A finales de marzo, hace algo más de dos meses, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, fue reelegido como coordinador federal de Izquierda Unida en la XII Asamblea Federal del partido. Con un 76% de los votos de la militancia que decidió participar en el proceso, Garzón revalidaba su liderazgo y renovaba parte de su dirección (en la que han ganado peso nombres como el del secretario general del PCE, Enrique Santiago, o la actual portavoz de IU, la eurodiputada Sira Rego).

Pero más allá de los nombres y de las caras que asumen las riendas del partido, el ministro de Consumo también logró imponer su hoja de ruta. La militancia respaldó de forma mayoritaria su documento político-organizativo, Avanzando hacia la República. Una IU para un nuevo país, texto que contiene de facto la estrategia de la formación de cara a los próximos años.

El documento sitúa el feminismo, el ecologismo y el republicanismo como los tres ejes centrales sobre los que deben pivotar las reflexiones, estrategias y decisiones de Izquierda Unida, pero, además, marca una posición clara respecto a uno de los temas más relevantes, no solo para la formación dirigida por Garzón, sino para los partidos a la izquierda del PSOE: la configuración del denominado espacio confederal y las alianzas entre las distintas organizaciones.

La decisión de la militancia de IU fue clara en este sentido: la apuesta pasa por reforzar y avanzar en la alianza entre su organización y Podemos, una alianza que, especifica el documento, debe ir más allá de lo electoral para avanzar en las estructuras organizativas. Una vez aprobada esta hoja de ruta en la XII Asamblea Federal, en los próximos meses se desarrollará un proceso de aterrizaje en los diferentes territorios, a través de la celebración de asambleas de las federaciones de Izquierda Unida en las comunidades autónomas.

Y la clave, de nuevo y también en las autonomías, no reside solo en los nombres que conformarán las direcciones territoriales de la organización, sino en los documentos que apruebe la militancia.

Pese a que las líneas políticas generales de las federaciones territoriales deben basarse en lo aprobado en la XII Asamblea Federal de marzo, en algunas comunidades existen sectores críticos con la actual dirección y con su estrategia de confluencia con Podemos (en este sentido, algunos de estos sectores denuncian que el proceso que se viene desarrollando desde el denominado pacto de los botellines en 2016 se asemeja más a una disolución de IU en la formación morada que a una confluencia democrática y negociada en igualdad de condiciones).

Tres plazas clave: Andalucía, Madrid y País Valencià

El partido ya ha celebrado sus asambleas territoriales en Catalunya, Extremadura , Murcia e Illes Balears, y también en Asturias, aunque en este último caso el proceso se celebró a raíz de la dimisión del coordinador autonómico. Durante el resto del año, la formación seguirá acometiendo su renovación en las autonomías, con especial atención a las tres "plazas" más importantes de IU: Andalucía, Madrid y País Valencià.

En al menos dos de estos territorios (Andalucía y Madrid) ya se han postulado candidaturas críticas con la actual dirección federal y con cómo se ha desarrollado el proceso de convergencia con Podemos. El primer territorio en acometer su renovación será la Comunidad de Madrid, que es donde los postulados contrarios a la gestión de Alberto Garzón tienen más fuerza (de hecho, son los mayoritarios en la actual dirección).

El actual coordinador autonómico, Álvaro Aguilera, tratará de revalidar su liderazgo junto a Carolina Cordero y Vanessa Lillo, entre otros, en una asamblea que tendrá lugar el 10 y el 11 de julio. En el análisis de la actual situación política presentado antes de que comenzase el proceso, la actual dirección madrileña se muestra muy crítica con Alberto Garzón y Enrique Santiago, a los que acusan de acometer un "ataque sin precedentes a la federalidad" de la organización y también de "deslealtad".

En esta línea, cargan contra el proceso de confluencia actual con Podemos, y critican tanto la conformación de la coalición electoral de Unidas Podemos en las últimas elecciones autonómicas de Madrid (denuncian que la formación morada presentó una propuesta cuyos términos "no eran negociables"), como la campaña desarrollada por Pablo Iglesias y los resultados electorales, "mediocres" y "alejados de las expectativas generadas". 

A la actual dirección se enfrentará en este proceso de renovación una candidatura liderada por Sol Sánchez, Pedro del Cura o Carlos Sánchez Mato, entre otros, que apuestan, en la línea de la dirección federal, por avanzar en la confluencia con Podemos y otras organizaciones más allá de lo electoral y profundizando en lo orgánico.

En Andalucía, que celebrará su asamblea los días 17 y 18 de julio, también se postula una candidatura crítica con las actuales direcciones federal y autonómica (esta última encarnada en la figura de Toni Valero, que también apuesta por reforzar la confluencia con Podemos). La asamblea valenciana no se celebrará hasta octubre.