El Consejo Nacional de ERC se reunirá este sábado para ratificar que el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, sea nuevamente el candidato del partido en las próximas elecciones catalanas.

Según han confirmado a EFE fuentes republicanas, Esquerra despejará de esta manera las dudas que había sobre si la candidatura a la Generalitat estaría encabezada de nuevo por Aragonès o bien por Oriol Junqueras. Respecto al presidente de la formación republicana, se encuentra actualmente inhabilitado a la espera de la aprobación de la ley de amnistía, así como los más que probables recursos judiciales que alargarán su entrada en vigor.

De hecho, fuentes del partido apuntan que el propio Junqueras dará su apoyo explícito a la candidatura de Aragonès, cuando el president de la Generalitat exprese ante el Consejo Nacional su voluntad de asumir nuevamente el encargo de ser cabeza de lista de ERC.

Pero esta ratificación no será aún la definitiva: la elección formal y oficial se hará esperar a próximos meses. Será entonces cuando ERC celebre un proceso de primarias que en todo caso no deberán ir más allá de un puro trámite reglamentario para Aragonès, después del respaldo que el máximo órgano de decisión del partido entre congresos escenificará este sábado.

La elección le refuerza no solo internamente -silenciando cualquier posible atisbo de debate interno entre él y Junqueras-, sino también de manera externa hacia la opinión pública, en la competición abierta con el PSC y Junts.

Mientras, los socialistas catalanes optarán nuevamente por Salvador Illa como candidato el próximo marzo. Por su parte, Junts todavía no ha definido quién será su cabeza de cartel. La formación independentista está pendiente del futuro legal de Carles Puigdemont o Jordi Turull y maneja posibles alternativas como Josep Rull. No será el caso de Laura Borràs, que ya quedó inhabilitada.

Aragonès había expresado en varias ocasiones ante los periodistas, en declaraciones públicas o conversaciones informales, sus ganas de optar a continuar en el cargo, si bien siempre dejaba claro su respeto a la decisión de los órganos internos del partido y su lealtad a Oriol Junqueras.

Pero aunque la aprobación de la ley de amnistía llegara a tiempo antes de las elecciones catalanas -previstas para febrero de 2025, si no hubiera adelanto electoral-, la previsión del partido es que sus efectos tarden tiempo en verse, ante la dilación provocada por la más que segura actuación del PP en el Senado o los recursos judiciales de los partidos conservadores.