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Segunda República Del olvido a la reivindicación: Natividad Yarza, 150 años después

L'Institut Català de les Dones rinde homenaje a la miliciana catalana. que también fue alcaldesa. con un año lleno de actos conmemorativos.

Natividad Yarza, durant la Guerra Civil.
Natividad Yarza, durant la Guerra Civil. Arxiu Comarcal de l'Anoia

Cuando se piensa en las mujeres políticas de la II República nos vienen a la cabeza nombres como Clara Campoamor, Victoria Kent o Dolores Ibárruri. En cambio, pocas personas pensarán en Natividad Yarza como política. Yarza fue elegida alcaldesa en Bellprat, un pequeño pueblo catalán después de ganar las elecciones en 1934.  Seguía la estela de otras mujeres que marcaron el camino asumiendo las alcaldías de diversos ayuntamientos durante la Segunda República, con la figura de de Maria Domínguez al frente.

Sin olvidar, aunque de signo político diferente, los antecedentes previos que marcaron las siete mujeres que fueron designadas alcaldesas de sus localidades por el dictador Primo de Rivera. Se trata del caso, entre otras, de Matilde Pérez, designada alcaldesa de Cuatretondeta (Alicante) en 1924 o Dolors Codina i Arnau, que presidió el Ayuntamiento de Talladell (Lleida) ese mismo año. La dictadura primorriverista, ante un movimiento feminista pujante, había decidido abrir tímidamente los municipios a la participación y gestión de las mujeres entendiendo que los ayuntamientos eran una especie de "hogar de hogares" o "casa grande", donde las mujeres podían participar como una extensión de las tareas de cuidados que ejercían dentro del hogar, ya fuera en tareas de salud pública, ayuda a los más necesitados o en una buena administración de los recursos.

Todas ellas, habitualmente figuras olvidadas en la memoria política. "Ejercer el poder en ámbitos locales suele estar poco reconocido", contextualiza Mónica Moreno, profesora de Historia Contemporánea en la Universitat d'Alacant (UA) y ex directora del Instituto Universitario de Investigación de Estudios de Género, y "si se trata de una mujer, menos aún", añade.

"Los 40 años de franquismo que vivimos son muchos", lamenta Moreno, pero no han sido suficientes para borrar de la historia el legado de Yarza. Este 2022, el Institut Català de les Dones (ICD) conmemora el 150 aniversario de su nacimiento para rescatar del olvido una figura tan importante para la sociedad catalana como lo fue ella. Y es que, como reivindica Carme Porta, comisaria del Any Natividad Yarza, "Yarza es un poco de todos".

La reunión de concejalas que tendrá lugar en Lleida el próximo 28 de mayo será el pistoletazo de salida del calendario conmemorativo. Entre los actos que presentará el ICD, destaca una exposición itinerante por municipios catalanes y una obra de teatro basada en la vida de Yarza, que tiene prevista su estreno en octubre. La clausura del Any Natividad Yarza será el 14 de enero de 2023, con un gran encuentro entre las alcaldesas de toda Catalunya.

Trascender el techo de cristal

A raíz de las elecciones municipales de 1934, Natividad Yarza salió elegida como alcaldesa de Bellprat (pueblo de la comarca barcelonesa de l'Anoia) por Esquerra Republicana. Pero Yarza "no sólo fue alcaldesa", subraya Porta, también era "maestra, laica y feminista". Y, cuando llegó la Guerra Civil, puso su cuerpo para defender los valores democráticos y republicanos de lo que consideraba su gobierno legítimo.

La Segunda República, pese a su corta vida, "representó un momento de democratización integral y una mejora enorme en los derechos de las mujeres"

La historiadora y politóloga Paola Lo Cascio considera que la Segunda República, pese a su corta vida, "representó un momento de democratización integral y una mejora enorme en los derechos de las mujeres". Sin embargo, incide en que "muchas de las cosas que se aprueban entonces no vienen de la nada". El movimiento feminista de toda Europa llevaba años influenciando el pensamiento español y un ejemplo claro sería el derecho a voto de las mujeres. Su llegada en 1933 tiene que ver, por un lado, con las reclamaciones de una clase media que en España "llegó más tarde que a otros países", y, por otro, con la reticencia por parte de los mismos partidos de izquierdas al sufragio femenino: "Había la creencia de que las mujeres estaban más influenciadas por la Iglesia" y que, por tanto, emitirían un voto en clave conservadora, explica Lo Cascio.

Por suerte, la existencia de maestras como Yarza, "que tenían presencia en pueblos pequeños y que creían en la escuela como medio para lograr una transformación de la sociedad, sirvieron de ejemplo para muchas chicas jóvenes", señala Moreno. En este sentido, Lo Cascio advierte que "las mujeres que consiguieron llegar a tener un rol importante en política fueron pocas, incluso en los partidos de izquierdas", ya que, como enfatiza Moreno, "mucha gente consideraba que no les correspondía ocupar estos espacios". De hecho, parte de esa oposición al poder político femenino venía de los partidos republicanos y de sus propios compañeros de militancia, reconocen ambas historiadoras.

Rompiendo el silencio

Mientras que, según Lo Cascio, la Segunda República supuso un "momento de gran politización para las mujeres", la posterior instauración de la dictadura franquista relegó a muchas de ellas al olvido. Tal y como explica la comisaria Carme Porta, "las mujeres eran doblemente reprimidas: por ser del bando perdedor y por ser mujeres". En efecto, hubo una "cierta obsesión en demonizar a las mujeres republicanas, pintándolas como prostitutas o como agentes disgregadores de la familia", denuncia Lo Cascio.

Yarza murió en 1960 en Francia "en el exilio y en el olvido"

Natividad Yarza es una de las muchas mujeres que fueron perseguidas y "borradas de nuestra memoria", detalla Porta. Yarza murió en 1960 en Francia, "en el exilio y en el olvido", y no ha empezado a hablarse de ella hasta hace relativamente poco. En este sentido, la Fundació Irla –el think thank de ERC- ha realizado una importante labor para recuperar la memoria histórica de mujeres que, como ella, fueron pioneras en el mundo del municipalismo. Además, el 1 de marzo se publicó su biografía bajo el título Natividad Yarza. Maestra, alcaldesa, miliciana, escrita por Isidre Surroca y Antoni Dalmau.

Actos de conmemoración como el Any Natividad Yarza "nos ayudan a vincularnos con un pasado democrático que es crucial que tengamos como referente", opina Lo Cascio. "Incluso también para los hombres", continua, "para que se puedan identificar con un pasado en el que las mujeres han sido también protagonistas". Además, añade que, en el caso de Catalunya, la recuperación de la memoria histórica "se ha resentido mucho de los cambios en las mayorías políticas". Por su parte, Moreno cree que en España, a diferencia de otros países, nunca se ha tenido un debate "tranquilo y calmado" sobre nuestra historia, y que el problema radica en que ésta "se sigue utilizando de forma política".

Esta tendencia a olvidar nuestras raíces culturales y sociales es quizás la causa de que actualmente sólo haya un 23% de mujeres alcaldesas en Catalunya. Ahora bien, aunque resulta evidente que queda mucho camino por recorrer, "también tenemos la capacidad para hacerlo", asegura Lo Cascio. Por el momento, todo el mundo merece conocer la figura de Natividad Yarza, ya que, como asegura Carme Porta, "no ha habido ninguna mujer de igual importancia institucional como ella". Y el Año Natividad Yarza no ha hecho más que empezar.

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