Los manuales del periodismo escrito animan a los redactores a rehuir el recurso fácil de componer titulares a partir de títulos de películas. Pero la tentación es demasiado grande cuando se trata de intentar explicar por qué Galicia es la comunidad autónoma con menor porcentaje de mujeres al frente de un ayuntamiento. No se lo tomen a mal los gallegos ni los hermanos Coen, pero Galicia, que sí es país para viejos -también es la segunda comunidad con la población más envejecida-, no lo es para alcaldesas.

De los 313 concellos de la comunidad, sólo 56 están dirigidos por una mujer. Es decir, el 17,89%. Lo que significa que el 82,11% son hombres. Tampoco es que la media nacional sea muy esperanzadora, pues no alcanza el 23%, ya que, según el Instituto de las Mujeres, de los 8.131 alcaldes de España sólo 1.806 son mujeres. La media gallega se queda a enorme distancia de la de otras autonomías: Murcia (35,6%), Euskadi (30,2%), Asturias (29,5%), País Valencià (28,8%)... Madrid tiene un 25% y Catalunya un 23,5%. Sólo Castilla y León (17,92%), La Rioja (18,3%) y Aragón (18,9%) rebajan también el listón del 20%. Además, de las cuatro diputaciones provinciales gallegas, tres están presididas por varones.

La primera alcaldesa de la democracia en A Coruña

"Que sea noticia que haya mujeres que gobiernen es algo que evidencia que todavía queda mucho por hacer. Tiene que ser algo normal, lo anómalo es que yo sea la primera después de tantos años ya de democracia", asegura Inés Rey, alcaldesa socialista de A Coruña. Es la mujer que gobierna sobre más vecinos y vecinas -la ciudad tiene 244.000 habitantes- en la comunidad, y, aunque tuvo una antecesora, Berta Tapia, alcaldesa durante cuatro meses en 1978, lo fue todavía bajo el régimen electoral del franquismo.

En las próximas elecciones municipales del 28M, todos los cabezas de lista rivales de Rey de los partidos y coaliciones que completan el pleno municipal coruñés -BNG, PP, Marea Atlántica, Ciudadanos y Unidas Podemos- son hombres. "En mi partido tenemos otra forma de hacer las cosas, y ese camino que se ha abierto para las mujeres ya no se va a volver a cerrar", alega la regidora. "Llevamos muchos años teniendo que demostrar nuestras capacidades en una sociedad machista en la que a los hombres se le daban por supuestas esas mismas capacidades. Queda mucho por hacer", concluye

La siguiente ciudad gallega de mayor tamaño gobernada por una mujer es Lugo -97.000 habitantes-, donde la también socialista Lara Méndez encabeza el Ejecutivo local de coalición con el BNG. Su mayor rival es la popular Elena Candia, del PP, el partido que ganó las municipales de 2019 en la ciudad pero sin mayoría absoluta.

"Compartir testimonios y experiencias de mujeres políticas es bueno para animar a otras a que den el paso. La participación en política, de manera responsable, sigue siendo uno de los mecanismos más útiles que tenemos las personas para mejorar la sociedad", afirma Candia. Añade que al igual que sucede "con la educación o los medios de comunicación, es un factor de visibilización y de empoderamiento de la mujer imprescindible". "Necesitamos ver mujeres al frente de la toma de decisiones para encaminarnos a la progresiva ruptura del techo de cristal que tanto nos lastra", subraya.

Cinco de las siete ciudades tienen alcalde varón

Cinco de las grandes ciudades de la región -en Galicia se las llama así a las de más de 50.000 habitantes- nunca han tenido a una mujer al frente de sus alcaldías. En toda la historia de la democracia no las ha habido en Vigo, Ferrol, Santiago, Ourense y Pontevedra. Eso contrasta con el número de concejalas, que ya representan más del 41%. Una de ellas es Goretti Sanmartín, exvicepresidenta de la Deputación de A Coruña, edil en Santiago y aspirante en esa ciudad por el BNG.

Sanmartín reconoce que las mujeres lo tienen complicado para hacer política local porque ese trabajo de proximidad "exige mucha dedicación que en ocasiones es incompatible con la conciliación familiar". "Toda la política es muy complicada, pero el ámbito local es un espacio muy masculinizado y en algunos casos el trabajo de las mujeres es realmente heroico", sostiene la candidata nacionalista, quien recuerda que las mujeres "ya están en liderando buena parte de la vida asociativa de Galicia: las asociaciones vecinales, de madres y padres, las organizaciones ecologistas y culturales...".

También la política local, claro. Pero más en su trastienda: tres de los cuatro directores de campaña de los principales partidos en Galicia son mujeres: Paula Prado, secretaria xeral del PP; Carme da Silva, concejala del BNG en Pontevedra, y Verónica Hermida, secretaria de Política y Comunicación y portavoz de Podemos Galicia.

"La política sigue siendo un espacio muy hostil para las mujeres, y la local, mucho más. En la política autonómica y estatal, los diputados y diputadas pueden hacer un parón en sus carreras profesionales, pero una concejala de un municipio mediano o pequeño tiene que hacer malabarismos para conciliar tres vidas: la política, la laboral y la familiar", explica Hermida. Pone de ejemplo a María de la O Fernández, edil y candidata de Podemos-Marea da Vila en Vilagarcía: "Es madre, concejala y jefa de estudios en un colegio".

La directora de campaña de Podemos también cree que la política es más dura para las mujeres porque "se las juzga con muchísima más dureza" y porque ellas tienden a huir "de entornos en los que priman el insulto y el tono grueso de los discursos sobre el diálogo y el respeto". "Habría que preguntarse por qué hay tantísimas mujeres participando activamente en el movimiento feminista y tan pocas participando en política", concluye.