Catalunya ha retirado del espacio público más de la mitad de los símbolos franquistas desde 2010, y planea que en un plazo de dos años se elimine el resto una vez se apruebe la ley de memoria histórica que está preparando el Departamento de Justicia.

La institución ha actualizado y ampliado el censo de simbología franquista del Memorial Democrático, lo que ha permitido concluir que seis de cada diez elementos registrados en todo el territorio catalán han sido intervenidos. En su mayoría, se trata de placas de vivienda, monumentos, forjas, tumbas y lápidas, relieves, inscripciones, rotulación de calles y grafitis, así como conmemorativos a las víctimas de la violencia social de 1936 o cruces a víctimas del bando franquista.

De los 3.934 elementos de la dictadura detectados en Catalunya, se intercedieron el 65,3%, de los cuales 2.056 (54,3%) fueron retirados de la vía pública y 417 (11%) alterados o reinterpretados.

En una primera etapa, el censo incluía sólo símbolos ubicados en capitales de comarca, municipios de más de 10.000 habitantes y poblaciones de especial interés histórico. Como resultado, 185 ayuntamientos colaboraron aportando datos de 3.647 símbolos.

Sin embargo, desde 2019 se está ampliando para que también recoja símbolos de municipios de entre 3.000 y 10.000 habitantes y que, por ahora, ha permitido detectar 287 elementos franquistas nuevos.

La consellera de Justicia, Lourdes Ciuró, ha incidido en la importancia de la ley de memoria democrática que se está ultimando desde la Direcció General de Memòria Democràtica del departamento. "Una vez aprobada la norma, en el plazo de dos años se tendrá que retirar toda la simbología franquista", ha afirmado, ya que "tendremos una ley que lo permitirá".