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Las cloacas de Interior De la 'peineta' de Bárcenas a los supuestos donantes del PP: las conexiones aún ocultas de la 'operación Kitchen' (III)

El comisario Carlos Salamanca, los hermanos Sánchez Lázaro y el chófer-espía de Bárcenas no fueron los únicos instrumentos para llegar al 'botín' del extesorero del PP. También una periodista fue usada como cebo para que la policía política pudiera hurtar documentos y audios a Bárcenas; un material hallado ahora en el registro a su exchófer y que también está entregando a cuenta gotas a la Audiencia Nacional el comisario Enrique García Castaño. 

María Dolores de Cospedal, exsecretaria general del PP y exministra de Defensa, junto con Mariano Rajoy, durante una reunión de la Ejecutiva del PP, en 2016.
La ex secretaria general del PP y exministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, junto con el expresidente del Gobierno y de su partido, Mariano Rajoy./ EFE

Guerra en el PP de Madrid. Guerra entre los populares madrileños y los dirigentes nacionales. Guerra entre las dos mujeres que escoltan a Rajoy: la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sainz de Santamaría. Guerra, también, de Alberto Ruiz- Gallardón, que se veía ninguneado entre todos. Enero de 2013 se presentaba tenso y el número dos de la Policía, Eugenio Pino, era un hombre al que le gustaba que le resolvieran los problemas. 

Por eso, cuando le dijeron que había una fuente que le podía dar toda la información sobre el extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, y acabar pronto con el asunto, se frotó las manos. La dichosa fuente parecía que lo tenía todo. Así lo explicó Pino en la Audiencia Nacional a preguntas de su abogado, del despacho Illocad del que es propietario Baltasar Garzón, en una de sus comparecencias en la causa Kitchen, sobre el robo a Bárcenas de documentación clave sobre la financiación ilegal del PP, que nunca se puso a disposición de la justicia.

Defensa: ¿Recuerda usted, señor Pino, que en el primer semestre de 2013 se generó cierta alarma por constantes informaciones de los medios por la posibilidad  de que el señor Bárcenas tuviera testaferros, tuviera cuentas en terceras jurisdicciones, cuentas en paraísos fiscales? ¿Recuerda usted esa alarma social generada?

Eugenio Pino: Sí. 

D.: ¿Recuerda usted noticias como esta, por ejemplo, del 16 de enero de 2013, en la que el diario
Público informa que se hallan cuatro cuentas en Suiza de Luis Bárcenas, extesorero del PP, con al menos 22 millones de euros?

E.P.: Sí. 

D.: ¿Qué debe hacer entonces el DAO si le ofrecen un confidente que pueda parar esta posibilidad de parar el patrimonio del señor Bárcenas. ¿Cree usted que el DAO debería mirar para otro lado o asumir la búsqueda de información?

E.P.: Hombre, hombre, estaría faltando a mi deber de policía. 

D.: ¿No es acaso usual, señor Pino, que en operaciones sensibles y de gran transcendencia se dispongan operaciones de obtención de información desde la DAO, si llega ese reporte allí?

E.P.: Muchas.

D.: ¿Y en aquel momento el caso Bárcenas era un caso relevante a nivel nacional?

E.P.: Muy relevante a nivel nacional.

D.: ¿Recuerda usted este auto librado por el juzgado central número 5 por el que se acuerda el ingreso en prisión del señor Bárcenas, sobre la base justificativa del alto y elevado riesgo de destrucción de pruebas?

E.P.: Es cierto. 

D.: Hasta donde usted sabe, ¿existe alguna irregularidad en la captación de informantes en el caso de la policía?

E.P.: Depende... No, no, está estipulado así. 

La Ley de Enjuiciamiento Criminal capacita a Policía y Guardia Civil para tener informantes, pero estos deben estar sometidos a un control, en el caso de que sean operaciones judiciales. En el caso de la operación Kitchen no existía ese control judicial. Los informantes también pueden ser más informales, pero lo que es raro es que se les llegue a pagar 48.000 euros de los fondos reservados y, presuntamente, se les ayude a conseguir un puesto como funcionarios de Policía. Que es exactamente lo que hizo Eugenio Pino con el exchófer de Bárcenas, Sergio Ríos Esgueva, a la sazón, espía de Bárcenas, a quien le pagaba en negro, según ha confesado, para que el conductor no perdiera la prestación de desempleo que estaba cobrando. 

¿Qué cosas le ofrecían a Pino? Pues, por ejemplo, según asegura que confirmó con la UDEF en 2015, unas cuentas de Bárcenas y de su socio Javier Sánchez Lázaro que no tenían hasta el momento. Ese Sánchez Lázaro del que Bárcenas no se fiaba en 2013, como ya explicó Público en el primer capítulo de esta serie, y cuyo hermano Fernando recibió un préstamo de medio millón de euros del comisario Salamanca un mes antes de que la agencia Korpa —luego renombrada a Kometa— lograra seguir a Bárcenas hasta Canadá, meter a un redactor de un programa de Cuatro en su avión y rodearle hasta que el extesorero se vio tan atrapado que saludó con el famoso gesto de la peineta.

El mismo día en que se toma esa famosa foto, el 16 de enero de 2013, Público, al igual que muchos medios de comunicación, se hizo eco de las informaciones que desde la Policía o la Fiscalía filtraban sobre el escándalo del momento. 

Así de claro lo explicó Pino en su declaración de enero de 2019, como se puede escuchar a continuación: 

Eugenio Pino: Le salta esta investigación. Y automáticamente nos pone en contacto. El propio sistema, pero bueno, vuelvo a… a la UDEF se lo cuento yo. Al señor de la UDEF que se llama Vázquez [Manuel Vázquez, jefe de la UDEF en 2015] le digo estáis hablando y poco más de… Porque me sale, le sale Ángel Sanchís y me dice "sobre ese tenemos mucho, es un tío que fue tesorero del PP, tenemos muchos datos"… Digo: "¿Os sale Sánchez Lázaro [Javier]? De ese no sabemos nada. ¿Os sale un tal Fraga [Luis Fraga, sobrino de Manuel Fraga y junto a Javier y Bárcenas socio de Netcheck, empresa que sale en la cuenta de Suiza]? Sí, es un diputado. ¿Os sale una señora, que no me sale el nombre, que es muy rimbombante… y luego sale este, este y este…?". Y se lo digo, o sea, que hay una serie de datos y de informaciones que les llega. Es decir, es una labor de inteligencia y de apoyo hacia una investigación. No una investigación paralela, ya sabíamos quién tenía la titularidad de un juzgado y todos los policías asignados a ellos, esto era un apoyo que venía dado por un tío, perdone, por un señor que nos podía proporcionar datos a los polis que lo llevan… El auto de detención  del juez Ruz dice que es consciente que hay muchas propiedades y muchos medios que pueden ser sustraídos…

Aunque se sostiene poco el argumento del exnúmero dos de la Policía, Eugenio Pino, fiscales y juez le siguen preguntando por esa oferta informativa que le hacían policías no asignados a la causa. Y, en concreto, el comisario Villarejo: 

Fiscal: En la Operación Kitchen, como apoyo a la investigación sobre Bárcenas, ¿buscaban las cuentas de Suiza?

Eugenio Pino: Vamos a ver, el señor Villarejo habló y dijo que había cuentas en Suiza de tres políticos del PP. Había un tal señor Bárcenas, un tal señor Arenas y un tal señor Cascos. Esas eran las cuentas que se podían buscar en Suiza. 

F.: ¿Usted sabe que antes de iniciarse la
Operación Kitchen precisamente llegaron al juzgado central número 5, y posteriormente entregados para su análisis por la UDEF,  las comisiones rogatorias ejecutadas por Suiza con las cuentas de Bárcenas?

E.P.: Yoooo, lo he sabido después. 

F: ¿No lo supo en aquel momento?

E.P.: No, porque... 

F.: No, porque entonces lo que usted que sería el objetivo de la Operación Kitchen sería obtener unas cuentas que ya la UDEF había obtenido en el ámbito de la investigación del juzgado de instrucción número 5...

E.P.: No, la UDEF no había obtenido más que las cuentas de Bárcenas, no las cuentas conjuntas de Cascos, de Arenas y de Bárcenas. No tiene nada que ver. Eso son otras cuentas. 


F.: ¿Las buscaban con la intención de aportarlas al procedimiento o de sacarlas del procedimiento?

E.P.: Es una pregunta capciosa.

F.: No es una pregunta capciosa, es una pregunta directa. 

E.P.: La obligación de cualquier funcionario de Policía es ponerlo a disposición de la Justicia. 

Sin embargo, según Pino, después de gastar fondos reservados, movilizar a media Comisaría General de Información y saltarse cantidad de protocolos internos y sin notificar nada al juzgado de la Audiencia Nacional que llevaba la causa, la llamada Operación Kitchen que él mismo encabezaba no consiguió ningún resultado, como explica a continuación:

Fiscal: Aunque parezca que no estamos hablando con un DAO, yo lo tendré que consentir. Mire, según la investigación, los controladores del Cuerpo Nacional de Policía habrían tenido acceso directo o indirecto —y fíjese cómo lo digo porque no le quiero confundir— a cuatro conjuntos documentales, o accedido a ellos o recuperados. Le voy a preguntar por cada uno de los cuatro, a ver qué sabe. ¿Sabe si el señor Villarejo obtuvo una copia de papeles fotocopiados por el conductor Sergio Ríos?

Eugenio Pino: No. 

F.: ¿No lo sabe? ¿No tiene ni idea de eso?

E.P.: Ni idea. 

F.: ¿Usted tuvo conocimiento de que durante el desarrollo de la Operación Kitchen los medios de comunicación, en concreto el periódico El Mundo, publicó papeles relativos al señor Bárcenas?

E.P.: No tenía conocimiento. Posteriormente sí, he sabido que fue el señor Bárcenas quien se lo filtró al señor Esteban Urreiztieta. 

F.: ¿Sabe usted fehacientemente que fue el señor Bárcenas?

E.P.: He tenido conocimiento, pero mi conocimiento no es una verdad... qué quiere que le diga, es lo que circula por ahí. 

F.: Se lo digo porque hay otras fuentes de prueba de que es el señor Villarejo quien hubiera dado esa información al señor Urreiztieta. 

E.P.:  Yo creo que hay una relación entre los documentos que se publican en el 2014 y luego en el 2018 y que los filtra el señor Bárcenas.
[En realidad, se publicaron en 2013 y nuevamente en 2015 y fue un estrategia de defensa de Villarejo como explicaremos más adelante]. Y son los mismos, los filtrados. 

F.: ¿A usted el señor Villarejo nunca le dio cuenta de si había conseguido documentos en esa investigación?

E.P.: A mí el señor Villarejo nunca me dio cuenta de nada. 

F.: ¿Tiene usted conocimiento de si el señor Gómez Gordo [Andrés, alias Cospedín] fue el receptor final de los discos duros que había en el Partido Popular y que le habría dado el señor Ríos Esgueva [el chófer].

E.P.: No. 

F.: ¿Tiene usted conocimiento de unos archivos que se descargaron de tres teléfonos móviles de Bárcenas, que el señor Ríos Esgueva entregó al comisario García Castaño?

E.P.: No tengo conocimiento. 

F.: ¿Tiene conocimiento de si el señor García Castaño obtuvo algún tipo de documentos del entorno del señor Bárcenas por este sistema que le he dicho, la descarga de un teléfono móvil o cualquier otro?

E.P.: No tengo conocimiento.

F.: ¿Tiene usted conocimiento si el señor García Castaño obtuvo algún tipo de documento y se lo entregó al señor secretario de Estado?

E.P.: Pues no tengo conocimiento. Es que el señor secretario de Estado no despachaba conmigo. Yo despachaba con él, pero él no despachaba conmigo. Quiero decir que él a mí no me daba ninguna información. El señor secretario de Estado, a gala tenía despachar con los comisarios generales...

F.: Sí, pero nos estamos refiriendo a la Operación Kitchen, no con carácter general. ¿En la Operación Kitchen el señor García Castaño despachaba directamente con el secretario de Estado y no con usted?

E.P.: Conmigo no. 

Juez: Perdone, le puedo preguntar, ¿cómo sabía usted que despachaba directamente?

E.P.: Sí, porque en un momento dado el señor García Castaño tenía fondos reservados directamente de la Secretaría de Estado. Y porque a gala lo tenían y el señor secretario de Estado les llamaba muchas veces estando conmigo, no una, muchas veces. 

La verdadera 'operación Kitchen'

Sin embargo, las pruebas que se van acumulando en Kitchen —y que han motivado la apertura de una subpieza que está secreta dentro de esta investigación de la macrocausa Tándem— indican que tanto Villarejo como Gómez Gordo y García Castaño sí consiguieron que el chófer les diera lo que se había llevado de casa de los Bárcenas-Iglesias. 

Comisario Enrique García Castaño: Lo primero de todo que hacemos, aparte de comprobar dónde se mueve el señor Bárcenas, en qué entorno se movía el hijo [Willy Bárcenas], dónde iba la señora [Rosalía Iglesias], con quién se veía, la peluquería...

Fiscal: ¿Y antes de que el señor Bárcenas entrara en prisión no se inició este operativo? 

E.G.C.: No lo sé. 

F.: ¿Y en qué momento de todo esto despacha usted con el secretario de Estado? Le dice el secretario de Estado que el objetivo es otro. 

E.G.C.: A mí me dice que una de las cosas que es interesante es buscar los discos duros esos. A los tres o cuatro días de hablar con el director adjunto. 

F.: ¿Son los discos duros esos por los que hay un procedimiento judicial por la destrucción de los discos duros? ¿Es eso lo que se estaba buscando?

E.G.C.: Eso es lo que ofrece el señor Gómez Gordo cuando llega a la DAO, eso se lo puede preguntar al señor Eugenio Pino. Cuando llega a la DAO [el hombre de Cospedal, trabajando aún para el gobierno de Castilla-La Mancha y queriendo quitarse a García Castaño de en medio], porque eso me lo ha contado a mí el DAO, Gómez Gordo sabía que los disco duros no se habían destruido y que los discos duros se los había llevado el señor Bárcenas. Eso y, en especial, las grabaciones de las cámaras de seguridad del PP en los días en los que entraba gente a llevar dinero. 

F.: ¿Y audios de altos cargos del Partido Popular?

E.G.C.: Ni idea. También se ha hablado de eso. También el señor Villarejo ha hablado de un pendrive, todo falso, su parafernalia dentro de su sector. Él informaba a otro sector y le daba la información directamente a otro sitio. 

F.: Mire, usted sabe que hay varios libros de periodistas, antes ha aludido a una, una periodista además [Marisa Gallero, una de las presuntas fuentes de García Castaño y que llegó a estar en el núcleo duro de la familia Bárcenas], en los que el señor Bárcenas habría reconocido que grabó a altos cargos del PP. No tiene nada que ver Villarejo. 

E.G.C.: Si el señor Bárcenas ha grabado a altos cargos del Partido Popular, la leyenda de Javier Arenas, de Álvarez Cascos, de Luis Fraga, de Guillermo Galeote, que era su círculo más cerrado, lo sabrá él. 

Lo cierto es que a base de mucho hablar, de 2.000 euros al mes y de la promesa, finalmente cumplida, de un puesto en la Policía, el comisario José Manuel Villarejo, con ayuda de Andy o Cospedín, es decir, de Andrés Gómez Gordo (el hombre de María Dolores de Cospedal en Castilla la Mancha desde que la conociera como consejera en la comunidad de Madrid), consiguieron que Sergio Ríos les fuera contando dónde podía estar la información que presuntamente guardaban los Bárcenas, como se escucha en una conversación entre Villarejo y el chófer de octubre de 2013:

Sergio Ríos: Y luego la gran equivocación que dice la señora, que se lo he contado a Andy también, Galeote, Trallero y Michavila le hicieron un medio pacto "—joé, que tú eres el corazón del partido"— para que dejara el escaño. Y de eso se arrepiente un montón porque dice que no estaría en la cárcel. 

Villarejo: ¡Hombre! Claro, como senador...

S.R.: Entonces ahí también se siente muy engañado por Galeote, por Michavila y por Trallero, que le dijeron "no te preocupes que esto se cierra, que tú eres el corazón del partido..." y entregó el acta. Y ahí es donde Liaño le ha dicho: "La has cagado. Esto en el Supremo... porque no estarías en la cárcel. Aforado no ibas a entrar". 

V.: Totalmente. ¿Y cómo no lo vio eso? ¿Se fió totalmente de Bocanegra, como tú le dices?

S.R.: Sí, porque la conversación es una traición. Yo lo que tengo entendido...

V.: ¿Y esa conversación la tiene el grabada también?

S.R.: Esa es la que tiene, esa es la de Arenas. Que esa es la de cuando ya no se fía de quedan en Sevilla y empieza a tirar ."¿Y esté? ¿Y este ha hecho esto?...". Y dice lo de la campaña, y dice lo de los aviones... "Claro, y es que ha ido contigo Cospedal". Y él soltando lindezas de todo el mundo menos de él. Que le dije a Andy: "Este se ha metido en una bola". Que es cuando dijo él: "No recuerdo la conversación". ¿Cómo no vas a recordar la conversación?

V.: Y esa conversación le hará mucho daño, ¿probablemente a Arenas?

S.R.: Arenas está muerto, entiendo yo. Si solamente con poner verde a tu jefe y soltar lindezas de todo el mundo menos de ti...

V.: ¿Y la otra conversación es cuando estuvo con el presidente...?

S.R.: En el despacho. 

V.: ¿Y ahí es dónde le dice: "Cómo tienes el papel ese" de la Cospe?

S.R.: Sí, porque este se enfada y le amenaza: "Oye, pues yo tengo de Cospedal". Y le dice el presidente: "¿Cómo tienes tú eso guardado?". Y le dice él: " Tengo eso y mucho más". Eso lo tiene que saber el presidente, vamos. 

V.: Lo único, macho, ese tipo de conversaciones en ese pendrive, de alguna manera hay que darle al tarro para encontrarlo, macho. Y al ser un sitio tan pequeño lo puede tener cualquiera. ¿Él me dijiste que cuando la detención y demás lo llevaba?

S.R.: Dos pendrives. Pero yo creo que eran las cuentas. Si los recogí yo... si las cosas hubieran sido de otra manera. Y me dice Andy: "Anda, que si el día que te fuiste tú al Valle d'Arán con la mochila me hubieras llamado". Digo: "Ya, ya". 

Chico listo, Sergio Ríos, tenía más que ofrecer. Le había echado el ojo a esos teléfonos que el amigo del extesorero experto en tecnología, Luis Fraga, había conseguido a Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias para hablar, entre otros, con el entonces director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, como relata el chófer a Villarejo a continuación:

Sergio Ríos: Y antes cuando sacaban los teléfonos rojos alguna vez me ha llamado alguien, pero como no sabía quién era... Y me ha dicho: "Oye tienes que ir a tal sitio a recoger, que te están esperando". Pero todo eso está totalmente parado.

Villarejo: ¿Y los teléfonos rojos dónde están? ¿No se han renovado?

S.R.: Nada, nada. 

V.: ¿No se han cambiado los números ni nada?

S.R.: Nada. De hecho, hay uno que es el de Pedro J. , se ha apagado y no sabe el PIN y el otro por eso está como un hijo puta...

V.: ¿Y los números esos cómo podemos conseguirlos?

S.R.: Si son los que ya recogimos, están en... 

V.: De todas formas,
yo hice alguna gestión y... 

S.R.: De todas formas es que eso está preparado por él y él era listo. 

V.: Era muy listo. 

Pero la joya de la corona era otra: las presuntas grabaciones que Bárcenas se había llevado de Génova 13 gracias a que su cuñado era el director de Seguridad. Coincidían con los días en los que iban a pagar los empresarios en busca de obra u otro tipo de contrato con la administración pública; el cohecho que todavía se investiga en el juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional por el juez Santiago Pedraz.

Ese material, en una empresa como el grupo Cenyt del comisario Villarejo que se dedicaba a matar a sus clientes de "espanto" creándoles problemas donde no los tenía, era una mina de oro. Y el chófer también sabía dónde podía estar y así se lo transmitió al presunto superior de Cospedín, además de a los gestores con los que trabajaba Luis Bárcenas:

Villarejo: Todo lo que sea recuperar esas grabaciones, recuperar los discos duros y tal, que él se defienda.

Sergio Ríos: La defensa quien la lleva jodida, jodida, jodida es Sanchís [por Ángel Sanchís extesorero del PP con quien Bárcenas compartía negocios imposibles, según la comisión rogatoria llegada de Suiza, que encajan con lo explicado en el primer capítulo por Jorge Vestrynge, secretario general de AP y que también conoció de cerca a Sanchís, al igual que a Álvaro Lapuerta, sobre el modus operandi de crear negocios fuera del partido pero que ayudaban a mover el dinero que las empresas daban al partido eludiendo la ley].

V.: ¿Sí? Porque le va a dar ahí...

S.R.: ¿Este? Porque le ha puesto verde en la Cuatro... Yo ha Sanchís le he visto. 

V.: ¿Al antiguo tesorero?

S.R.: Le he visto cuatro veces, le he llevado en el coche. 

V.: ¿Y llevando pelas?

S.R.: Eso ya no lo sé. Pero mucha locuacidad y saliendo en la tele "yo tal, yo cual", pero yo te puedo decir los sitios donde lo he visto... Ah, lo de los gestores. ¿Te acuerdas que te dije? Orense, Claudio Coello y Príncipe de Vergara. No me sé los números, pero el de Orense...

V.: Mándame un whatsapp con los números. 

S.R.: Sí, pero yo te digo la dirección. Orense, el portal del Vips que es bis, 144 y 144 bis, el bis en la primera planta. Esos son los gestores pero, vamos, que no era un secreto porque ahí iba y no se escondía ni nada, bajaba y son los que han llevado los contratos de tal. 

El confidente secreto de García Castaño que Pino no desvela

Como se desprende de la anterior conversación, mantenida entre Villarejo y Sergio Ríos a principios de 2013, ya ha habido una descarga —al menos de los teléfonos— un tiempo antes. Sin embargo, esa información parece que no llegaba a la DAO. Por eso, aunque todos bebían de la misma fuente (Sergio Ríos), el comisario Enrique García Castaño —un tanto aislado al no pertenecer al círculo de confianza de Cospedal y su esposo, Ignacio López del Hierro— busca otro confidente que introducir dentro del círculo de Bárcenas. Así lo explica Eugenio Pino en su declaración de enero de 2019 en la Audiencia Nacional, después de que le pongan un audio de la operación Kitchen de 25 de febrero de 2014, en el que Villarejo le está rindiendo cuentas:

Villarejo: Mira Eugenio, ¿qué tal? Te he llamado antes y me has dicho que estabas reunido, y le he dicho a Charo a ver qué día, si mañana te viene bien, y te comente unas cosillas. Pero dime más o menos a qué hora, bueno pues yo mañana me paso y te comento. Dos cosas que te quería decir; una, que me dice el cocinero que la señora lleva varios días reuniéndose con mucha gente, ahí en el despacho del abogado, sabes, y que además, ayer estuvo dos horas con Pedro J. eh, en su casa. Entonces a lo mejor no es malo, ¿te parece que le diga al Gordo [Enrique García Castaño] que mire unos diítas del despacho de este pavo? A ver quién está…

Pino: (ininteligible).

V.: ¿Eh?

P.: (ininteligible).

V.: Ah, sí. Ya se lo dije estos días atrás, que me está diciendo este que tal...  pero vamos, a la vista de esto...

P.: (ininteligible).

V.: Y luego, el pavo este que tenemos en Manos Limpias, eh.
(Fin del audio)

Fiscal: Le pregunto por el contenido y luego lo que creemos que dice usted.

Pino: De acuerdo.

F.: Cuando dice "el cocinero", ¿a quién se refriere?

P.: (ininteligible).

F.: ¿Reconoce la voz del señor Villarejo?

P.: Sí.

F.: ¿Usted se reconoce aunque se oye muy bajito?

P.: No lo sé, no lo sé sí soy.

F.: Hablan del jefe, "pásame con el jefe, Charo". ¿Charo quién es?

P.:
Charo es mi secretaria.

F.: Si está hablando Marcelino Martín-Blas con Villarejo y hablan del jefe y le dice pásame al jefe, ¿puede ser usted?

P.: Puede ser.

F.: ¿Puede ser algún otro?

P.: Puedo ser yo.

F.:
Y si dice al principio: "Mira Eugenio", ¿ese es usted?

P: Sí.

F.: Bien, y cuando hablan del cocinero, ¿a quién se refieren?

P.: Al chofer.

F.: ¿Había otro cocinero? No. ¿Cuando hablan de la señora a quién se refieren?

P.: La señora sería la mujer de Bárcenas.

F.: Y cuando le habla de unos despachos de abogados y tal, ¿usted entiende de lo que le habla el señor Villarejo?

P.:
No. 

F.: [El fiscal le vuelve a leer la conversación del 25 de febrero de 2014]. Cuando Villarejo habla de unos "diítas", ¿a qué se refiere?

P.: A vigilancias.

F.: ¿En el 14? ¿Pero no le había desautorizado ya?

P.: El Gordo tenía un confidente secreto, ese sí que es secreto... y eso lo sabe todo el mundo. Hay que decir que eso lo sabía todo el mundo. Lo que le está pidiendo al Gordo es que su confidente se presente. Es confidente, confidente secreto. 

F.: Y usted le dice "lo va a hacer". Lo dice muy bajito, pero lo dice tres veces. "Sí, creo que lo va a hacer". ¿Cómo podía saber que García Castaño ya pensaba hacer eso?

P.: Fundamentalmente porque el confidente era de García Castaño. Si esta causa no saliera de aquí, yo inmediatamente se lo diría y usted lo entendería. 

F.: Ya, pero es que estamos aquí para aclarar las cosas. 

P.: Ya, pero es confidente y es secreto y está clasificado.  

F.: Bueno, pero ya está desclasificado. Ya se lo hemos dicho al principio. 

P.: No, pero el confidente no se puede decir. 

F.: ¿Para la operación del cocinero? Está desclasificado por el Consejo de Ministros. 

P.: Pero no el confidente. 

F.: No, no, todo lo relacionado. Si no lo quiere contestar no lo conteste
[al estar imputado, el exDAO puede acogerse a su derecho a no declarar]. 

P.: Bueno, es que es así, pero había uno, un confidente. 

Sin embargo, diversas fuentes consultadas por Público señalan a una misma persona como el confidente secreto de García Castaño. En este caso, la confidente. 

Marisa Gallero: una mujer, una confesión y un robo

El primer capítulo de esta serie de reportajes parte de la famosa 'peineta' que hizo Bárcenas a la prensa y que logró emitir el programa Te vas a enterar, de Cuatro, el 18 de enero de 2013. Pudo hacerlo ese programa gracias a las estrechas relaciones entre el dueño de la Agencia Korpa-Kometa, Álvaro García Pelayo, el empresario Fernando Sánchez Lázaro y el comisario del aeropuerto de Barajas Carlos Salamanca. La presunta 'confidente' del comisario Enrique García Castaño también provenía de Producciones Mandarina, responsable del programa que había conseguido meter a un reportero con cámara oculta en el vuelo Londres-Madrid que tomaría Bárcenas el 16 de enero de 2013 de regreso de Canadá. Su nombre: Marisa Gallero.

La periodista había sido directora de Las mañanas de Cuatro hasta que decidió cambiar el ritmo de Jesús Cintora y aliarse con Melchor Miralles, que había terminado su andadura en El Mundo para hacer grandes reportajes que vender a Mediaset. El primero iba a ser sobre Bárcenas. Y ella fue la baza que utilizó el comisario García Castaño a través de su amigo, el bregado periodista de investigación, para que la familia Bárcenas "derrotara", como se denomina a la confesión en el argot policial. 

Letrado:  Ha hecho usted referencia anteriormente a una serie de grabaciones, en concreto, me ha parecido entender, sobre el señor Rajoy. ¿Sabe algo de esas grabaciones? ¿Es cierto que usted tenía esas grabaciones? ¿Y qué ha pasado con esas grabaciones?

Luis Bárcenas: Ahí han existido dos audios y han existido desde hace mucho tiempo. La primera persona que tiene conocimiento de la existencia de esos dos audios es una periodista que se llama Marisa Gallero, que acaba escribiendo un libro sobre este caso, y a la que yo creo que se lo cuento en el mes de mayo de 2013. Es decir, un mes antes de mi primera entrada en prisión provisional. Y eso está recogido además en el libro que ella escribe. Ella me dirige una carta en septiembre de 2014 en la que yo le contesto en octubre o en noviembre de 2014, donde a la pregunta que ella me hace de esos audios le confirmo la existencia y creo que incluso las personas que intervienen en esos audios, que son: en uno de ellos Mariano Rajoy, en el que yo le hago entrega de la cantidad remanente y que él espantado me dice que cómo puedo tener esos papeles, entonces los destruye en la destructora que tiene a su espalda; y el otro es un audio de una conversación con Javier Arenas. Y, efectivamente, entiendo que esos audios si no los han destruido, el señor que se los llevó que es el comisario Gómez Gordo debería aportarlos. 

La periodista Marisa Gallero llegó al corazón de los Bárcenas poco a poco. Una vez obtenida la confesión del extesorero sobre los audios, Gallero puso en marcha un proyecto de documental, según ha sabido Público de fuentes relacionadas con el caso. Con el extesorero del PP ya en prisión y el verano entrado, pasó a ser directora del programa Te vas a enterar. Al mínimo roce provocado por un cámara, ella regalaba un elegante ramo a Rosalía Iglesias, triste y desolada con su marido dentro de la cárcel. Marisa Gallero se fue convirtiendo en un pilar en el que apoyarse entre tanto medio de comunicación acosador. 

La fecha que fija Bárcenas como el día en que por primera vez confesó a alguien que había grabado al presidente del Gobierno y del PP, coincide con los nervios y la rivalidad entre los comisarios Gómez Gordo y García Castaño por quedarse con la operación Kitchen. Cuando en octubre de 2013 finalizó la emisión del programa, Marisa Gallero llegó al 'zulo' (el estudio de pintura de Rosalía Iglesias, donde escribió su libro — o eso insinúa García Castaño—), y también buceó por los secretos más profundos del matrimonio Bárcenas-Iglesias. Sin embargo, cuando García Castaño consiguió entrar en el 'zulo' para hacerse con el tesoro, se le habían adelantado, como relató en la Audiencia Nacional: 

Juez: ¿Y dónde lo buscó?

García Castaño: Busqué en los sitios que este señor me marcaba. Hablaba de una señora, que estuvimos vigilando, una marchante de arte, y no había absolutamente nada de nada. Nos enseñó el famoso local
[se refiere a Sergio Ríos, el único confidente reconocido] de General Díaz Porlier, 32, que me parecía muy raro, lo conocía todo el mundo, iba hasta gente de prensa. Le pedí el código de la alarma, me da el código de la alarma, lo tecleo y no era. Saltó la alarma. Fui a verle otra vez y digo "cómo que me das el código de la alarma...". Dice, "lo habrán cambiado". "¿Y tú no sabes cuál es el código de la alarma? Y los despachos que dices tú que puede haber algo, ¿dónde es?". "Allí Abajo". Digo, "dame la llave". Y me da la llave del despacho, voy a General Pardiñas 15 y hago copia de la llave. Y yo, personalmente, al mediodía bajo y voy allí. Espero a que salga alguien porque no tengo acceso a la puerta, voy al supuesto despacho, voy además con una bolsa de plástico con una figura de plástico por si me veía alguien decir que voy a una restauración, meto la llave y tampoco me abre. Y estaba la señora de la limpieza y le digo: "Me ha mandado doña Rosalía y es que la llave no me abre". Me abre, entro dentro, miro lo que hay ahí: había una mesa, cuatro sillas, unos cuadros, una estantería con libros, otra silla más, unas revistas de arte, unas especie de baúl donde había una serie de libros y cosas de esas. Lo levanto, miro y ahí no había nada. Absolutamente nada. Salí para fuera y le dije "señora, que me voy". No había nada. Vuelvo a ver a este hombre y le digo "pero si ahí no hay nada"...

Juez: ¿A qué hombre?

G.C.: Al conductor. Digo "pero si no hay nada, ¿me estás vacilando?". Es que no hay nada... Y un despacho donde creo que estuvo una periodista un tiempo escribiendo un libro con el señor Bárcenas. Me parecía demencial que el señor Bárcenas, que es un hombre inteligente, tuviera así guardadas esas cosas. Y luego por arte de magia aparecían las cosas de las que hablaba el conductor. ¿De dónde las sacaban? ¿De dónde sacó los teléfonos? ¿De dónde sacó los papeles que fotocopió? Nunca lo decían. Entonces yo daba esas quejas, "esto no me parece serio, este señor nos está engañando como si fuéramos unos gilipollas".
 

El comisario García Castaño se enfada y coge a Sergio Ríos por banda. Ocurre antes de octubre de 2013, ya que Villarejo le recriminará al chófer haberle dado esta información al comisario de Información. Pero es que 'Big', apodo con el que Villarejo le señala en sus agendas, no soporta que el chófer rinda cuentas a Cospedín [Andrés Gómez Gordo] y a él. Y se cabrea, como explica a continuación: 

García Castaño: Y yo hablo con el 'controller' y le digo "tú me estás engañando, me estás vacilando, estás jugando conmigo. ¿Me quieres decir de dónde sacas estás cosas? ¿Dónde tiene este hombre estas cosas?". Y él vuelve a divagar, se pone nervioso y entonces me dice: "Tengo tres teléfonos que son del señor Bárcenas, que no tienen batería, que no tienen tarjeta". Y le digo: "¿Del señor Bárcenas son estos teléfonos? ¿Pero cómo tienes estos teléfonos? Tienes discos duros, tienes teléfonos, ¿tienes de todo? ¿cómo?". "Bueno, es que estaban guardados en un sitio y ahora los tengo que llevar a otro sitio"... "¿Pero en qué sitio estaban guardados?"... "Pues no lo sé, porque me los han dejado en una bolsa en casa de la señora con una bolsa...". "Pero cómo te lo van a dejar en casa de la señora con una bolsa...". Le digo: "Bueno, mañana me traes los tres teléfonos". Quedo con él en la calle Velázquez y me trae los teléfonos que, efectivamente, no tienen tarjeta y no tienen batería. Pido que me manden a un técnico, viene un chaval que es técnico y extraemos de los teléfonos lo que había en los teléfonos o supuestamente había en los teléfonos. Toda esa información que se extrae de los teléfonos inmediatamente la meto en un pendrive y se la doy al secretario de Estado. 

Juez: ¿Usted no ve lo que hay?

G.C.: Sí, sí, yo hice una copia, la traigo aquí. 

J.: ¿Y qué ve en ese momento que hay?

G.C.: Pues mensajes, llamadas, conversaciones... todo el entramado que tenía en ese momento. La problemática que tenía el señor Bárcenas, entre que si le pagaban la indemnización ​o no le pagaban, como había sido su despido, critica mucho a la secretaria general... Todo el entramado. Toda la opinión del señor Bárcenas plasmada en mensajes...

J.: Pero, digamos, ¿nada de su oficio en ese momento? ¿Nada significativo para usted?

G.C.: Nada. Pues aquí hay conversaciones que hablan de Javier Arenas, hablan de Álvarez Cascos, del Fraga... todo ese tipo, que es con la gente que se movía en ese entorno del Guillermo Galeote y tal. Un sector que era contrario a la secretaria general, yo ahí no quiero entrar porque eso es política. 

García Castaño estaba mosqueado porque sabía, según cuenta en su declaración, que Andrés Gómez Gordo, 'Cospedín', se había hecho copia de los discos duros y se la había dado a María Dolores de Cospedal,según asegura en este audio: 

Fiscal: Ahora le pregunto por si el comisario Gómez Gordo, entonces inspector jefe, en esas conversaciones le hiciera una clara referencia a que tenía que darle  una información de la obtenida o que la secretaria general del Partido Popular fue receptora de parte de lo que se obtuvo, de documentos que se obtuvieron en Kitchen.

García Castaño: De documentos no sé, no tengo ni idea.

F.: ¿Y de información?

G.C.: De información, de lo que él decía que tenía interés, sí. He estado yo presente. 

F.: ¿Qué es lo que decía que tenía interés?

G.C.: El famoso disco duro y además las relaciones que dentro del PP tenía una relación íntima con Bárcenas. Los políticos que estaban en el Partido Popular que más tenían proximidad. 

García Castaño no solo tenía como competidor a Cospedín. También tenía a Villarejo que, además, se había llevado "lo del zulo de la señora", anécdota de la que se jactó junto a su amigo José Luis Olivera en una comida en 2017:

José Luis Olivera: ¡El hijo puta del Bárcenas!

Adrián de la Joya: Pero a ese le encontraste algo...

Villarejo: Sí, en el estudio de la señora. En el mueble chungo que había en el doble fondo. 

J.L.O: ¿Y quién te lo dijo?

V.: ¿Quién me lo dijo?... Hijo puta, porque a mí me lo dijo el cocinero, que lo había transportado hasta allí. 

La competitividad entre Villarejo y y el comisario García Castaño no terminó en el estudio de pintura de Rosalía Iglesias. En 2014, como señala Pino en su declaración, 'Big' tenía a "su confidente secreto" bien dentro de la familia Bárcenas y entonces Villarejo desplegó su red. Como en otros casos de denunciantes de corrupción, utilizó a Victoria Álvarez, la expareja de Jordi Pujol Ferrusola, para hacerse amiga de Marisa Gallero. Quedaron varias veces —en una incluso acabaron de copas con el exjuez Gómez Bermúdez, ahora abogado del presunto testaferro de Villarejo en Estepona—. Victoria convenció a Marisa para conocer a su amigo, el periodista Javier Hidalgo, una de las identidades ficticias del comisario Villarejo, según ha sabido Público tanto por Victoria Álvarez como por fuentes muy cercanas a Gallero. 

Se reunieron en el madrileño hotel Miguel Ángel, al lado de la Dirección General de la Policía, con la buena o mala suerte de que Pedro J. Ramírez vio a la exdirectora de programas de televisión, que tantas veces le había llevado a sus tertulias, junto con el policía, al que él conocía. "¿Qué haces con este?", le preguntó más tarde. "Pero si es un periodista que me ha presentado Vicky", le contestó Gallero. "No, es el comisario Villarejo y mejor estar lejos". 

Cospedín trabajaba para Cospedal, Villarejo para Casals y Big para el secretario de Estado

¿Pero cuál es el origen real de la competitividad entre los comisarios Andrés Gómez Gordo, José Manuel Villarejo y Enrique García Castaño si supuestamente todos ellos trabajan para apoyar a la UDEF y entregar las pruebas al juez? Pues que como han demostrado los hechos, ninguno de ellos, incluido el despistado número dos de la Policía, el DAO Eugenio Pino, tenía la finalidad de poner en conocimiento de la Justicia sus avances. Cada uno trabajaba para una facción del poder del PP, como relata García Castaño a continuación: 

García Castaño: El contacto fundamental que tenía el señor Villarejo para llegar al presidente del Gobierno era Mauricio Casals. Mauricio Casals le informaba de todo lo que le interesaba a Villarejo y Villarejo le informaba a Mauricio Casals de todo lo que le interesaba al presidente del Gobierno

Fiscal: Esto debe ser las tres partes de Kitchen que ha dicho antes. Tenemos la suya que tiene contacto con el secretario de Estado...

G.C.: Sí, con el secretario de Estado y con el...

F.: La del señor Gómez Gordo, ¿qué también tiene contacto con algún representante político?

G.C.: Hombre, trabajaba para... Él cuando viene aquí no está en la Policía, está trabajando...

F.: ¿Usted tiene algún dato para decir que viene porque está trabajando para la señora María Dolores de Cospedal, que era la presidenta de Castilla-La Mancha?

G.C.: Yo creo que sí, porque no podía trabajar con unas personas y después trabajar con otras personas. 

F.: Y tercero, ¿el señor Villarejo entra también en Kitchen pero por el presidente del Gobierno pero a través de otra persona?

G.C.: No, no, no. El señor Villarejo entra en Kitchen... que no es Kitchen, que no existe Kitchen. El señor Villarejo entra en Kitchen por que el DAO le dice que tiene que controlar al señor Gómez Gordo. 

F.: Vale, pero antes ha dicho que a través de un contacto político.

G.C.: Yo imagino que al DAO le dicen...

F.: ¿Quién le puede dar esa orden al DAO? 

G.C.: Pues el director de la Policía o el DAO. 

F.: Usted sabe si fue alguno de los dos. ¿Alguien más puede ser? ¿Puede ser el ministro del Interior?

G.C.: Puede ser el ministro, claro que puede ser el ministro. 

Juez: Perdón. ¿Puede aclararme un poquito más el tema de Casals? Mauricio Casals. 

G.C.: Pues de lo que yo sé, el señor Villarejo tenía una especial amistad con el señor Mauricio Casals y cuando el señor Villarejo quería transmitir algo al presidente del Gobierno porque tenía noticia de algo, se lo decía al señor Mauricio Casals y el señor Mauricio Casals se lo comunicaba al presidente del Gobierno. 

J.: ¿Y por qué tenía que transmitir nada?

G.C.: Cosas que el señor Villarejo quería que el presidente del Gobierno supiera. 

J.: ¿Y por qué lo sabe usted?

G.C.: Porque me lo ha contado él. 

J.: ¿Y qué le ha dicho exactamente?

G.C.: A mí me contó que al señor Mauricio Casals le había informado del famoso tema de las grabaciones de Londres, del secuestro de los periodistas, de ese tipo de cosas...

J.: O sea, ¿qué era el mensajero habitual?

G.C.: Sí. 

La sospecha de García Castaño, que es quien le está rindiendo cuentas realmente al secretario de Estado, Francisco Martínez, como demostrarán sus comunicaciones telefónicas, es también puesta de manifiesto por Eugenio Pino. En realidad, el exDAO va un paso más allá y señala junto a Mauricio Casals, consejero de Atresmedia y presidente de La Razón, al marido de Cospedal, Ignacio López del Hierro, denominado por Villarejo el 'Polla', como las dos personas que realmente mueven los hilos del veterano comisario, según se escucha en su declaración de diciembre de 2020:  

Fiscal: Usted dice "en este contexto, Pepe K, Villarejo, respondía solo a M. Casals y al maridísimo, estos tienen la clave".

Pino: Mauricio Casals...

F.: Mauricio Casals y López del Hierro. ¿Qué quiere decir con "estos tienen la clave"?

P.: Pues hombre, eran los que manejaban a Villarejo. Villarejo actuaba por ellos.

F.: ¿Villarejo reportaba directamente a estas personas?

P.: No lo sé. 

Sin embargo, no es hasta mayo de 2015 cuando la operación Kitchen sale a la luz y comienza a ser un arma arrojadiza en la estrategia de defensa del comisario Villarejo.

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