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Govern La cumbre de ERC y JxCat en Lledoners marca un punto de inflexión y pone las bases para formar Govern

Cuatro horas de reunión en la cárcel de Lledoners desencalla las conversaciones y los dos partidos independentistas se "conjuran" para buscar el acuerdo definitivo y gobernar juntos. Han participado Oriol Junqueras y Jordi Sánchez y se ha tratado sobre la estructura del Govern y la hoja de ruta independentista.

Artadi i Rius, de JxCat, i Aragonès i Jové, d'ERC, a l'exterior de Lledoners després de finalitzar la reunió.
Artadi y Rius, de JxCat,  Aragonès y Jové, de ERC, fuera de la cárcel de Lledoners después de finalizar la reunión. Mar Martí / ACN

Catalunya lleva siete meses con un Govern en funciones después de la inhabilitación del president de la Generalitat, Quim Torra. Han pasado ya casi dos meses y medio de las elecciones del 14 de febrero que tenían que acabar con esta larga provisionalidad. Y este lunes se sobrepasó el meridiano del plazo fijado en dirección a la repetición de elecciones que concluye el 26 de mayo. Ha sido un primer mes desde la fracasada investidura del candidato d’Esquerra Republicana, Pere Aragonès, de negociaciones al ralentí de los republicanos con Junts per Catalunya, que han frenado un posible acuerdo de la mayoría independentista en el Parlament, a pesar del rápido acuerdo con la CUP.

Pero la cumbre negociadora celebrada este martes entre los dos partidos supone un punto de inflexión. Las conversaciones durante cuatro horas han sido fructíferas según diversas fuentes, aunque la negociación no esté cerrada. Y ERC y Junts se han "conjurado" –según el comunicado conjunto remitido– para superar las dificultades y formar un nuevo Govern de coalición independentista.

La reunión de este martes era decisiva. Por el hecho que se han incorporado algunos de los pesos pesados de los dos partidos como es el caso de Oriol Junqueras y el propio Aragonès por parte de ERC, o Jordi Sánchez en el caso de JxCat. El escenario no es irrelevante en la política catalana, la cárcel de Lledoners. Que el presidente de Esquerra y el secretario general de Junts estén encarcelados en un centro penitenciario y con el tercer grado retirado obliga a que el nudo gordiano de las negociaciones que las delegaciones habitualmente reservan para sus líderes se tenga que dirimir entre las frías paredes de una cárcel. Y con una mirada puesta en Waterloo donde el president de Junts, Carles Puigdemont, tendrá que dar el beneplácito definitivo si llega el acuerdo antes del día 26.

En el lado de la mesa de los republicanos Junqueras y Aragonès estaban acompañados por Josep Maria Jové, presidente del grupo parlamentario de Esquerra, considerado uno de los arquitectos del referéndum del 1-O por lo cual será juzgado en breve en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Por parte de Junts, Jordi Sánchez ha estado flanqueado por Elsa Artadi, portavoz y mujer fuerte del partido. Y por Josep Rius, una persona de la máxima confianza de Puigdemont y considerado un "fontanero de alto nivel" de los juntistas en operaciones negociadoras entre bastidores.

ERC y Junts valoran positivamente la reunión

Fuentes conocedoras de la reunión aseguran que el encuentro se ha desarrollado desde la cordialidad, aunque no ha faltado algún reproche mutuo por cómo se desarrollan las negociaciones. Pero esas mismas fuentes consideran que la reunión ha sido "positiva" eminentemente de trabajo y con avances sustanciales, aunque en esto último ponen más el énfasis los republicanos que los juntistas.

El centro del debate ha sido la exposición de la propuesta por parte de Esquerra de cual tiene que ser la estructura del nuevo Govern en caso de que sea compartido entre las dos fuerzas políticas y la CUP se mantenga en sus treces de dar apoyo desde la oposición. Un esquema de reparto de las conselleries, altos cargos y organismos trabajado desde hace días pero que los republicanos han ultimado esta misma mañana y que ahora habrá que cerrar en posteriores reuniones.

Mientras ERC considera que este martes se ha dado un paso importante para cerrar un acuerdo definitivo, Junts no rechaza la importancia de la cumbre de Lledoners, pero de momento no dan nada por cerrado. Y recuerdan que el pacto final pende de otros aspectos tan o más importantes para ellos como la hoja de ruta independentista que ha de implementar el nuevo Consell Executiu, que también se habría discutido en la reunión. Las dos partes consideran que pueden llegar a un punto de acuerdo para establecer una estrategia conjunta y "dar respuesta al mandato electoral del 52% de los votos".

Sobre la concreción de la propuesta de Aragonès para formar su Govern ha trascendido poca cosa. Pero algunas fuentes indican que la intención es mantener la creación de tres nuevas conselleries: Acció pel Clima, Igualtat i Feminismes y Universitats i Coneixement. Según esas mismas fuentes habrá un cambio profundo en la estructura gubernamental de la Generalitat y Aragonès se mantiene firme con la idea de un Govern absolutamente paritario en términos de género.

Las negociaciones entre ERC y Junts tienen dos frentes. El gubernamental y el independentista. El primero consta de tres ejes fundamentales: El plan de acción del Govern, es decir las políticas. La estructura del mismo, o sea la distribución de competencias entre los dos partidos. Y los mecanismos de coordinación que eviten las continuas tensiones de estos últimos años en la mesa del Consell Executiu. Con la propuesta que se ha puesto esta tarde de martes sobre la mesa en la cumbre de Lledoners el frente gubernamental estaría bien encarrilado. Ya que después de semanas de calma chicha en las conversaciones, limitadas a intercambio de borradores, la semana pasada se pisó el acelerador con intensas reuniones sectoriales para definir el plan de gobierno.

El equipo negociador de ERC asegura que las conversaciones con Junts "avanzan" y que en las últimas citas se ha "trabajado mucho" en el plan de gobierno. Antes de la cumbre en Lledoners, los mecanismos de coordinación entre ERC y JxCat ya se daban por "prácticamente cerrados", según las fuentes consultadas, con un total de cinco comisiones encargadas de limar los temas para evitar confrontaciones.

Con la propuesta que se ha puesto sobre la mesa en la reunión, el frente gubernamental estaría bien encarrilado

Pero el segundo frente, el independentista, no tiene aún un horizonte de acuerdo tan claro. Los tres ejes de este ámbito son: la hoja de ruta que tiene que seguir el independentismo a partir de ahora, el papel del Consell per la República y del propio expresident Carles Puigdemont que lo preside y la unidad de acción de los partidos independentistas en Madrid. Esquerra rechaza cualquier tutela del Consell per la República sobre el Govern de Aragonès, así como el hecho que Junts fije la estrategia en el Congreso de los Diputados, ya que ERC es el partido mayoritario con 13 escaños.

Así pues, las diferencias continúan en este frente. Y fuentes de Junts recuerdan que "sin un acuerdo global y en todos los aspectos no habrá un Govern conjunto". "Seguimos trabajando para aproximar posiciones", añaden las fuentes de Junts. Desde Esquerra apuntan que el eje social que debe tener el futuro Govern está prácticamente acordado y que las formaciones están intercambiando las últimas enmiendas. También han prosperado las conversaciones en el terreno económico y en los aspectos territoriales. Desde Junts admiten que el eje social está "encarrilado" y que los espacios de coordinación están avanzados y pendientes de un "retorno formal". Sobre el eje económico aseguran que hay menos carpetas abiertas pero que hay que seguir hablando.

Sin la amenaza de repetición electoral, una baza totalmente descartada por el partido de Puigdemont que da por hecho que de una forma u otra tendrá que investir a Aragonès, queda por ver hasta dónde quiere apurar Junts este último mes de plazo que queda. Forzar unas elecciones negando a ERC la presidencia provocaría una fractura de consecuencias impredecibles en el independentismo que tampoco garantizaría la presidencia ni el Govern a los juntistas.

Aragonès urge a formar Govern, con o sin Junts, según el ultimátum fijado para este sábado 1 de mayo, aunque matizado posteriormente. El vicepresident pone sobre la mesa la amenaza de perder fuelle en la nuclear negociación sobre la gestión de los fondos europeos para la reconstrucción, la gestión de los cuales también es motivo de disputa. Pero Junts tiene que concretar si la decisión final que toma es la de investir a Aragonès participando del Govern o quedándose en la oposición.

Aragonès urge a formar Govern, con o sin Junts, según el ultimátum fijado para este sábado 1 de mayo

Un duro debate estratégico en el sino del partido de Puigdemont que, aunque no está previsto tratar podría estar presente en el congreso del partido que está previsto para el 7 y 8 de mayo. Con una nueva consecuente demora. ERC ya ha fijado posición y espera la decisión definitiva de Junts. Los republicanos rechazan la obertura de cualquier otra negociación como la que les exige En Comú Podem. O gobernaran con Junts o en solitario. Al menos inicialmente, porque los republicanos no se cierran a una incorporación posterior, más adelante, tanto de Junts como de la propia CUP si es que tienen que empezar la legislatura gobernando en solitario para evitar la repetición electoral. Las buenas vibraciones de la reunión de Lledoners de este martes parecen indicar que las dos fuerzas caminan en dirección al Govern de coalición, aunque cualquier desacuerdo puede torcer ese camino.

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