Cuatro días ha tardado el PP en confirmar lo evidente: de las tres horas de reunión entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en Moncloa salió algo más que la "voluntad" de retomar las negociaciones para renovar el CGPJ. Fuentes populares aseguraron este jueves que el presidente del Gobierno aceptó en ese encuentro que, a partir de ahora, todas las decisiones del CGPJ se tomen por mayoría de tres quintos de los vocales, una exigencia que ya puso sobre la mesa Pablo Casado. Moncloa, ni confirma ni desmiente. "Nosotros no hablamos de las negociaciones", dicen fuentes gubernamentales a Público.

PSOE y PP prometieron discreción en la negociación in extremis entre Félix Bolaños y Esteban González Pons para salvar la crisis sin precedentes en el Poder Judicial que provocó la dimisión de Carlos Lesmes el pasado domingo. "Por el bien de las negociaciones no diremos nada mas", señalaban en Génova tras la rueda de prensa de González Pons en la que se limitó a decir que "lo único" que se había acordado en la reunión de urgencia entre Sánchez y Feijóo era darse "una última oportunidad" para lograr el acuerdo que el PP lleva cuatro años bloqueando.

Aún así, fue el propio Núñez Feijóo quien, a golpe de tuit, dio más detalles sobre esa conversación. "Hemos avanzado para abordar la renovación conjunta de CGPJ y TC con un nuevo marco que profundice en criterios de independencia", escribió el líder del PP. Al hablar de un "nuevo marco" Feijóo fue mucho más allá de lo que lo hicieron tanto Bolaños como González Pons (el responsable de las negociaciones por parte de los populares), que matizó más tarde a su jefe:L ese nuevo marco, dijo, era simplemente el del "diálogo". 

Pero un día después, el martes, Feijóo volvió a dar más detalles y aseguró que la reunión con Sánchez sirvió para "que nos pongamos de acuerdo en comprometer una reforma legislativa en la que los jueces tengan peso en la elección de los jueces en el futuro". El líder del PP señalaba hacia la posibilidad de que el PSOE hubiera aceptado cambiar el sistema de elección de los jueces, la principal línea roja hasta el momento.

Mientras tanto, Moncloa se limitaba a decir que no pondrían "el foco en las diferencias con el PP" porque primaban un acuerdo en el que, a día de hoy, siguen confiando, aseguran a este medio fuentes socialistas.

Es más, este miércoles, en una conversación con periodistas en la habitual recepción en el Palacio Real por el 12 de octubre, Bolaños se negó a "adelantar contenido" de lo que se está debatiendo con el PP porque quiere esperar a que "esté todo cerrado". Eso sí, aseguró que su negociación con González Pons "progresa adecuadamente".

Y este jueves, el PP movió otra ficha. Desde Génova aseguraron que el Gobierno había aceptado cambiar las mayorías necesarias para la toma de decisiones dentro del Consejo. Según fuentes populares, Sánchez se comprometió con Feijóo a establecer una mayoría de tres quintos para todas las votaciones del CGPJ. Hasta ahora, esa mayoría era imprescindible solo para los nombramientos y así se hará extensible para la aprobación de informes y dictámenes. En el PP lo venden como una victoria porque, en la práctica, hará imprescindible, al menos, un voto conservador aunque la mayoría de los vocales sean progresistas.

Feijóo rebaja exigencias

El PP trata así de marcar el relato de unas negociaciones que tienen en este momento toda la atención mediática y en las que Feijóo ha ido rebajando sus condiciones. El lunes, según explicó, le puso a Sánchez sobre la mesa la propuesta que presentaron en el mes de julio. Ese sería su "eje de negociación". La clave para desatascar el bloqueo está en la reforma de la ley para cambiar el sistema de elección de los jueces y el PP exigía, y exige, que el Gobierno pida un informe al CGPJ sobre la reforma. Feijóo quiere un compromiso por escrito y considera que en seis meses desde la renovación del Consejo debería estar sustanciado. 

Pero este jueves fuentes populares señalaron hacia el punto intermedio que, quizás, hará posible que el acuerdo llegue pronto. Y es que desde Génova asumen ahora que ese informe del CGPJ puede "no ser vinculante" para el Ejecutivo. Es decir, que no le obligue a efectuar una reforma legal que Sánchez descarta.

"El PP ha presentado sendas propuestas de reformas y han sido rechazadas por los grupos", dijo durante su intervención en el Congreso de los Diputados. "Acepten ustedes el resultado democrático y asuman que tienen que cumplir la ley", zanjó cerrando la puerta a la modificación de la ley. 

A pesar de este desencuentro, de los tiras y aflojas, y del tono bronco en el Parlamento entre las bancadas del PSOE y del PP, el acuerdo para esta vez más cerca que nunca, o al menos eso transmiten desde Moncloa y Génova. "Si se quiere que salgan las negociaciones se necesita discreción", decía este jueves un miembro del Gobierno mientras a pocos metros dirigentes del PP desvelaban más detalles.