La Comisión de Igualdad del Congreso votará la próxima semana la iniciativa por la que se promovía un cambio de denominación del 'Congreso de los Diputados' por sólo 'Congreso', con el objetivo de lograr un lenguaje más inclusivo en la Cámara. La propuesta fue debatida hace dos meses, pero el PP y Ciudadanos la pararon en el último momento al considerar que la comisión se estaba excediendo de sus competencias. Ahora, finalmente, podrá votarse.

En la misma situación se encuentra una iniciativa socialista por la que se instaba a la propia Cámara Baja a cumplir con la igualdad efectiva entre hombres y mujeres en la elección, tanto de los miembros de la Mesa como del resto de sus órganos, de forma que la representación de un género no sea nunca superior al 60% y, por tanto, el otro quede relegado a una cifra inferior al 40%.

Ambas proposiciones no de ley se llevaron a debate en la Comisión de Igualdad tras haber sido calificadas por la Mesa del Congreso, cuando su presencia en el orden del día para la sesión del pasado 12 de diciembre ya era pública desde una semana antes, sin que nadie hubiera puesto ningún reparo. De hecho, ese día ambas propuestas se llegaron a debatir.

Fue al final de la sesión, poco antes de las votaciones, cuando la portavoz de Igualdad de Ciudadanos y secretaria cuarta de la Mesa, Patricia Reyes, pidió la palabra para señalar que en la reunión del órgano de gobierno de la Cámara se había discutido esa misma mañana si ambas proposiciones desbordaban las competencias de la comisión.

La mesa no prohíbe la votación

"Tras hablarlo con los grupos, creo que pudiera ser conveniente que los servicios generales de la Cámara hicieran un informe para plantear si podemos aprobar este tipo de propuestas, en los términos en los que se han planteado las transaccionales, que puede ser que sí, y posponer las votaciones", declaró hace dos meses la diputada de Ciudadanos.

Ahora, ese informe se ha recibido y, según han explicado fuentes parlamentarias, la Mesa ha recordado que una comisión tiene, según el reglamento de la Cámara, la competencia de instar al Gobierno o de aprobar un texto deliberativo, por lo que no impide la votación de estas iniciativas; eso sí, ejecutar el cambio de nombre requeriría un modificación legal y reglamentaria.

La iniciativa de Compromís llamaba a modificar la denominación del Congreso eliminando 'de los Diputados'. La defensora de esta propuesta, Marta Sorlí, señaló que no sería una novedad, ya que es así cómo se conoce al Senado o a los ayuntamientos que "no son de los senadores ni de los concejales".

Podemos y PSOE ya la habían pactado con Compromís

Sorlí también reconoció en su intervención que esta modificación supone una "economía lingüística, ya que el término Congreso "es más corto y más cómodo", mientras que la actual denominación es, en su opinión, "reiterativa y cargante".

La diputada de la formación valenciana llegó durante el debate de diciembre a un acuerdo con PSOE y Unidos Podemos para incluir en su texto varias propuestas, por la que se solicitaba la formación del personal funcionarial del Congreso, así como de los servicios de traducción y jurídicos. Además se puso plazo, todo 2018, para aplicar el uso de lenguaje inclusivo y no discriminatorio en el trabajo parlamentario.

Cabe recordar que durante el debate, PP y Ciudadanos ya advirtieron de una posible invasión de competencias y de que debería ser otro órgano, como por ejemplo la Mesa, quien tomara las decisiones en esta materia.