MADRID.- El debate sobre el estado de la nación que se inicia este martes en el Congreso de los Diputados pondrá fin en términos políticos a la actual X Legislatura y al mandato de Mariano Rajoy, quien a partir de ahora entrará en una dinámica electoral en compañía del resto de líderes y formaciones políticas que ocupan el hemiciclo y aquellas que aparecen en las encuestas. De aquí en adelante solo habrá una muy larga campaña electoral, hasta cuatro procesos electorales en poco más de ocho meses, y todas las acciones estarán enfocadas a atraer el voto del electorado.

El propio Rajoy utilizará la edición de este debate sobre el estado de la nación para anunciar algunas medidas de carácter social, siempre con el objetivo de recuperar parte del apoyo social perdido, según indican todas las encuestas publicadas hasta el momento, tanto del CIS como de empresas privadas. Nada de debate político sobre su gestión. En todo caso, según diversas fuentes parlamentarias consultadas por Público, se extenderá en hacer un canto triunfalista de las medidas que ha adoptado su Gobierno y de sus beneficios para la economía española.

Ese es el sustrato que contiene la comunicación formal que ha trasladado el Gobierno a la Cámara baja para justificar la petición del debate sobre política general, primer nombre que recibió esta iniciativa que arrancó en 1983 por iniciativa del entonces presidente del Gobierno, Felipe González. En el escrito, de siete folios, se hace una reflexión de la evolución de la economía española en los últimos tres años, cuyo resultado se considera extremadamente positivo “como consecuencia del programa reformista” del Ejecutivo de Rajoy.

“La actividad económica ha recuperado el pulso”, se asegura de forma categórica en el citado documento que, en su conjunto, no hace otra cosa que destacar los efectos positivos de todas las medidas adoptadas desde la llegada del PP a La Moncloa. En el texto se llega a destacar la elección de España como miembro no permanente para los dos próximos años del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aunque ese proceso, según ha reconocido el propio titular de Asuntos Exteriores, García-Margallo, se inició con el anterior Gobierno de Zapatero.

Con todo, Rajoy ha querido rebajar la tensión política que se crea en torno a este tipo de debates –en ocasiones han sido determinantes para la suerte política de sus protagonistas- al incluir en el contenido de este sesión plenaria el debate reglamentado en el que se discute sobre las conclusiones de los Consejos Europeos de la Unión Europea. Debido a las largas vacaciones parlamentarias –prácticamente dos meses sin sesiones plenarias salvo una convocatoria extraordinaria– todavía quedaba pendiente el debate de la cumbre de mandatarios europeos celebrada en Bruselas el pasado 18 de diciembre.

Las protestas de los grupos de la oposición no han servido de nada, por lo que Rajoy meterá de rondón –no hay precedentes– este asunto en el contenido de su intervención. Desde las diferentes formaciones políticas de la bancada de la oposición se han lanzado en las horas previas al debate críticas por lo que entienden un intento de aprovechar esta cita para que Rajoy lance anuncios “electoralistas” en lugar de profundizar sobre las medidas que se requieren para paliar la grieta que se abre en la sociedad española que hace que las diferencias económicas sean las más grandes de entre los países de la OCDE.

El formato del debate concluirá con la presentación por parte de los diferentes grupos parlamentarios de las propuestas de resolución, con un límite de 15 por cada grupo, para que se discutan y voten el jueves por la mañana, en la tercera jornada una vez hayan concluido las intervenciones políticas de los portavoces. Fuentes parlamentarias explican a Público que, dado el clima político, es más que probable que no exista la posibilidad de que el grupo popular acepte ninguna de las 90 propuestas de resolución que presentarán los grupos de la oposición.