La mesa "Alianzas para la Unidad Popular" celebrada este viernes por la tarde en la Fiesta del PCE que tiene lugar en Rivas (Madrid) había levantado una enorme expectación en el ámbito progresista. No tanto por su contenido (no es extraño que se produzcan este tipo de foros sobre la unidad de la izquierda), como por sus participantes.

La mesa contaba con la presencia confirmada de Antonio Maíllo, líder de Izquierda Unida; Lara Hernández, dirigente de Movimiento Sumar; Gerardo Pisarello, diputado de Catalunya en Comú; Alberto Ibáñez, diputado de Compromís; Mario Zubiaga, senador de EH Bildu; y María Teresa Pérez, coportavoz de Podemos y secretaria general del partido en el País Valencià.

Era la primera vez que Sumar, Izquierda Unida y Podemos compartían un espacio (de cualquier tipo) desde que la formación morada tomó la decisión de salir del grupo parlamentario dirigido por Yolanda Díaz en el Congreso de los Diputados, tras una tensa relación y un abrupto enfrentamiento después del 23J.

Las expectativas del foro eran tales que en la primera convocatoria enviada acerca de la mesa, el enviado de IU iba a ser Toni Valero, diputado del partido y coordinador de la formación en Andalucía. Sin embargo, finalmente se decidió que el representante de la organización fuera su coordinador a nivel estatal, Maíllo, en un momento de recomposición de las izquierdas en el que el dirigente y el partido aspiran a jugar un papel relevante.

Sin embargo, finalmente no hubo foto de la unidad; ni siquiera del debate sobre la unidad. María Teresa Pérez no subió al escenario junto al resto de dirigentes, y cuando se inició el acto, la moderadora de la mesa, Amanda Meyer (secretaria del Área Institucional del PCE), anunció que a la representante de Podemos le había surgido "un imprevisto" de última hora que le impedía participar.

La unidad y la "humildad"

Sin la formación morada, el resto de dirigentes de las organizaciones que acudieron al foro han protagonizado un debate en el que han coincidido acerca de la necesidad de construir alianzas desde el reconocimiento de las diferencias, con voluntad y, ante todo, "con humildad", una palabra bastante repetida durante el acto.

Maíllo ha defendido que para garantizar la unidad de la izquierda hacen falta "métodos" y "democracia", en un momento en el que su partido ha señalado que uno de los problemas en la construcción de Sumar como paraguas del espacio progresista había sido la ausencia de métodos democráticos en la toma de algunas decisiones.

"Para construir alianzas necesitamos métodos, que no los tenemos. Muchas veces tenemos tentaciones de la parte mayoritaria para condicionar a las demás partes, y, si se nos califica de parte minoritaria, hay que demostrar que nuestras posiciones son realmente minoritarias en la sociedad, y para eso hace falta democracia", ha defendido el coordinador federal de IU.

Lara Hernández, de Movimiento Sumar, ha interpelado a la necesidad de tener "horizontalidad en las alianzas, no sólo entre nosotros, sino también entre las organizaciones y la sociedad", y ha advertido de que "nadie debería creerse eterno o imprescindible, ni dotado de un poder sobrenatural, sólo somos instrumentos al servicio de la gente". "Las izquierdas debemos preocuparnos de que acabemos siendo un pálido reflejo de lo que fuimos", ha zanjado.

Gerardo Pisarello, de los comuns, se ha referido a la construcción del "poder popular" de Andrés Manuel López Obrador "desde abajo, pueblo a pueblo" con el que después logró afrontar la ofensiva de la derecha y de las oligarquías en su país. 

"No podemos cometer errores gruesos por el momento en el que estamos; un error grueso es pasarnos todo el día mirando encuestas electorales o mirando cómo nos vamos a medir en unas elecciones en las que nos vamos a repartir miserias entre nosotros", ha alertado Pisarello.

Alberto Ibáñez, de Compromís, ha defendido que "la lucha antifascista es una prioridad, pero es insuficiente, lo hemos visto en Francia. La lucha que tenemos que hacer es contra el individualismo. La derrota llega cuando creemos que solas podemos, sin nadie que nos acompañe". 

Mario Zubiaga, de EH Bildu, ha asegurado que "estamos trabajando para que entre todas las izquierdas haya una sintonía ideológica; es más difícil la sincronía porque eso implica acción política; y la sincronía tiene que ver con la democratización".

Aunque la foto no estuvo completa, la Fiesta del PCE ha albergado un primer debate sobre la unidad que ha dejado claro que, aunque hay mimbres, la reflexión que compete a las organizaciones tiene un largo recorrido y mucha tarea que avanzar ante una amenaza, la de la ultraderecha, que no respeta sus tiempos.