Carme Forcadell pidió este jueves auxilio a la Virgen de Montserrat a través de Twitter con motivo de la sequía que arrasa España en 2023. "Si puede hacer milagros, que haga llover con una lluvia fina y constante en todo el país", pedía la tarraconense.

La petición del milagro acompañaba en un tuit la felicitación a todas las Montserrat, día de la patrona de Catalunya, símbolo del peregrinaje. El mensaje por la red social no ha sido muy popular a pesar de la gran masa de seguidores de la que fue también expresidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC).

Que llueva, que llueva...

Forcadell no ha sido la única que últimamente ha confiado en la religión para que caigan las deseadas precipitaciones. Francisco Conesa, el obispo de Solsona (Lleida), pedía lo mismo a su dios hace un mes, durante una misa. La ceremonia fue seguida de una procesión a la que acudieron 300 fieles y que sacó la imagen de la Virgen a las calles, a la que también pidieron la lluvia. "Toda la creación es un don de Dios y por eso nos dirigimos al padre del cielo y le pedimos agua para nuestros campos y su gracia para nuestras vidas", apuntó el sacerdote.

Eduard Perarnau, concejal del Ayuntamiento de l'Espunyola, recordó en Europa Press que estas iniciativas populares no se limitan solo a 2023. También en 2008 se celebró algo similar, "60 años después de que se hiciera por última vez".

Si bien es verdad que España se encuentra asolada en su totalidad por la ausencia de lluvias, Catalunya está batiendo sus cifras en este sentido, puesto que nunca había llovido tan poco el primer cuatrimestre del año, según apuntan los registros del observatorio astronómico Fabra, situado en Barcelona. El pasado mes de marzo fue el más seco de la serie histórica recogida por la institución desde que iniciara su recuento hace 110 años, en 1913.

A pesar de los diferentes recursos a los que la población ha acudido para solucionar el problema, hasta el momento las peticiones no han tenido demasiado éxito. El obispo recordó que "no acudimos a Dios para que haga un acto de magia", pero sí para que "nos ayude en nuestras necesidades materiales".

Ante todo esto, la Constitución recoge que el Estado español es laico por su propia estructura y por las funciones que debe cumplir.