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Elecciones autonómicas y municipales 2023

Colau lo fía todo a 141 votos que pueden darle la segunda plaza para pugnar por la alcaldía

La certificación de los resultados de Barcelona por la Junta Electoral podría dar la vuelta a la mínima diferencia entre el PSC y Barcelona en Comú.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante el recuento de votos en la jornada electoral del 28M.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante el recuento de votos en la jornada electoral del 28M. David Zorrakino / Europa Press

La vida, al menos la vida política, está pendiente de 141 votos. Este podría ser el resumen del estado de ánimo en el espacio de los comuns y su líder, Ada Colau. El jarro de agua fría que supuso la victoria en Barcelona de Xavier Trias el pasado domingo fue considerable para la actual alcaldesa y su espacio político. Pero quedar en tercera posición, por detrás de los socialistas, es doblemente decepcionante porque elimina cualquier posibilidad de ostentar la alcaldía. Asimismo, es un peldaño más en la caída después haber perdido las elecciones municipales de hace cuatro años contra el candidato de ERC, Ernest Maragall, quedando en segunda posición.

Los 141 votos que a día de hoy separan la segunda fuerza de la tercera, es decir, al PSC de Barcelona en Comú, se han convertido en una verdadera obsesión para Colau y los comuns. Este viernes puede ser un día clave para las aspiraciones de la actual alcaldesa de, como mínimo, salvar los muebles recuperando la segunda posición que obtuvo hace cuatro años. Este viernes es cuando la Junta Electoral empezará el proceso para certificar el resultado definitivo y oficial. Aunque la ley deja margen hasta el lunes para la revisión -da ocho días desde los comicios- se espera que este viernes se puedan saber ya las cifras definitivas. La expectación resulta máxima dado lo reñidos que están los resultados entre socialistas y comuns.

Sin recuento pero con posibles correcciones

No se trata de un recuento de votos extra, ya que en las elecciones municipales no se añade el voto por correo del extranjero, que no existe, y el voto por correo nacional se cuenta la misma noche electoral. Tampoco se revisa el conjunto de las papeletas, a excepción de los votos nulos, porque las actas de la noche electoral se dan por buenas en lo que respecta al recuento de votos.

En el caso de las municipales lo más relevante de la revisión de la Junta Electoral es el repaso a la suma de votos, es decir, que no haya una suma equivocada de las mesas que haga falta rectificar. Esto pasa en numerosos municipios de toda España pero no acostumbra a alterar los resultados o no genera tanta expectación, porque no es nada habitual que se de en una gran ciudad como Barcelona y con tan poco margen de diferencia.

Los dirigentes del PSC se muestran convencidos que no hay margen para el cambio de resultados y piden a Barcelona en Comú aceptar la tercera plaza y contribuir a dar la alcaldía a Jaume Collboni, sea con la fórmula que sea, con el fin de evitar que Xavier Trias sea investido alcalde. Sin embargo, fuentes de la dirección de los comuns aseguran que la aproximación que el equipo de Ada Colau hizo del recuento indica que algunas mesas pueden tener errores que, de corregirse, les darían la segunda plaza. En la revisión de estas cifras de la Junta Electoral, los representantes de los partidos políticos concurrentes a las elecciones tienen derecho a estar presentes. Los de Barcelona en Comú no sólo estarán allí puntuales sino que estarán muy atentos por lo mucho que se juegan.

Lo que en ningún caso cambiará la revisión y certificación de los resultados es el ganador de las elecciones municipales en Barcelona, que no es otro que Xavier Trias, que aunque pertenece a Junts se presentó con la candidatura Trias per Barcelona. El exalcalde, que fue derrotado por Ada Colau hace ocho años, consiguió 11 concejales, uno más que el PSC, en segunda posición, y dos más que Colau, en la tercera plaza provisional. Si bien el resultado de Trias es inamovible, desde Barcelona en Comú consideran que acceder a la segunda plaza permitiría a Colau volver a pugnar por la alcaldía desbancando a Trias mediante la política de pactos.

Ofensiva fallida para forzar a ERC al tripartito de izquierdas

Barcelona en Comú ha defendido a capa y espada la constitución de una mayoría progresista que desbanque a Trias, para la cual ERC es imprescindible con sus cinco concejales. PSC y Comuns suman 19 sea quien sea la segunda fuerza -eso no va a cambiar en ningún caso- y la mayoría absoluta del Consistorio barcelonés, de 41 concejales, está en 21. El planteamiento ha topado con la negativa absoluta de ERC a dar la alcaldía de Barcelona a un socialista como Jaume Collboni. Los comuns consideran que si Ada Colau asume la segunda plaza y opta a la alcaldía, las reticencias de Esquerra deberían ser menores, ya que los planteamientos programáticos entre las dos fuerzas son más equiparables que con un PSC partidario del desarrollismo, la ampliación del aeropuerto a toda costa o la potenciación del turismo a pesar de la actual masificación.

De momento, los dirigentes y las bases de Barcelona en Comú han desplegado una fuerte actividad de presión a Esquerra a través de las redes sociales para que se avenga a materializar el nuevo tripartito de izquierdas, pero con poco efecto. Entre ellos destaca el número dos de Barcelona en Comú, Jordi Martí, que ha interpelado públicamente al candidato de ERC, Ernest Maragall, y al del PSC, Jaume Collboni. Martí les ha pedido que no abandonen la posibilidad de un Gobierno de izquierdas en Barcelona "por tacticismos electorales de cualquier tipo". "Quien lo haga se acabará arrepintiendo", ha advertido.

Además, Martí asegura que a las puertas del 23J sería un "error" no "aprovechar esta oportunidad". Por todo ello, asegura que no van a tirar la toalla ante la posibilidad de ser la única ciudad del Estado "significativa" que puede tener un Gobierno progresista. "El electorado y la ciudadanía en general no entenderían que no exploráramos hasta el final esta posibilidad", concluye. Martí ha afirmado que los comuns negociaran "con la máxima de las generosidades".

Los republicanos han replicado recordando a los comuns que el programa de los socialistas es bastante similar al de Trias en aspectos económicos y urbanísticos básicos. Además, han aprovechado para recordar que Collboni urdió hace cuatro años la operación para que el derechista Manuel Valls hiciera a Ada Colau alcaldesa dejando en la oposición al candidato de los republicanos, Ernest Maragall, a pesar de haber ganado las elecciones.

"La oportunidad para hacer un Gobierno municipal de izquierdas de verdad en Barcelona era hace cuatro años con Maragall de alcalde y haciendo tándem con Ada Colau, pero los comuns prefirieron pactar con los defensores de cargarse el Delta del Llobregat en una operación especulativa con el aeropuerto y con el deportador de gitanos Manuel Valls sólo por conservar la silla de alcaldesa. Que no nos vengan ahora a decir que hagamos alcalde a Collboni porque es de izquierdas", asegura un miembro de la dirección de ERC en Barcelona. Unas declaraciones que no auguran mucho entendimiento en el bloque de las izquierdas, pase lo que pase con los 141 votos del PSC y Barcelona en Comú después de la certificación que llegará este viernes o, a más tardar, el próximo lunes.

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