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EH Bildu consigue disputar al PNV la imagen de partido útil en Madrid a las puertas de las autonómicas

El acuerdo alcanzado con el Gobierno de Sánchez ha provocado desconcierto y malestar en la formación de Iñigo Urkullu, al tiempo que sitúa a la coalición soberanista en un nuevo escenario.

Otegi EFE
El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, en una imagen de archivo. EFE

Se rompió la tradición. El muro se hizo, literalmente, añicos. Por primera vez en la historia, la izquierda independentista vasca consigue cerrar un acuerdo, de tú a tú, con el Gobierno español. Más allá de la rectificación parcial del PSOE y de la crisis abierta en el seno del Ejecutivo, lo ocurrido el pasado miércoles en el Congreso retumba en Euskadi, donde EH Bildu y PNV se preparan ahora para librar una nueva batalla electoral.

Si bien el foco se centró en lo relacionado con la derogación de la reforma laboral del PP, lo cierto es que el acuerdo rubricado entre PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu –que derivó en que la formación abertzale se abstuviese durante la votación de la nueva prórroga del estado de alarma– incluye un segundo punto que afecta directamente a la gestión de los Gobiernos de Euskadi y Navarra.

Allí se deja sentado que "las entidades locales, forales y autonómicas dispondrán de mayor capacidad de gasto para políticas públicas destinadas a paliar los efectos sociales originadas por la crisis de la Covid-19", de manera que "para las entidades locales, estos gastos en políticas sociales serán exceptuados del cómputo de la regla de gasto".

En otras palabras, "la capacidad de endeudamiento de la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra se establecerán exclusivamente en función de sus respectivas situaciones financieras". Todo ello en el marco de una crisis sanitaria, social y económica que amenaza con causar graves perjuicios a amplias capas de la sociedad.

Tanto este punto como el relacionado con la reforma laboral pasaron desapercibidos hasta después de la votación de la prórroga del estado de alarma. Luego llegó la rectificación de medianoche del PSOE, matizando el término "integral" respecto a la derogación de la reforma, lo que a su vez abrió un debate entre el partido de Pedro Sánchez y Unidas Podemos.

En Euskadi, mientras, EH Bildu se frotaba las manos y el PNV, los ojos. La formación del lehendakari Iñigo Urkullu quedó literalmente descolocada tras el pacto entre la izquierda independentista vasca y el Gobierno central, algo que no entraba en la agenda de nadie.

"En mitad del río no es bueno cambiar de caballo", afirmó Andoni Ortuzar

En una entrevista ofrecida al programa "En Jake" de ETB-2, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, volvió a decirle a Pedro Sánchez que "en mitad del río no es bueno cambiar de caballo". "En política hace falta coherencia, y A lo que sucedió el miércoles se le puede llamar de todo, menos coherente", sostuvo el dirigente jeltzale. En esa línea, advirtió que "el depósito de confianza del PNV en Sánchez ya tiene la luz de reserva encendida", al tiempo que le recomendó que trabaje junto a la "mayoría clara y suficiente que le llevó a la investidura".

Ortuzar también dejó caer duras críticas a EH Bildu. "Durante cuarenta años hemos oído que hacer estas cosas era vender a Euskadi por un plato de lentejas", apuntó primero. "Ya me gustaría que esa dulzura con la que hablan desde el Congreso se contagiara a las intervenciones que tienen en el Parlamento Vasco", añadió después. "En Madrid son unas palomas y aquí unos lobos", remató.

"Es una manera de hacer política; el PNV tiene otra. Ellos han negociado el adelanto de las elecciones; nosotros hemos negociado la derogación de la reforma laboral y que los ayuntamientos tuviesen más dinero para gastar en políticas relacionadas a la situación de emergencia que vivimos", afirma a Público el diputado de EH Bildu Oskar Matute, uno de los cinco representantes de la coalición abertzale que se abstuvo en la votación del estado de alarma.

Se abre así un nuevo escenario a menos de dos meses de las elecciones autonómicas. "Para EH Bildu, mostrarse como una fuerza útil en Madrid hace que rivalice con un electorado frontera entre esa formación y el PNV, y que podría ser más cercano ideológicamente a EH Bildu por identificarse de izquierdas", sostiene Asier Blas, director del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad del País Vasco.

Del mismo modo, cree que el acuerdo entre la formación abertzale y el Gobierno podría reforzar "la recuperación o atracción de un voto que en su día optó por Elkarrekin Podemos" y que el próximo 12 de julio podría inclinarse hacia EH Bildu.

"Coyuntural y puntual"

En cualquier caso, el sociólogo y profesor de la UPV Imanol Zubero muestra sus dudas respecto a que la coalición abertzale se incorpore a una dinámica "pactista", sino que se tratará de "situaciones coyunturales y puntuales como esta". "Les generaría muchos problemas internos convertirse en un partido que aguanta a los gobiernos. Es un poco lo que le está pasando a ERC: al final se ve absolutamente sacudida por tensiones internas cuando se convierte en un partido pactista y dialogante en Madrid", afirma Zubero.

Del mismo modo, considera que "la cultura política del PNV, que ha sido pactista históricamente y que tiene una larguísima trayectoria de llegar a acuerdos con todos los gobiernos que ha habido en el Estado, va a continuar". "Es parte del ADN del PNV, y no creo que pueda verse desplazado en ese papel", subraya.

Por su parte, Blas cree que EH Bildu "está pertrechando una táctica y estrategia que podría ilusionar a su electorado potencial", lo que le permitiría "movilizarlo más que los otros partidos". El factor de "voto útil en Madrid", terreno en el que ahora busca competir con el PNV, estará sobre la mesa.

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