Aunque Génova lo oculte, el Gobierno sí cuenta con el partido líder de la oposición. Según ha podido saber Público, la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el vicesecretario de Economía de Alberto Núñez Feijóo, Juan Bravo, se han cruzado mensajes en los últimos días y han acordado reunirse este jueves para hablar de la propuesta energética del PP y del plan de contingencia que España debe presentar a Bruselas en las próximas semanas. 

Fuentes de la vicepresidencia tercera del Gobierno confirman a este medio que el pasado viernes la ministra Ribera envió un mensaje a Bravo para "verse" y hablar del documento elaborado por los populares con medias para hacer frente a la crisis energética. Un cruce de WhatsApps que también reconocen desde la dirección de Génova, aunque con la boca pequeña y restándole importancia.

Es más, este lunes, tres días después de que la vicepresidenta se pusiese en contacto con el vicesecretario económico del PP, el coordinador general del partido, Elías Bendodo, se resistió a reconocer la interlocución con el Ejecutivo. Preguntado directamente por algún "contacto" entre el Gobierno y el PP para negociar su propuesta energética, Bendodo respondía únicamente que siguen con la "mano tendida" y reprochaba que les hubiesen convocado a una reunión "como un grupo más", sin tener en cuenta su peso en el Parlamento. 

Bendodo se refería a la reunión que el ministerio de Transición Ecológica celebró el pasado 1 de septiembre con todos los portavoces parlamentarios en una segunda ronda de contactos institucionales para avanzar en el diseño del plan de contingencia. En el caso del PP, no asistió Cuca Gamarra, portavoz en el Congreso y secretaria general del partido, sino Guillermo Mariscal, que ejerce como portavoz adjunto.

Aún así, Bendodo insistió este lunes en que Ejecutivo ningunea al PP.  "Espero que el Gobierno, al menos, lea nuestra propuesta, la valore, diga que 'no' pero luego copie las medidas y las vaya aplicando. Con eso nos conformamos", zanjó sin mencionar siquiera los contactos con el ministerio de Transición. Horas después, Bravo y Ribera volvería a hablar y acordarían verse este jueves.

Desde la vicepresidencia tercera, sin embargo, defienden que, por su parte, tardaron solo cinco días en contactar con el PP desde que su equipo económico, con Bravo a la cabeza, les remitió el documento con su propuesta energética.

Además, en este caso, fue Génova quien jugó con los tiempos porque desde que Feijóo mostró el documento en el Senado durante su cara a cara con Sánchez hasta que lo hizo público pasaron seis días. Desde la dirección nacional del PP nunca se dio ninguna justificación clara sobre porqué demoraron casi una semana la presentación detallada de las medidas. 

La batalla por el relato

Lo cierto es que los populares, al menos discursivamente, se sienten más cómodos con el relato de que es el Gobierno quien no quiere pactar. Es la estrategia que siguen desde que Feijóo llegó a Génova y tanto él como su dirección se han conjurado para repetir que es Moncloa quien está en el "no a todo" y quien ha llevado a España a una anomalía democrática en la que los puentes entre el Gobierno y la oposición están totalmente rotos. 

Este mismo lunes, en un desayuno informativo organizo por el grupo de comunicación Joly, el presidente del PP reflexionó sobre la "nueva" y la "vieja" política. Dijo Feijóo que el PSOE se había "contagiado" del estilo de "la nueva política" que surgió tras la crisis de 2008, en referencia a Unidas Podemos, y que con ello había "perdido el rumbo". Es el mensaje con el que Feijóo quiere ganar en 2023.

No es la primera vez en los últimos meses en la que desde el PP maquillan su relación con el Gobierno. Según publicó el diario El Mundo en el mes de julio,  los populares también ocultaron los contactos reales con el Ejecutivo en las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, ignorando incluso una propuesta para reunirse de Félix Bolaños a Esteban González Pons, interlocutores en esta materia.