El domingo 28 de mayo, miles de ciudadanos acudirán a las urnas por la convocatoria de elecciones autonómicas y municipales. Hasta 12 autonomías, además de Ceuta y Melilla, se decidirán los nuevos representantes regionales. A su vez, en 8.131 localidades decidirán quiénes serán sus próximos alcaldes y concejales.

Para este proceso, la mesa electoral, conformada por el presidente y dos vocales, tendrá la obligación de asegurar el correcto conteo de las papeletas. Precisamente, el escrutinio es el conteo de votos para determinar el cómputo final de los votos.

Este conteo se hace de manera manual. La mesa deberá completar una ficha con la suma de votos válidos. Posteriormente, se remitirá a la autoridad electoral dicho documento. El conteo suele contar con la participación de los apoderados, representantes de los partidos, que también velan por el buen funcionamiento de la jornada electoral.

Durante el escrutinio, el presidente abre el sobre y lee en voz alta la candidatura votada. Luego, remite la papeleta a los vocales, interventores y apoderados para que lo pueden comprobar. Al finalizar este proceso, se hace una comparación del número de personas que han votado y la cantidad de papeletas que se han contado.

Si una vez terminado el recuento, no se produce ninguna protesta o reclamación por parte de los interventores se entenderá que están de acuerdo con lo resuelto. Las papeletas extraídas de las urnas se destruirán en presencia de los concurrentes. Con la salvedad de aquellas a las que se hubiera negado validez o que tengan objeto de alguna reclamación.

El presidente, los vocales y los interventores firmarán el acta de la sesión, en la que se expresarán detalladamente: El número de electores que haya en la Mesa según las listas del censo electoral y las certificaciones censales aportadas; el número de electores que han votado; el número de Interventores que han votado no figurando en las listas de la Mesa; el número de papeletas nulas; el número de papeletas en blanco; el número de votos obtenidos por cada candidatura.

En otros países existe la modalidad del voto electrónico, que está diseñada para aquellos ciudadanos que residen fueran de su país. Esta modalidad se ha planteado en España pero no ha terminado de cuajar. Por esta razón, las personas que viven en el extranjero todavía mandan sus votos por correo.

Cabe recordar que existe un conteo provisorio, donde se procesa la información preliminar. Sin embargo, es una situación provisoria porque en ese punto todavía no se ha resuelto el problema de los votos impugnados.