Un nuevo distrito en la capital, el número 22. Se trata de uno de los diez anuncios que en menos de una hora el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha realizado en el que será el último debate sobre el Estado de la Ciudad en esta legislatura y, por tanto, su último intento para dejar su legado en la capital antes de las elecciones municipales de 2023.

Aunque Martínez-Almeida haya inaugurado la nueva Plaza de España, se trata de un proyecto de Manuela Carmena, que también dejó tras su mandato la nueva Gran Vía e incluso la idea de un distrito financiero. Sin embargo, a Martínez-Almeida se le acaba el tiempo de legislatura, y las principales críticas de la oposición se centran en que es el alcalde "de la nada", sin grandes proyectos a sus espaldas y valiéndose de los heredados. 

Así, este martes, durante su intervención en el debate, no cesó la consecución de titulares. El anuncio estrella: un nuevo distrito, el financiero, que abarcará las Cinco Torres y Madrid Nuevo Norte. "Este distrito financiero va a tener dos ventajas extraordinarias", plasmó Almeida. La primera de ellas la creación de una marca para la ciudad de Madrid y la capacidad de poder competir con la City de Londres y el distrito financiero en Frankfurt, y la segunda la posibilidad de "una demarcación administrativa" que permitirá "individualizar y singularizar" los servicios públicos en esa zona, ya que tiene "particularidades distintas".

No tardaron algunas voces de la izquierda en profundizar sobre esas "particularidades": para Unidas Podemos esta propuesta va "contra la democracia", ya que el distrito contaría con un estatus especial donde tiene "más peso el voto de las empresas" que lo ejecutan en función al número de empleados, que el de los propios residentes.

"Un alcalde que tendría el voto del BBVA o Telefónica antes del voto de los vecinos y vecinas", apuntó la portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea, Carolina Alonso, que también señaló que la Red para la Justicia Fiscal —que rastrea paraísos fiscales corporativos por el mundo— califica a la City de ser "uno de los mayores paraísos fiscales donde en sólo cinco años han evadido el equivalente del PIB de Japón y Estados Unidos".

Según Almeida, el Consistorio modificará el Reglamento Orgánico del Pleno del Ayuntamiento de Madrid para que exista este distrito financiero y así convertir Madrid "en una de las grandes capitales financieras de Europa y del mundo". Este distrito que, como el resto, tendrá personalidad jurídica propia, va a contar con otro tipo de servicios públicos, unos enfocados al desarrollo de una zona de "inversión e innovación". Así mismo, tendrá un marco regulatorio específico para 'Sandbox', es decir, que les permite a las empresas operar de manera temporal con reglas más flexibles y con la colaboración y la supervisión de las autoridades.

También contará con un "mobiliario urbano especial" o con proyectos de movilidad sostenible que servirán como "laboratorio" para el resto de la ciudad. Es decir, Madrid tendrá un distrito creado por y para las empresas. Martínez-Almeida continuó con la lluvia de anuncios. Bicimad será municipalizado la próxima semana para extenderlo a los 21 distritos de la capital —quién sabe si al 22— frente a los 15 en los que actualmente hay posibilidad de obtener este servicio público. Así, antes de que acabe la legislatura, es decir, antes de mayo de 2023, Madrid pasará de las 2.964 bicicletas a las 7.500. 

También instalará nuevas cámaras de vigilancia y seguridad en dos puntos que considera "conflictivos", la Plaza del 2 de Mayo y Plaza Elíptica y estudia hacerlo en Usera y Villaverde; actualizará la Tarjeta Familias en función de la inflación en el país (actualmente del 10,5 %); reducirá el IBI al máximo legal; reforzará la Unidad del Menor de la Policía local y la plantilla de agentes tutores con 100 nuevos efectivos para prevenir que los jóvenes se incorporen a "bandas"; abrirá en octubre un centro de interpretación del Paisaje de la Luz en Centro del Palacio de Cibeles; o aumentará la cuantía de las multas por hacer grafitis, de los 600 euros a los 3.000.

La vicealcaldesa Begoña Villacís, que ha tratado de defender durante su intervención el papel de su partido, Ciudadanos, con cada vez menos fuerza para revalidar la coalición con el PP en el Ayuntamiento, se quedaba con otro de los titulares de la mañana, el traslado del festival Mad Cool desde Valdebebas a Villaverde. En cualquier caso, antes de la intervención de Villacís, el Consistorio ya había adelantado el nuevo enclave del festival, a lo que la vicealcaldesa ha añadido que el Ayuntamiento creará un "nuevo nodo de la industria musical" en Villaverde, junto al polígono de Marconi.

Vox se ha enfocado en criticar la coalición entre el PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento, que ha tildado de "pacto de náufragos" para "mantenerse" en la legislatura, con un apoyo del Grupo Mixto (Recupera Madrid) —que ayer anunció que se presentaría a las elecciones de 2023—. La extrema derecha no ha escatimado recursos para cargar contra los partidos o proyectos que le podrían alejar de una posible coalición con el PP, es decir, Ciudadanos y Recupera Madrid.

Mientras tanto, los partidos de la izquierda capitalina —Más Madrid, PSOE y Recupera Madrid— han cargado contra la gestión de Almeida en estos tres años de legislatura. Rita Maestre, la portavoz de Más Madrid, ha criticado la "falta de ambición" de Almeida, a quien ha acusado de no tener proyecto propio ni medidas "marca Almeida". Le ha recordado al regidor que se ha pasado toda la legislatura confrontando con el Gobierno central siendo portavoz del exlíder del PP Pablo Casado, o contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien ahora hace "la pelota".

Por su parte, la líder socialista, Mar Espinar, ha también ha afeado el "abandono" de Almeida hacia los barrios y los distritos. Le ha espetado que no queda ni rastro del Martínez-Almeida de la pandemia y de los Pactos de la Villa y que se ha reconvertido en una "mala copia" de un Boris Johnson a "la española".

El problema en los barrios y la desigualdad también ha marcado el discurso del Grupo Mixto (Recupera Madrid), en el que el concejal Luis Cueto ha sacado el caso del supuesto espionaje a Díaz Ayuso por parte del Ayuntamiento y de las comisiones millonarias que recibieron Alberto Luceño y Luis Medina.
Además, también le ha acusado de ser un "subordinado" de Díaz Ayuso y en este sentido le ha reprochado sus silencios ante las carencias de la capital en materia de educación y sanidad.