Cuando alguien le pregunta a Arnaldo Otegi qué significa "hegemonía", el dirigente abertzale pone el ejemplo de lo que ocurrió un 8 de Marzo en Elgoibar, el pueblo donde vive. "Íbamos cientos de personas en la manifestación, y los que venían en dirección contraria lo pasaban mal. Se les notaba, porque no estaban donde tenían que estar. Eso es hegemonía", cuenta Otegi en un video preparado para una manifestación que busca, precisamente, convertirse en una demostración de fuerza en un día muy especial.

Un 20-N murió el dictador Francisco Franco. Un 20-N, la guerra sucia mató a los independentistas Josu Muguruza y Santi Brouard. Y otro 20-N, EH Bildu saldrá a las calles de Bilbao para reivindicar el camino tomado por el indepedentismo vasco hacia "una Euskal Herria libre y de iguales" que cuente con el apoyo de la mayoría. "Hegemonía –continúa Otegi en el spot– es que tú pienses: yo debería estar ahí y voy en la dirección contraria".

La coalición soberanista vasca empezó a trabajar en esta cita nada más terminar el verano. Algunas semanas después, con la convocatoria hacia el 20-N ya lanzada a nivel público, ocurrió un hecho histórico: Otegi, en su calidad de coordinador general de EH Bildu, y el portavoz de Sortu (formación integrada en dicha coalición), Arkaitz Rodríguez, trasladaron un reconocimiento histórico hacia las víctimas de ETA.

Esta apuesta a favor de un nuevo escenario para un nuevo tiempo en Euskadi se verá precisamente apuntalada con la manifestación que se celebrará en Bilbao. "Esta movilización será un punto de partida, un punto para visualizarnos como proyecto político de futuro mediante las apuestas estratégicas que estamos llevando adelante", señala a Público el director de EH Bildu, Gari Mujika.

Será también una "manifestación emocional" que partirá a las 17.30 desde la Plaza de La Casilla –lugar de salida habitual de las grandes movilizaciones independentistas en Euskadi– y que tendrá como "elemento central" el discurso final a cargo de Otegi.

Familiares de presos

La convocatoria ha recogido la adhesión de familiares de presos de ETA. "La sociedad vasca quiere mayoritariamente seguir avanzando hacia la convivencia, desea que todos los sufrimientos relacionados con el conflicto sean reconocidos y considera que queda aún pendiente y es asunto que requiere inmediata resolución la cuestión de los presos", dijo Olatz Iglesias en representación de las familias que apoyan la movilización. 

El asunto de los presos está actualmente encima de la mesa. El Gobierno de PSOE-Unidas Podemos ha dado pasos para desactivar la política penitenciaria de excepción aplicada durante más de 30 años contra ese colectivo y que supuso, principalmente, el alejamiento de los reclusos y su dispersión en cárceles situadas, a distancias que oscilaban principalmente entre los 500 y los 1.000 kilómetros de distancia. 

"Ni pudisteis, ni podréis"

Una de las convocatorias lanzadas por EH Bildu de cara a este sábado señalaba precisamente que la movilización buscará "levantar un muro antifascista". "Vamos a decirles a los Casado, las Ayuso, los Abascal y los Ortega Smith que ni pudistéis, ni podréis. Que aquí, en Euskal Herria, no tienen ni tendrán cabida", afirmó en una de esas comparecencias el diputado Oskar Matute, quien remarcó la necesidad de construir "un muro de dignidad ante su proyecto político totalitario y de imposición".

"No hemos elegido una fecha al azar. Franco murió en la cama, pero el franquismo sigue vigente en las instituciones", dice por su parte Mujika, quien seguido pone de ejemplo "cómo está la batalla política en el Estado", con la extrema derecha como actor político. "Aquí no pasarán", proclamó el portavoz de la coalición soberanista.