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La dimisión de Lobato deja vía libre a Óscar López en un nuevo capítulo de la eterna convulsión del PSOE de Madrid

La federación socialista madrileña pierde a su secretario general a las puertas del Congreso Federal. El ministro de Transformación Digital se sitúa como favorito para ejercer el liderazgo del PSOE de Madrid aunque su candidatura todavía no se ha confirmado. 

Juan Lobato, a su llegada a la Asamblea de Madrid este pasado martes.
Juan Lobato, a su llegada a la Asamblea de Madrid este pasado martes. Matías Chiofalo / Europa Press

Su situación "era insostenible". "No tenía mucha más salida". "Es un momento complicado para todos, pero era la mejor opción que tenía". "Se acabó la agonía". Son algunas de las reacciones de varias fuentes del PSOE de Madrid recogidas por Público tras el anuncio de dimisión de Juan Lobato como secretario general de los socialistas madrileños. 

La salida de Lobato ha generado un profundo "shock", como lo definen también varias fuentes consultadas. Incluso sus más acérrimos defensores, que se preparaban ya desde hace semanas para dar la batalla por él en las próximas primarias, critican la gestión que ha hecho su ya exlíder del asunto de acudir a la notaría para presentar unos mensajes de una compañera de partido, Pilar Sánchez Acera.

De esta manera los delitos confesos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso se han vuelto en contra de los socialistas. Hay una cita clave a la que todo el PSOE mira con atención. El viernes Lobato acude al Tribunal Supremo para declarar como testigo tras las informaciones sobre sus mensajes. Fuentes del Gobierno dicen que tienen "tranquilidad absoluta" porque no hay "nada" que les pueda salpicar. "Habrá que ver qué explicaciones concretas da", señalan por su parte más inquietos fuentes del PSOE de Madrid. 

Pese a aparentar aguantar las presiones en un primer momento, Lobato ha terminado cediendo. Ni en Moncloa, ni en Ferraz ni en su propia federación comprendían su actuación. Se va, dice en su comunicado, para "poner freno a una situación de enfrentamiento y división grave que se estaba generando en el partido, que sólo iba a dañar al PSOE en Madrid y a los avances en la unidad". Ese "daño" del que habla Lobato es precisamente algo que se le reclamaba frenar desde sus propios compañeros. Seguirá de momento, en todo caso, con su acta de diputado en la Asamblea de Madrid y su cargo de senador. 

¿Qué ocurre a partir de ahora? A nivel orgánico se creará una gestora para pilotar el proceso del próximo Congreso Regional. Las fechas marcadas antes de la dimisión de Lobato señalaban ya la próxima semana como el punto de partida. Varias fuentes consultadas indican que lo más lógico es que sea Isaura Leal quien dirija la mencionada gestora.

También se apunta a que ella, como presidenta del PSOE de Madrid, sería la persona que encabezaría la delegación madrileña, compuesta por 89 personas, en el Congreso Federal de Sevilla. Esta gestora tendrá que tomar también la decisión de si mantener o no el calendario de primarias. El día 7 de diciembre, si se mantienen las fechas actuales, sería el día en el que se tendrían que presentar las precandidaturas. 

El nombre señalado ahora mismo en el PSOE es el de Óscar López. El ministro de Transformación Digital será, según todas las fuentes consultadas, uno de los aspirantes. El favorito de Ferraz y la persona que "puede ser capaz de lograr la unidad" en una convulsa federación madrileña. "Todos detrás de Óscar", señala uno de los dirigentes consultados. El ministro todavía no ha confirmado sus aspiraciones aunque en las filas socialistas se da por descontado que será el rival con el que tendrá que confrontar dialécticamente Isabel Díaz Ayuso. 

¿Habrá alguna candidatura alternativa? Es una incógnita. Primero, porque la federación, según varios dirigentes consultados, está todavía digiriendo la salida de Lobato. Segundo, porque "hay que ver los apoyos" que tendría alguien que plantara cara un candidato ungido por Sánchez por formar parte del Gobierno y haber sido su jefe de gabinete. El objetivo, según fuentes socialistas, es que se integren diferentes sectores del partido, tanto los que eran más cercanos a Lobato como los críticos, especialmente representados en algunos municipios del sur como Fuenlabrada o Getafe. 

Una historia de tensiones y experimentos

Si bien hay quien hace un par de semanas, Lobato incluido, rechazaba de forma tajante las "injerencias" de Ferraz en el PSOE de Madrid, la situación ahora ha cambiado. La federación madrileña ha vivido una serie de acontecimientos traumáticos desde hace décadas. Y además con unos resultados electorales más que cuestionables. Fue en el año 1987 la última vez que el PSOE ganó unas elecciones municipales en Madrid. En la Comunidad de Madrid los populares llevan gobernando a nivel autonómico desde el año 1995, cuando Alberto Ruiz Gallardón le ganó a Joaquín Leguina, presidente desde el año 1983. 

El PSOE tuvo una opción de gobernar en 2003, pero el famoso e histórico 'tamayazo' impidió que Rafael Simancas fuera presidente en lugar de Esperanza Aguirre. En 2019 los socialistas estuvieron de nuevo cerca del Gobierno madrileño. De hecho, la candidatura de Ángel Gabilondo fue la más votada, pero los números a la izquierda no dieron y un pacto de Cs y PP dio la presidencia a Ayuso. 

Otro nombre propio en la historia reciente del PSOE de Madrid es el de Tomás Gómez, uno de los alcaldes más votados en su momento gracias a su gestión en Parla. Ferraz decidió intervenir en la federación por unos sobrecostes en el tranvía de la localidad y destituyó a Gómez, dando paso a otra gestora. La reestructuración del partido llegó con unas primarias en las que se impuso Sara Hernández. En 2007 ya se había formado otra gestora tras la dimisión de Simancas. 

El PSOE de Madrid ha perdido, además, tanto a nivel municipal como autonómico, su papel dominante en la izquierda. Fue sobrepasado por Ahora Madrid, primero, y Más Madrid, luego. Aunque en 2023 se recuperaron y se quedaron cerca pero siguen siendo la tercera fuerza política. 

En el Ayuntamiento de Madrid se han sucedido además diferentes "experimentos", como así lo califican algunos dirigentes. Han pasado como cabezas de lista personas como Trinidad Jiménez, Miguel Sebastián, Jaime Lissavetzky, Antonio Miguel Carmona, Pepu Hernández y, la última baza, Reyes Maroto. 

Precisamente Lobato, en una reciente entrevista con este medio, ponía en valor esa estabilidad que se puso como objetivo. "Yo tengo un encargo. Es que a mí se me hizo un encargo hace dos años y medio. Por parte de los militantes y de los dirigentes máximos del partido. Se me dijo que tenía que construir en el medio plazo y con tiempo una alternativa sólida a Ayuso en Madrid y levantar al partido". Su dimisión pone ahora de nuevo el contador a cero a su sucesor. 

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