incautados en la caja fuerte gigante de su chalet secreto podía poner en peligro la seguridad del Estado y perjudicar gravemente al sistema democrático español. Pero cuando hizo detonar su bomba nuclear –las grabaciones de Corinna sobre el rey emérito– y ni por esas quebró la decisión judicial de mantenerlo en prisión preventiva, decidió cambiar de estrategia.

Villarejo ya no espera ser rescatado por los padrinos que siempre le protegieron y se considera traicionado por los que considera que le deben muchos favores, así que ha puesto en marcha una venganza a la medida de su ira. Desde la prisión de Estremera, el otrora todopoderoso comisario se ha aprovechado de la creación de un nuevo medio digital (Moncloa.com) y ha puesto en marcha una operación de filtraciones graduales de los audios más dañinos que posee –como el que ahora está a punto de derribar a la ministra de Justicia, Dolores Delgado–, tras grabar durante décadas a destacadas personalidades de la política, la policía y hasta la judicatura, según diversas fuentes consultadas por Público.

Para empezar, la grabación de la comida de 2009 en la que participaron la ministra Delgado –en aquel entonces fiscal de la Audiencia Nacional–, el juez Baltasar Garzón –quien aún no había sido inhabilitado–, Miguel Ángel Fernández Chico –que ejercía como Director Adjunto Operativo (DAO) y falleció en enero de 2012–, Eugenio Pino –siguiente DAO y organizador de la brigada política policial con el ministro Fernández Díaz– y los comisarios Villarejo, Enrique García Castaño y Gabriel Fuentes, todos relacionados con las cloacas de Interior, no ha sido hasta la fecha localizada entre los 30 Terabytes de audios incautados en el caso Tándem.

Eso no quiere decir que no esté en ese tesoro oculto de Villarejo, puesto que en esos discos duros y pendrives hay muchos miles de horas de audios grabados secretamente por el excomisario durante los últimos 25 años. Y los fiscales Anticorrupción encargados de la investigación están metódicamente estudiando uno a uno cada uno de ellos para descubrir innumerables casos de corrupción policial, prevaricación y otros delitos en los que participó esa policía paralela.

La fuente de la filtración de audio de la ministra Delgado es el propio Villarejo

Por tanto, queda claro que la fuente de la filtración es el propio Villarejo, a través de testaferros a los que había confiado sus grabaciones más explosivas –como la de Corinna que entregó a Manuel Cerdán, adjunto de Eduardo Inda en OKdiario, tal como reveló Público año y medio antes de su publicación en ese medio– para asegurarse impunidad mediante el chantaje. Estrategia que ha caducado al ejecutarse esa amenaza y transformarse la extorsión en venganza.

Es por ello que en estos momentos cunde un auténtico pánico en los círculos de los que se rodeó Villarejo para sus actividades ilícitas de "gestión de crisis" al servicio de multimillonarios y grandes empresas, y que incluían a destacados políticos, fiscales y hasta magistrados, además de altos mandos policiales y bufetes de abogados. Prácticamente todos ellos se han alejado definitivamente del padrino de las cloacas y ha sido la frustración de verse abandonado a su suerte, ante una larga condena de prisión al final de su vida, lo que ha impulsado al excomisario a apretar el botón de "destrucción mutua asegurada".

La intranquilidad reina incluso en la cúpula de la Unidad de Asuntos Internos

Fuentes policiales han confiado a Público que la intranquilidad reina en la propia cúpula de la Unidad de Asuntos Internos, encargada de las pesquisas policiales del caso Tándem, a pesar de que desde la Dirección General de la Policía se manifiesta la determinación de no ceder a la ofensiva final de Villarejo. Y fuentes letradas han constatado a este diario que ya están apartándose del excomisario hasta los abogados que más fieles le han sido a lo largo de los años –como David Macías González y Óscar Jiménez Rubia–, quienes ahora están comunicando a los enemigos de Villarejo que retiran todas las querellas con las que solían tratar de amedrentarlos.

Así que Villarejo ha pasado a su Plan C, utilizando una nueva herramienta digital para ejecutar su venganza como el célebre Información Sensible –desde el que se difundió la grabación ilegal entre mandos de Asuntos Internos y agentes del CNI– cuya gerente era la mujer del excomisario, Gemma Isabel Alcalá. Según fuentes conocedoras de cómo se gestó el nuevo medio Moncloa.com, esta última estuvo muy activa en los últimos meses buscando la plantilla de periodistas con la que poner en marcha el nuevo medio que ostenta el lema: "Política, poder, pasión".

No obstante, el propietario de Moncloa.com, Alejandro Suárez, se ha puesto en contacto con Público para desmentir rotundamente que Villarejo o su mujer hayan participado en la creación de esa web e incluso asegura que en realidad la fuente de la grabación que está publicando por capítulos es gente enemiga del famoso comisario de las cloacas. Suárez, también creador hace dos años de Merca2.es, niega cualquier relación con Villarejo y su entorno y promete que demostrará que no está al servicio de sus intereses cuando publique temas que perjudicarán al excomisario hoy en prisión.

El "Lolagate" es un claro aviso para navegantes que puede poner en jaque a jueces y fiscales del círculo de Villarejo

La preocupación que se extiende ahora entre políticos y miembros de la Judicatura se debe a que el "Lolagate" que amenaza a la ministra de Justicia es un claro aviso para navegantes que puede poner en jaque a un amplio círculo de jueces y fiscales relacionados con Villarejo y con el instituto de práctica jurídica Schola Iuris que dirigía en la sombra a través de su socio imputado en el caso Tándem, Rafael Redondo.

En sus declaraciones ante el juez Diego de Egea, García Castaño –también imputado en Tándem– ha implicado a cuatro subdirectores generales de la Policía en el imperio empresarial de Villarejo, y ha reconocido que había jueces y fiscales que les autorizaban a saltarse la ley para hacer escuchas telefónicas y obtener información confidencial de ciudadanos sin el preceptivo mandato judicial.

El propio Villarejo alardeó de esas relaciones privilegiadas con jueces y fiscales en las comidas que celebró con periodistas de Público, así que muchos de ellos están ahora aterrados de que empiecen a difundirse grabaciones de sus conversaciones con el maquiavélico excomisario.

Pero también hay importantes políticos en el punto de mira, como el propio Pablo Casado, quien exige ahora la dimisión de la ministra Delgado y probablemente no saldría bien parado si apareciese el audio de lo que habló durante una comida que compartió con Villarejo y sus amigos.

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